El triunfo de la necesidad

Con coraz¨®n y alma, sin f¨²tbol, el Villarreal venci¨® ag¨®nicamente y en el descuento un partido que le supo a gloria y quiz¨¢s a salvaci¨®n. La entrada de Hern¨¢n P¨¦rez result¨® mano de santo. Kameni derrib¨® al paraguayo en el ¨¢rea chica y result¨® expulsado. Empat¨® Senna el partido de penalti. Y llegado el ¨²ltimo segundo del descuento, el propio Hern¨¢n P¨¦rez recogi¨® el rechazo de un nervioso Rub¨¦n y le peg¨® con el alma. Un gol y tres puntos que le alejan del descenso.

Hasta ese instante el destino hab¨ªa resultado cruel para los amarillos. El pasado verano, Santi Cazorla suplic¨® a los Roig y a Llaneza, el reducido n¨²cleo de decisi¨®n del Villarreal, que quer¨ªa permanecer en el club que le hizo futbolista, que el dinero del M¨¢laga, que le duplicaba la ficha, resultaba secundario. Era feliz en un equipo creativo y excelso al que el asturiano ayud¨® a crecer. Era una simbiosis perfecta. Sin embargo, los dirigentes amarillos pecaron de visionarios. Era conveniente recaudar 19 millones de euros por vender el alma del Villarreal e invirtieron lo recaudado por el traspaso de su figura en Zapata, De Guzm¨¢n y Camu?as, tres median¨ªas. Cazorla llor¨® al marcharse. De regreso a El Madrigal, no le qued¨® m¨¢s remedio que ejercer su profesionalidad. Y marc¨® un gol que le doli¨® verdad. A base de voluntad y con Hern¨¢n P¨¦rez de revulsivo, el Villarreal lo remont¨®. Tal vez Cazorla respir¨®.

Un tiro de Senna que repeli¨® el travesa?o, fue el primer aviso del Villarreal que lo mejor de su repertorio ofensivo lo dej¨® para el final, ya con Nilmar y Hern¨¢n P¨¦rez en el terreno de juego. Fruto de la necesidad, el conjunto castellonense, de inicio, imprimi¨® ritmo y car¨¢cter al encuentro. Las intenciones del Villarreal resultaban forzadas. Hace tiempo que perdi¨® naturalidad. Sin embargo, la presi¨®n de los centrocampistas amarillos, restaba pureza en el inicio de las acciones de ataque del M¨¢laga. Duda, Isco o Cazorla, bien recibido y largamente aplaudido por El Madrigal, al igual que a Pellegrini, no se encontraban c¨®modos con el exigente combate f¨ªsico que propon¨ªa el Villarreal. Los detalles de calidad en el M¨¢laga resultaban espor¨¢dicos. Media hora le cost¨® al conjunto de Pellegrini hallar cierta cadencia y sentido a su juego. Cohibido andaba Cazorla, tal vez con sentimientos confusos.

Se apoder¨® la prudencia en ambos equipos, con m¨¢s temor que atrevimiento, esperando el M¨¢laga resolver a partir de la calidad individual que atesora y el Villarreal en alguna acci¨®n individual o epis¨®dica. El argumento era el no desarmarse, sobretodo para un Villarreal falto de ideas y con plomo en las piernas. Creci¨® el M¨¢laga, marc¨® Cazorla y en un cuarto de hora de pasi¨®n y esfuerzo el Villarreal se llev¨® tres puntos con aroma a salvaci¨®n.