Ferrer doma demonios
El espa?ol, ya en cuartos ante Tipsarevic (hoy, no antes de las 19.30), se enfrenta con libros de autoayuda a los parones por la lluvia y los retos competitivos
Es el arte de no amargarse la vida. Llueve en Nueva York. Se suspenden los partidos de octavos. Por dos veces tiene que volver al vestuario David Ferrer antes de convertirse en el ¨²nico tenista que consigue completar su duelo el martes (7-5, 7-6 y 6-4 ante el franc¨¦s Richar Gasquet). Puesto ante esas dificultades que tanto le pesan a su rival, Ferrer se mete en el vestuario y hojea las p¨¢ginas de un libro de autoayuda. ¡°La depresi¨®n, la ansiedad y la obsesi¨®n son nuestros principales oponentes; cuando nos dejamos atrapar por ellos, lo que perdemos es la facultad para vivir plenamente¡±, lee. Entonces coge la raqueta. Gana a Gasquet. Se convierte junto a Nadal en el ¨²nico espa?ol que ha jugado los cuartos de todos los grandes en un mismo curso. A los 30 a?os, Ferrer, que fue un demonio en las pistas, ya no se pelea consigo mismo ni con el mundo, y calma el esp¨ªritu en los libros: desde Alatriste a Los Pilares de la Tierra pasando por El arte de no amargarse la vida: las claves del cambio psicol¨®gico y la transformaci¨®n personal.
Todav¨ªa no he estado completamente bien. Al final de temporada me cuesta m¨¢s.
¡°He sido muy constante todo el a?o y tratar¨¦ de jugar lo que me quede aqu¨ª como el resto de la temporada, que ha sido la mejor de mi carrera, aunque esta semana no he jugado mi mejor tenis¡±, reconoci¨® en una rueda de prensa en Nueva York el alicantino, que competir¨¢ por las semifinales contra Tipsarevic. ¡°No ha habido un d¨ªa en el que haya estado completamente bien, pero es normal y l¨®gico, porque jugar siempre bien es muy dif¨ªcil, y como este a?o ha ido tan bien mental y f¨ªsicamente, es l¨®gico que a final de a?o te cueste m¨¢s¡±.
Son reflexiones sinceras en voz alta. Son pinceladas que describen a una persona nueva, lentamente transformada desde que alcanz¨® las semifinales del Abierto de EE UU en 2007.
Este es el Ferrer de sus primeros a?os de carrera: uno que grita por los cuatro costados (¡°?Mi cabeza est¨¢ hecha una mierda! ?Imposible que pueda jugar!¡±, dec¨ªa en el Abierto de 2008) y le lanza venablos a su propio banquillo (¡°?Vete! ?Si te voy a pagar igual!¡±, le llega a chillar a su t¨¦cnico); uno que destroza raquetas al mismo ritmo que colecciona advertencias y sanciones de los jueces de silla. Este es el Ferrer de los ¨²ltimos a?os, el que llega en paz consigo mismo a la treintena: uno que se parece algo m¨¢s al hombre quedo y amable de fuera de la pista; uno que grita, por supuesto, que chilla, faltar¨ªa m¨¢s, pero que ahora lo hace como un trampol¨ªn emocional, sin castigarse y embeberse en sus demonios. ¡°La madurez¡±, dice.
Ferrer es, con Nadal, el ¨²nico espa?ol que ha jugado los cuartos de todos los grandes en un mismo curso
La madurez de Ferrer es excelente. Entre los 20 mejores del mundo, solo hay otro treinta?ero, el suizo Roger Federer, que al cierre de esta edici¨®n no hab¨ªa comenzado su partido de cuartos contra el checo Tomas Berdych. En 2012, solo los cuatro mejores le han cerrado la puerta en los grandes: el serbio Novak Djokovic, que ayer intentaba acabar su partido de octavos contra el suizo Wawrinka, lo hizo en cuartos del Abierto de Australia; Rafael Nadal en semifinales de Roland Garros; y el brit¨¢nico Andy Murray, que anoche deb¨ªa medirse al croata Cilic por un puesto en semifinales, lo hizo en cuartos de Wimbledon.
Para Ferrer empiezan ahora las rondas de la verdad. Las que separan lo bueno de lo excelente. Esta ha sido siempre su frontera. A los 30 a?os, el tren ya ha pasado m¨¢s veces de las que pasar¨¢. Una cosa ha cambiado: antes, el espa?ol lo esperaba gritando; ahora, pensando en c¨®mo aplicar sus fuerzas en la soluci¨®n de la siguiente dificultad y del siguiente problema.
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