El Bayern desnuda al Valencia

En su majestuoso escenario, el Bayern arranc¨®, poderoso, hacia la reconquista de un t¨ªtulo extraviado en su propio estadio hace cuatro meses. El cuadro de Pellegrino fue un invitado de piedra a la exhibici¨®n del poder¨ªo b¨¢varo, reforzado por la presencia de un Javi Mart¨ªnez perfectamente integrado. El Valencia confirm¨® los malos presagios: en tr¨¢nsito del estilo de Emery al de Pellegrino, ahora est¨¢ en tierra de nadie, indefinido, porque ni sabe atacar ni defenderse. Un fantasma sin identificar. La goleada la evit¨® una vez m¨¢s Diego Alves, que detuvo un penalti a Mandzukic tras un tanto previo de Valdez que maquill¨® el resultado.

Supeditado ¨²nicamente a defenderse, reducido a la m¨ªnima expresi¨®n en el ataque, el Valencia aguant¨® 37 minutos. Una nulidad todo el equipo de Pellegrino con el bal¨®n, Jonas lo perdi¨® en el campo alem¨¢n y origin¨® una contra del Bayern. La culmin¨® Schweinsteiger de tiro cruzado tras rebotar la pelota en el cuerpo de Cissohko. Solo justificado por el empate, el Valencia se qued¨® entonces desnudo, sangrando por la escasa precisi¨®n en los pases y la falta de personalidad de sus futbolistas. La calidad del Valencia ha ca¨ªdo en picado en los ¨²ltimos a?os. Consecuencia de las ventas, claro, de Villa, Silva, Isco, Mata y Alba, aunque tambi¨¦n de los fichajes. La mayor¨ªa, extranjeros, m¨¢s baratos seguramente, pero tambi¨¦n menos dotados t¨¦cnicamente. Solo dos titulares espa?oles ante el Bayern, Parejo y Soldado, lo que alimenta la inestabilidad. Agravado por las bajas de Albelda y Gago, el centro del campo continu¨® siendo un desastre, como ya lo hab¨ªa sido el s¨¢bado ante el Celta. Pero esta vez enfrente estaba el subcampe¨®n de Europa.

Cuatro meses despu¨¦s del trauma de perder la quinta Copa de Europa en su estadio, ante el afortunado Chelsea de Di Matteo, el Bayern volvi¨® a su competici¨®n preferida con la autoestima en su sitio: siempre muy arriba trat¨¢ndose del conjunto b¨¢varo. Convencido de que los refuerzos del verano, especialmente el de Javi Mart¨ªnez, la dar¨¢n el empuj¨®n definitivo para reinar en Europa. Tan superior se vio Heynckes que se permiti¨® reservar de entrada al croata Mandzukic, goleador en el inicio liguero, para el choque del s¨¢bado ante el peligroso Schalke. Opt¨® por el peruano Pizarro. Y tampoco se resinti¨®.

La goleada la evit¨® una vez m¨¢s Alves, que detuvo un penalti a Mandzukic

La fortaleza del Bayern est¨¢ en su l¨ªnea medular. La presencia de Javi Mart¨ªnez, en su debut en la Champions y tambi¨¦n como titular, fue apabullante. Nada espectacular porque no es ese su juego. Pero siempre en el sitio adecuado para descargar a sus compa?eros y ofrecerles decenas de ayudas, adornadas por alg¨²n cambio de orientaci¨®n y alguna arrancada acogida con entusiasmo por el Allianz Arena. Un ejercicio de sencillez muy recomendable para iniciar esta aventura en un equipo que le va a exigir tanto. Si Heynckes quer¨ªa a alguien omnipresente para guardar las espaldas de todos sus centrocampistas, Javi Mart¨ªnez es el indicado. ¡°Gracias, Javi¡±, bram¨® la megafon¨ªa cuando fue sustituido en el minuto 68 y despedido por los aplausos de los 68.000 espectadores.

El Valencia se quit¨® los complejos tras la reanudaci¨®n con una internada del lateral Cissohko hasta la l¨ªnea de fondo. Su centro lo despej¨® Neuer de pu?os, un indicio de que el Bayern no es tan fuerte en la zaga como en el resto de sus l¨ªneas. Hab¨ªa que atacarle y Pellegrino dio paso a Valdez para jugar con dos puntas y aumentar las inquietudes de los zagueros. Pero quien gan¨® la espalda a Dante fue Feghouli, m¨¢s r¨¢pido que el central brasile?o. Su disparo, tambale¨¢ndose, se march¨® fuera. La ¨²ltima bala de Pellegrino fue el descarado Viera, cuyo centro permiti¨® cabecear a gol, picado, a Valdez. La aparici¨®n del peque?o volante canario es lo m¨¢s esperanzador de este decepcionante inicio valencianista.

Valdez maquill¨® al final el resultado cuando el cuadro local se recreaba en su superioridad

El Bayern se hab¨ªa tomado un respiro. Heynckes levant¨® el pie del acelerador con los cambios, pero el Valencia tampoco dispon¨ªa de munici¨®n. Otra p¨¦rdida del bal¨®n, esta vez de Feghouli tratando de salir jugando, cay¨® en los botines de Kroos. Al volante alem¨¢n le sobra clase. Desde la media luna, levant¨® la cabeza, eligi¨® d¨®nde quer¨ªa enviar el cuero y all¨ª lo envi¨® con suma facilidad. A partir de ah¨ª, el Bayern ya se recre¨® en su superioridad y convirti¨® la cancha en un rondo en el que pagaban los valencianistas para solaz de la hinchada muniquesa. Pese al tanto en el descuento de Valdez, el Valencia sigue en el limbo.