¡°Armstrong, arrinconado¡±
Los medios estadounidenses recogen de forma discreta el desenlace del 'caso Armstrong' mientras en Europa cuestionan "la mentira y la ca¨ªda" del exciclista estadounidense
La mayor convulsi¨®n que ha conocido la historia del ciclismo, la ca¨ªda en desgracia del ganador de siete Tours, Lance Armstrong, y su intento de borrarlo de la historia por parte de la Uni¨®n Ciclista Internacional (UCI) y la Agencia estadounidense Antidopaje (USADA), encuentran un reflejo moderado en la prensa estadounidense. El castigo al tejano encabeza discretamente la versi¨®n digital del neoyorquino The New York Times: ¡°Lance Armstrong es despojado de sus siete Tours¡±. El art¨ªculo recopila la comparecencia de Pat McQuaid, el presidente de la UCI, la del director del Tour, Christian Prudhomme, el silencio de Armstrong y la p¨¦rdida de confianza de sus patrocinadores, entre casi mil comentarios de los lectores. A la noticia le acompa?a una reconstrucci¨®n de la investigaci¨®n que llev¨® a la Agencia Antidopaje estadounidense (USADA) a destapar la trama de dopaje m¨¢s profesional que haya conocido el deporte. Todo comienza con Floyd Landis, despojado del Tour de 2006 por fallar un control, en una comida con el director del Tour de California y una grabadora: ¡°Por fin Landis quer¨ªa contar la verdad [¡] en lo que se ver¨ªa como el punto de inflexi¨®n en la b¨²squeda de los equipos antidopaje por entrar en el secretismo que soportaba el ciclismo¡±.
Los siete Tours desaparecen del Twitter de Armstrong
Un d¨ªa despu¨¦s de haber sido sancionado de por vida por la UCI y de desposeerle de sus siete Tours, Armstrong ha borrado en su cuenta de Twitter cualquier referencia a sus triunfos en la ronda gala. La menci¨®n al Tour figuraba en la breve descripci¨®n de su perfil, pero hoy ha sido eliminada. Este acto parece indicar una aceptaci¨®n de las sanciones por parte del exciclista estadounidense. Ahora los casi 3,8 millones de seguidores de Armstrong pueden leer que sus intereses son ¡®Criar a mis cinco hijos. Luchar contra el c¨¢ncer. Nadar, montar en bici, correr y jugar al golf cuando puedo¡±. Un detalle que desaparece de su perfil digital, en contraste con c¨®mo se presentaba el pasado agosto en una asamblea mundial sobre el c¨¢ncer: ¡°Me llamo Lance Armstrong. Soy un superviviente de c¨¢ncer. Tengo cinco hijos. Y s¨ª, gan¨¦ siete veces el Tour de Francia¡±.
¡°Adem¨¢s de perder sus t¨ªtulos, Armstrong ha sido excluido del ciclismo profesional de por vida¡±, explica The Wall Street Journal, peri¨®dico que se desmarca con guasa con otro art¨ªculo de ficci¨®n: ¡°Descubre a tu nuevo ganador del Tour¡±. Una entrevista a un tal ¡°Vacated¡± (vacante, desocupado), ¡°un misterioso pero talentoso ciclista del que nadie hab¨ªa o¨ªdo hablar¡± hasta ayer, cuando parece que el ganador de los siete Tours va a ser ¡°Vacante¡±. ¡°Es un logro asombroso. ?Siete Tours de una tirada! ?De verdad?¡±, responde el personaje antes de dejar paso a la imaginaci¨®n. ¡°?Sospechabas que los del US Postal se dopaban? Algo me ol¨ªa. Cuando lleg¨¢bamos a las monta?as, esos muchachos arrancaban con furia¡±, explica el supuesto heptacampe¨®n, que asegura que solo tomaba mantequilla de almendras.
Hay que rebuscar entre la mara?a de noticias de la web del USA Today para encontrar la historia del exciclista. ¡°Armstrong siempre ha negado vehementemente que se dopaba, incluso llamando mentirosos a los que se lo preguntaban. Esta estrategia ha funcionado durante a?os, hasta hace dos semanas, cuando se le ha arrinconado sin posibilidad de volver¡±, explica el peri¨®dico.
En los medios de Texas, hogar de Armstrong, la noticia apenas encuentra repercusi¨®n. Houston Chronicle o Dallas Morning News dedican sus ediciones al f¨²tbol americano y reservan el caso Armstrong para las agencias de noticias. El Statesman de Austin, lugar de nacimiento del exciclista, explica c¨®mo el tejano desaparecer¨¢ de los registros del ciclismo desde agosto de 1998.
En Europa, sin embargo, el desenlace del esc¨¢ndalo protagonizado por Armstrong encabeza los peri¨®dicos. El franc¨¦s L¡¯?quipe titula: ¡°Armstrong toma nota¡±. El ciclista ¡°no ha reaccionado a su suspensi¨®n de por vida y a la p¨¦rdida de sus t¨ªtulos, pero lo ha reconocido indirectamente cambiando su biograf¨ªa en la red social Twitter¡±, explica el medio franc¨¦s. ¡°Ni una declaraci¨®n, ning¨²n comunicado [¡], pero ha retirado de su cuenta la menci¨®n a que sus siete trofeos del Tour.
Los titulares en la prensa impresa europea van por el mismo camino. ¡°En La mentira y la ca¨ªda¡±, expresa el franc¨¦s Le Figaro. ¡°Armstrong suspendido¡±, el italiano La Gazzetta dello Sport. ¡°Todo se va¡±, el alem¨¢n Die Welt...
El brit¨¢nico The Guardian, adem¨¢s de recoger la decisi¨®n de la UCI o la desaparici¨®n del palmar¨¦s en Twitter, aporta un an¨¢lisis exhaustivo de las palabras que utiliz¨® Pat McQuaid en la rueda de prensa que dio ayer. Un ejemplo: A McQuaid se le hicieron tres preguntas sobre el dinero que Armstrong don¨® a la UCI para luchar contra el dopaje. ¡°En la segunda pregunta, McQuaid se cuid¨® de corregir la palabra ¡®sospechoso¡¯ por ¡®positivo¡¯ al hablar de un test por EPO de Armstrong¡±. El tejano nunca hab¨ªa dado positivo, pero Martial Saugy, director del laboratorio suizo, ha declarado que la UCI sab¨ªa que exist¨ªa una prueba sospechosa, explica el rotativo, y sigue analizando el discurso: ¡°En la tercera respuesta, McQuaidni siquiera neg¨® que conoc¨ªa que aquellos resultados de Armstrong eran sospechosos de dopaje¡±.
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