El Levante, en ca¨ªda libre

Estancado en los 40 puntos, qui¨¦n sabe si suficientes para salvar el pellejo, el Levante llega tieso al final del campeonato. Convertido el gol en un oscuro objeto de deseo desde la deserci¨®n de Martins, el cuadro de JIM se ve incapaz de ganarle a nadie. Tampoco a un Celta tan apurado por la clasificaci¨®n y la escasez de recursos, reducidos a un par de regates de Khron-Dehli y a un cabezazo cruzado de Augusto. El resto fue imponer una ligera superioridad t¨¦cnica. Sin ning¨²n exceso, pero suficiente para huir de la cola de la tabla con la segunda victoria a domicilio de la temporada tras la lograda en La Romareda.

Agua. Sobre el c¨¦sped, pesado y esponjoso, y sobre las tribunas, a partir de la media hora comenzaron a sacar los paraguas los aficionados de las gradas descubiertas. Agua sobre el Levante, un equipo repentinamente des¨¦rtico: sin un delantero de verdad (Acquafresca es un simulacro) y sin una motivaci¨®n verdadera, puesto que la permanencia parece asegurada, el cuadro de JIM es un chollo para cualquier rival con un poquito de inter¨¦s.

El Celta, sin ir m¨¢s lejos. Al conjunto de Abel le bast¨® con tom¨¢rselo mediadamente en serio, tratar de jugar en campo contrario y aprovechar la habilidad de algunos de sus atacantes. El dan¨¦s Krohn-Dehli, por ejemplo, que tumb¨® a Iborra con un regate muy seco en el extremo izquierdo antes de centrar al segundo palo. Gracias, respondi¨® Augusto, cabeceando cruzado sin oposici¨®n. Juanfran se durmi¨® en el marcaje.

El Levante practic¨® un ejercicio de impotencia hasta el final de la primera parte. Salvo un par de hermosos desplazamientos largos y en diagonal de Barkero, el resto cay¨® en una vulgaridad imparable. Atropellado Iborra en la recuperaci¨®n; anestesiado M¨ªchel en la creaci¨®n; sin un desmarque de Acquafresca que echarse a la boca. Tampoco el Celta aceler¨® para sentenciar el encuentro. M¨¢s bien se conform¨® con vivir c¨®modamente de las rentas del gol de Augusto, con irrelevante presencia de Iago Aspas, otra vez en la punta tras cumplir la sanci¨®n de cuatro partidos por haber agredido a Marchena. Examinado desde las gradas por los vecinos granotas del Valencia, que dudan sobre si lanzarse o no a por su fichaje para el pr¨®ximo ejercicio. Estuvo err¨¢tico: fracas¨® en el regate de un mano a mano con Keylor Navas y recibi¨® una amarilla por, seg¨²n el ¨¢rbitro, simular penalti.

JIM no esper¨® m¨¢s. Y dio paso a Roger y a Simao Mate tras el descanso. Era otro partido. M¨¢s abierto. El Levante atac¨® con fiereza. Tambi¨¦n porque el ¨¢rbitro entendi¨® como penalti un ligero empuj¨®n de Jony a Acquafresca. Ante la sorpresa general, pit¨® penalti. El Ciutat entendi¨® que era el momento de reaccionar. Si no fuera porque el Levante ha perdido el optimismo radical de la primera vuelta. Y Barkero, un lanzador tan seguro, dispar¨® fuera. El Levante meti¨® al Celta en su campo, pero sigui¨® sin crear verdadero peligro, lastrado por la ausencia de un delantero dominador del tiempo y del espacio. Encallado en el umbral de los 40 puntos.