¡°Mi gol fue clave¡±
Tras marcar por primera vez en Anoeta, Illarramendi dice entender ¡°en parte¡± los abucheos de la grada
Asier Illarramendi jug¨® un a?o en Primera con la Real Sociedad y nunca marc¨® un gol. Se fue al Madrid el a?o pasado y ayer, en su primera visita a Anoeta, adelant¨® la pierna derecha para enviar un rechace al fondo de la red. Fue el gol que abri¨® el marcador. El 0-1. En el minuto 44. ¡°Llevaba con la Real dos a?os sin meter un gol y, casualidad, ha llegado hoy¡±, dijo el mediocampista en Canal Plus. Un momento sensible para el partido y para el autor del tanto que, aturdido, hizo adem¨¢n de liberar sus emociones con un gesto de rabia. Pero se contuvo inmediatamente. Baj¨® los brazos y clav¨® la mirada en la hierba en un elocuente gesto de contrici¨®n. Pareci¨® pedir perd¨®n a la que fue su afici¨®n mientras, desde las gradas, descendi¨® un estruendo de pitidos. No hubo clemencia. Sus compa?eros le abrazaron para felicitarle, pero el consuelo result¨® insuficiente. Cuando la montonera se dispers¨®, Illarra qued¨® expuesto: el rostro desencajado, escuchando la silbatina, retrat¨® a un muchacho doliente. El gol, su primer gol en Anoeta, fue una conquista y una penuria.
¡°Esperaba por una parte los pitos del p¨²blico, que al fin y al cabo no est¨¢ muy a gusto con lo que hice¡±, explic¨® Illarra, al acabar el partido. ¡°Aqu¨ª di todo lo que ten¨ªa. Aprovech¨¦ la oportunidad de ir al Madrid. Intento disfrutar y mejorar. San Sebasti¨¢n siempre ser¨¢ mi casa; llevaba m¨¢s de 10 a?os aqu¨ª y la Real me lo ha dado todo¡±.
¡°Llevaba m¨¢s de 10 a?os en la Real, ser¨¢ mi casa.? Di todo lo que ten¨ªa¡±
Illarra fich¨® por el Madrid en una operaci¨®n que desgarr¨® la estrategia del club guipuzcoano, asentada hasta entonces sobre la construcci¨®n de un equipo nutrido de la cantera. El chico de Mutriku, de 24 a?os, estaba llamado a convertirse en el muro de carga de la Real del futuro, centrocampista de la tierra y encarnaci¨®n del esp¨ªritu de Zubieta. Pero el Madrid ofreci¨® 40 millones, rompi¨® el mercado, y convenci¨® al futbolista de mudarse al sur. La operaci¨®n indign¨® a la hinchada vasca, que ayer manifest¨® su resentimiento al jugador emigrante. Le reservaron trato de tr¨¢nsfuga. Hubo pitos cuando calent¨®, le siguieron pitando cada vez que toc¨® el bal¨®n, y el fondo sur le dedic¨® c¨¢nticos dese¨¢ndole todo tipo de desgracias.
Al l¨ªmite del descanso hubo dos jugadas enlazadas. Primero, un c¨®rner en el ¨¢rea del Madrid que remat¨® Vela cuando Diego L¨®pez se hallaba vencido, y rebot¨® en Illarra. Inmediatamente despu¨¦s, una maniobra de ataque del Madrid que encontr¨® al equipo local rearm¨¢ndose. Gareth Bale avanz¨® por los carriles centrales y abri¨® el juego hacia la izquierda, por donde se desmarc¨® Benzema. El franc¨¦s tom¨® la espalda de Carlos Mart¨ªnez y desat¨® un disparo duro entre los tres palos. Bravo lo repeli¨® y el bal¨®n fue a los pies de Illarra. El volante, que hasta entonces hab¨ªa acompa?ado a Alonso en el eje del medio campo, se descolg¨® en busca de aventuras. La jugada le puso a las puertas del gol. El primero en Anoeta. Doble motivo de frustraci¨®n para los ocupantes de la grada local.
La alineaci¨®n madridista contuvo hasta siete jugadores seleccionables por Vicente Del Bosque
El gol de Illarra tuvo un peso rompedor en el partido. ¡°Ha sido un gol clave¡±, explic¨® el jugador, ¡°porque en la primera parte hemos sufrido bastante. Ellos apretaban y no hemos jugado c¨®modos. Con el gol nos hemos relajado un poco m¨¢s porque ellos han atacado m¨¢s y nos han dado m¨¢s espacios. Ahora no hay m¨¢s remedio que darlo todo en nuestros partidos y esperar que el Bar?a y el Atl¨¦tico fallen¡±.
Illarra se destac¨® en un d¨ªa simb¨®lico para la cuadrilla espa?ola del Madrid. La alineaci¨®n contuvo siete jugadores seleccionables por Del Bosque, algo que no suced¨ªa desde hac¨ªa a?os. Ah¨ª estaban Diego L¨®pez, Nacho, Ramos, Alonso, Carvajal, Isco e Illarra. El dibujo t¨¢ctico donde se acomodaron se pareci¨® a ese 4-2-3-1 que tanto entusiasma a Florentino P¨¦rez y al que tanto tiempo se resisti¨® el entrenador, Carlo Ancelotti. El experimento, cuestionado en ciertos sectores porque parec¨ªa rebajar el compromiso con la Liga, result¨® exitoso. Sin Cristiano y sin Di Mar¨ªa, con una alineaci¨®n plagada de fichajes nuevos, con aroma de renovaci¨®n, el Madrid dio un paso que puede ser decisivo en la lucha por el t¨ªtulo. La salida a Anoeta era, sobre plano, la m¨¢s complicada que le quedaba al Madrid hasta final de temporada. Se sald¨® con una victoria aplastante. Un triunfo allanado por el primer gol de Illarra en Anoeta.
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