La memoria del esfuerzo

Simeone perteneci¨® a esa clase de futbolistas convencidos de que el esfuerzo continuo acerca m¨¢s a la posibilidad de jugar un buen partido individual y colectivo. Era concreto con la pelota, pero corr¨ªa. Y mucho. Ganara o perdiera se desplazaba por la cancha como un poseso, fiscalizaba a sus compa?eros, batallaba y porfiaba con los contrarios. Cada jugada la disputaba como si fuera la ¨²ltima. Pero por encima de todo, trotaba sin mirar el marcador. Cuando perd¨ªa se multiplicaba a¨²n m¨¢s para evitar la derrota o, cuanto menos, dignificarla.

Yo, al menos, vivo el f¨²tbol como la vida misma¡±, afirma el t¨¦cnico argentino

Ese convencimiento del culto al sacrificio y al sudor no le ha abandonado en su carrera como entrenador. Estos d¨ªas, mientras potenciaba a diario las virtudes t¨¢cticas del equipo con consignas de final, les ha recordado a sus jugadores con im¨¢genes los esfuerzos realizados para llegaer hasta el punto en el que se encuentran: a dos empates de conquistar la Liga y a una victoria de proclamarse campeones de Europa. Hoy ante el M¨¢laga (19.00, C+) puede ya ser campe¨®n, si vence y el Bar?a no lo hace en Elche (19.00, C+Liga y GolT). Un empate en el Calder¨®n y una derrota azulgrana les servir¨ªa si el Madrid no gana en Vigo.

La fe de Simeone en el esfuerzo no es una mera cuesti¨®n kilom¨¦trica, sino tambi¨¦n la creencia de que el trabajo constante mantiene al jugador con una concentraci¨®n mayor durante los partidos por pura implicaci¨®n. Los jugadores propensos a las desconexiones de intensidad o a lagunas significativas con el bal¨®n no tienen cabida en su ideario, que contiene expresiones de cabecera tales como ¡°el esfuerzo no se negocia¡± o ¡°hasta en el diccionario la palabra esfuerzo aparece antes que ¨¦xito¡±, recogida esta ¨²ltima de su exayudante Nelson Vivas, un disc¨ªpulo de Marcelo Bielsa. ¡°Con trabajo, esp¨ªritu, dedicaci¨®n y entrega, vas a estar m¨¢s cerca de los objetivos, el trabajo antes o despu¨¦s te termina pagando¡±, dijo ayer para reforzar esa fe tan ciega en el estajanovismo.

El jueves, Juanfran revel¨® uno de los resortes con los que Simeone trata de incrementar la motivaci¨®n del grupo y su autoconfianza. Antes de los partidos, el t¨¦cnico proyecta en el vestuario im¨¢genes de la pretemporada y tambi¨¦n secuencias de goles logrados como fruto del trabajo t¨¢ctico realizado. Sus futbolistas se ven a s¨ª mismos corriendo con la fresca por el campo de golf de Los ?ngeles de San Rafael, levantando pesas en el gimnasio o festejando tantos decisivos. ¡°Es mejor cuando vemos los goles de los contragolpes o de estrategia¡±, bromean en el vestuario.

No es la primera vez que Simeone utiliza la pretemporada como visi¨®n estimulante para el grupo. La campa?a anterior, antes de jugar la final de Copa en el Bernab¨¦u, se llev¨® al equipo concentrado a San Rafael para que rememorara el esfuerzo de la pretemporada, con triples sesiones de trabajo bajo una can¨ªcula agobiante. ¡°Cuando uno arranca tiene varias ideas, hemos grabado toda la pretemporada y utilizamos im¨¢genes. No quiere decir que con eso vas a ganar, gana el que mejor juega. Luego, esto es un juego y tiene episodios¡±, puntualiza el t¨¦cnico sobre ese regreso emocional al pasado esforzado del conjunto.

Simeone se present¨® al mediod¨ªa en la sala de prensa con la misma tranquilidad con la que un inocente testifica ante un tribunal. Su discurso borde¨® la trascendencia. Filosof¨® a la espera del destino. ¡°Yo, al menos, vivo el f¨²tbol como la vida misma¡±, asever¨® con tono calmado y profundo, ¡°y comprendo que en la vida uno tiene que dar continuamente sin esperar lo que te puedan devolver. Nosotros, como profesionales, le estamos dando un mont¨®n a esta competici¨®n, entreg¨¢ndonos como nos hemos entregado. La intenci¨®n es seguir manteniendo esa motivaci¨®n de seguir dando sin saber lo que te puede devolver el f¨²tbol¡±, prosigui¨®.

La alocuci¨®n de Simeone respondi¨® a la del entrenador que est¨¢ convencido de que hizo todo lo que est¨¢ en su mano antes del desenlace final que aguarda a ¨¦l y a sus jugadores. El Atl¨¦tico puede ser hoy campe¨®n. ¡°Yo no espero, s¨¦ que si gano yo, me vale. Estoy tranquilo porque lo damos todo y lucharemos hasta que no nos quede una gota de sudor para ganar al M¨¢laga".

Nada le gustar¨ªa m¨¢s que poder celebrar el t¨ªtulo delante de su afici¨®n. En el a?o 96, la ¨²ltima vez que el Atl¨¦tico gan¨® la Liga, pudo alzarse con el t¨ªtulo una jornada antes si el Valencia, su perseguidor, huiera ca¨ªdo en Tenerife. Simeone les respet¨ªa a los Kiko y compa?¨ªa que la Liga se ten¨ªa que ganar en casa y jugando, ganando al Albacete como finalmente sucedi¨®. A la espera de lo que suceda con Diego Costa, al que hoy se le someter¨¢ a una prueba, Simeone adopta la pose del cazador ante el ruido de fondo de Bar?a y Madrid: ¡°Como dice un amigo m¨ªo, nosotros a tragar saliva, esperar y estar agazapados¡±.

La memoria del esfuerzo