Nadal toma el mando
Para llegar a la final (19.15, A3), donde espera Nishikori, el espa?ol corre menos metros que en solo tres partidos de Montecarlo "Mi ¡®drive¡¯ vuelve a hacer da?o¡±, asegura para explicar su dominio
Son 244 metros que separan la victoria de la derrota, el mandar del ser dominado, la gloria del infierno. Cuando Rafael Nadal gana 6-4 y 6-3 a Roberto Bautista y se clasifica para la final del Mutua Madrid Open (hoy, 19.15, por Antena 3 y contra Kei Nishikori, que gan¨® 7-6, 5-7 y 6-3 a David Ferrer) ha recorrido menos metros para llegar al partido decisivo de la capital que en solo tres encuentros del Masters 1.000 de Montecarlo, donde comenz¨® su peor arranque de una gira de arcilla desde 2003: 4.537 frente a 4.781, pese a sumar ahora un partido y un set m¨¢s que entonces.
Esos 244 metros de diferencia no son el ¨²nico dato que fotograf¨ªa c¨®mo su drive ya no es una espada roma, sino afilada; y c¨®mo su pelota quema en lugar de llegar apagada. Que Nadal ha vuelto a tomar el mando queda reflejado en otra estad¨ªstica: si en cuartos de final del Masters 1.000 del Principado perdi¨® abrumadoramente la batalla de los puntos vencidos en intercambios por debajo de los cinco golpes (42 a 28 para David Ferrer), en Madrid la gan¨® por goleada en todos los encuentros. El tim¨®n de los duelos vuelve a estar en sus manos porque el l¨¢tigo de su derecha ha recuperado el spin, su famoso efecto curvado, que obliga a golpear a los contrarios muy por encima de la cintura, en incomod¨ªsima postura.
¡°Mi drive est¨¢ subiendo otra vez: cuando tengo bolas intermedias est¨¢ volviendo a hacer da?o sin necesidad de ir a tocar la l¨ªnea, con tiros m¨¢s o menos seguros¡±, describi¨® el defensor del t¨ªtulo, que buscar¨¢ su 27? Masters 1.000 en su sexta final en la capital de Espa?a. ¡°Tirando con m¨¢rgenes consigo desplazar a los rivales sin asumir grand¨ªsimos riesgos. Es la clave de jugar bien en esta superficie¡±, insisti¨®. ¡°En las bolas normales, soy capaz de crear ese spin que no era capaz de crear hace unas semanas. Ah¨ª cambio la bola al paralelo y puedo poner al rival en problemas¡±, prosigui¨®. ¡°La sensaci¨®n ya fue mucho mejor en Barcelona que en Montecarlo. Eso me dio tranquilidad. Lo importante es que los nervios no te impidan desarrollar lo que quieres¡±, a?adi¨®. ¡°[Tras ganar a Berdych] He tenido la confirmaci¨®n de que mi mejora es real. Esto significa mucho para m¨ª. Todo son s¨ªntomas de que mentalmente estoy m¨¢s estable, m¨¢s confiado en que ir¨¢ bien, con una regularidad mental y ten¨ªstica mejor de lo que estaba teniendo. Es muy positivo para afrontar lo que viene¡±.
Ferrer cae ante Nishikori pese a supear nueve puntos de partido
Kei Nishikori necesit¨® diez puntos de partido para derribar a David Ferrer por 7-6, 5-7 y 6-3 en semifinales. "S¨ª, se puede; s¨ª se puede", gritaba el p¨²blico, emocionado por el esfuerzo del alicantino, que una y otra vez se mantuvo en el partido y que incluso tuvo tres bolas de break en el juego final para mantenerse vivo.
"Estoy dolido, ha sido un partido muy duro, en el que he tenido mis oportundiades, sobre todo en el primer set, que perd¨ª en tres juegos muy malos", dijo el alicantino, que sac¨® por ese parcial y lo perd¨® desde un 5-2 a favor. "Yo le di vida en el primer set. Ma?ana lo ver¨¦ en positivo, no por haber estado ah¨ª, sino por haber hecho semifinales. Me duele no estar en la final del domingo", a?adi¨®. "?l ha dado un salto de calidad. Pudo caer de mi lado, pero en el tercer set me despist¨¦ en un juego y..."
El ganador, adem¨¢s, tuvo el m¨¦rito de superar los dolores que sufr¨ªa en la espalda. Por tres veces atendi¨® el fisioterapeuta al japon¨¦s. Por tres veces volvi¨® Nishikori a la pista para demostrar por qu¨¦ desde el lunes ser¨¢ uno de los diez mejores tenistas del planeta: le sobre ritmo de fondo, suelta latigazos que dejan boquiabierto a cualquiera, y su saque es muy estimable para un competidor que no supea el 1,78m. Frente a eso, Ferrer puso sus restos, su drive y su entrega. No fue suficiente, pero su partido qued¨® como ejemplo para los tenistas que vienen. Con 2-5 en la tercera manga, el alicantino segu¨ªa anim¨¢ndose, dispuesto a sacar las garras, y por poco no mordi¨® el partido.
Lo que viene es la final de Madrid, Roma (desde la semana que viene) y Roland Garros (desde el 25 de mayo), donde el espa?ol buscar¨¢ su novena corona. Del Nadal de Montecarlo al Nadal de Madrid son muchas las diferencias. El rev¨¦s vuelve a ser un apoyo, y no un argumento principal, se?al de que el drive est¨¢ cumpliendo con su cometido. Las piernas llegan a donde antes no pod¨ªan, como en la espectacular derrapada que le llev¨® hasta el break con el que desatasc¨® el pulso contra Bautista (3-3 en la primera manga). El convencimiento frente a las dificultades es otro. Para que la obra est¨¦ completa, a¨²n queda en cualquier caso un buen trecho. Falta, por ejemplo, el refrendo de un partido ganado frente a los mejores en tierra (un Djokovic, un Wawrinka o un Ferrer), o el verle pasearse sobre el alambre de un partido apretado con la gr¨¢cil soltura del funambulista que tropieza pero nunca cae.
En la final le espera Nishikori, un tenista en alza, exigido durante 2h 55m por David Ferrer, que le neg¨® nueve bolas de partido y le hizo correr y correr sin que importara que tenga castigada la espalda. Con su resultado de la capital, su primera final en un torneo de la categor¨ªa, el japon¨¦s se convertir¨¢ el lunes en el primer tenista de su pa¨ªs en el top-10. Viene, adem¨¢s, de conquistar el t¨ªtulo de Barcelona e invicto en arcilla, lo que le califica inmediatamente en tierra batida. Ante Nadal, el japon¨¦s ha perdido los seis precedentes, pero siempre inquiet¨® al espa?ol, que sufre por la capacidad del chico de Shimane para visualizar la jugada y aprovechar sus r¨¢pidas manos estando siempre en el lugar adecuado. En Madrid, ayudado por la altura (650m), su saque vuela m¨¢s y hacen m¨¢s da?o los manotazos desde el fondo. Armas con las que medir a Nadal, cada d¨ªa m¨¢s gigante, todav¨ªa mir¨¢ndose los pies para saber si son de granito o de barro.
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