Dressel se corona con una marca futurista

La nataci¨®n masculina parec¨ªa un terreno bald¨ªo desde la despedida de Michael Phelps en los Juegos de R¨ªo. Las emociones se apagaban cuando irrumpi¨® Caeleb Dressel. El estadounidense ha convertido el erial en el huerto de Babilonia. El deporte ya tiene un nuevo icono a la altura de las exigencias industriales: rubio, dolicoc¨¦falo, pura sangre de Florida y adem¨¢s tatuado con barras y estrellas. Ha nacido un fuera de serie y la manifestaci¨®n m¨¢s rotunda fue la fren¨¦tica jornada del s¨¢bado en los Mundiales de Budapest.

Dressel conquist¨® el oro en los 50 libre, confirmando que adem¨¢s de ser un virtuoso posee la potencia de los sprinters. Hizo el largo en 21,15 segundos, la segunda mejor marca de la historia sin ba?ador de cuerpo entero. Media hora despu¨¦s logr¨® algo m¨¢s extraordinario a¨²n. Nad¨® el 100 mariposa en 49,86 segundos y se qued¨® a cuatro cent¨¦simas del r¨¦cord de Phelps.

Dressel gast¨® fama de prodigio adolescente en el colegio Bolles, de Jacksonville, donde obtuvo r¨¦cords nacionales de menores de 15 a?os en 100 y 200 yardas. All¨ª lo entrenaba el espa?ol Sergi L¨®pez bajo los mejores auspicios. Corr¨ªa 2012 y todos hablaban de un buen muchacho de costumbres r¨²sticas, hijo de un ranchero de la zona, fervoroso cristiano y sin m¨¢s devoci¨®n secular que el agua. El a?o pasado se inscribi¨® en la Universidad de Florida y fue a los Juegos clasificado para nadar el 100 libre por detr¨¢s de Nathan Adrian. En R¨ªo gan¨® dos oros ol¨ªmpicos en los relevos de 4x100 libre y 4x100 estilos. Ten¨ªa 19 a?os. A esa edad Phelps acumul¨® seis oros ol¨ªmpicos y cuatro oros mundiales. El caso de Dressel indica una evoluci¨®n acorde con los est¨¢ndares. La suya no es una explosi¨®n prematura.

Dressel esper¨® a cumplir 20 a?os para situarse como el nadador de referencia en la categor¨ªa masculina. Su marca en la final de 100 mariposa es suficiente para establecerle como una figura de pleno derecho. Por varias razones.

Roma 2009 y Kristof Milak

La primera, porque solo en una ocasi¨®n se baj¨® de 50 segundos en esta prueba y fue en la final de los Mundiales de Roma, en 2009, en condiciones extremadamente favorables. Armados de ba?adores actualmente prohibidos, Michael Phelps (49,82s) y el serbio Milorad Cavic (49,95s) ingresaron en un universo desconocido. Cavic se ayud¨® de un mono de goma Arena completamente impermeable. Phelps goz¨® de menos beneficios: el mono de Speedo, con placas de goma sin sellar, permit¨ªa la filtraci¨®n del agua. Pero Speedo le patrocinaba y debi¨® ce?irse al contrato.

Dressel emplea un ba?ador tipo bermuda. Nada a pecho descubierto, como el resto de los competidores en Budapest, autores del 100 mariposa m¨¢s r¨¢pido de la historia. Hubo seis nadadores por debajo de 51 segundos: Dressel, Milak, Schooling, Guy, Cseh y Li. El s¨¦ptimo, el australiano Grant Irvine, acab¨® en 51,00s redondos.

Result¨® asombrosa la exhibici¨®n de Kristof Milak. El h¨²ngaro de 17 a?os crece como un maremoto. Basta la perspectiva: con 17 a?os Dressel no bajaba de 52 segundos. Milak amenaza los 49s. Se llev¨® la plata con un esfuerzo portentoso en el segundo 50, que nad¨® en 26,77s, solo 22 cent¨¦simas por detr¨¢s del estadounidense. Su 50,62s supone el r¨¦cord mundial j¨²nior.

Michael Phelps nunca fue un velocista puro. Pero ten¨ªa tanta clase que hizo algunas de las mejores marcas en 100 libre y bati¨® el r¨¦cord de 100 mariposa en 2009, cuando llevaba casi un a?o sin entrenarse, tras el periodo sab¨¢tico que sucedi¨® a los Juegos de Pek¨ªn.

Caeleb Dressel debe su fibra r¨¢pida a la gen¨¦tica. Esta predisposici¨®n le especializa en la velocidad. Para Estados Unidos, el pa¨ªs de los racers, es una bendici¨®n. Para la nataci¨®n, como deporte y como negocio, tambi¨¦n.