Mireia Belmonte logra la plata en los 400m estilos de los Mundiales de nataci¨®n
La nadadora de Badalona consigue su tercera medalla en los campeonatos, solo superada por la ¡°t¨¢ctica suicida¡± de Hosszu
La prueba que consagra a los nadadores m¨¢s completos, los 400 metros de estilos combinados, es el laberinto de Katinka Hosszu. El feudo de una reina y el enigma de una retadora pertinaz, la espa?ola Mireia Belmonte, que volvi¨® a colgarse la plata repitiendo el podio de los Mundiales de 2013 y poniendo el marchamo de calidad a una participaci¨®n extraordinaria. Mireia deja Budapest con un oro y dos platas. Un oro en 200 mariposa, una plata en el 1.500 y otra en 400 estilos. Rosario de cuentas ecl¨¦cticas. Pruebas que reflejan una versatilidad ¨²nica en el cuadro femenino, casi una extravagancia que ha permitido al equipo espa?ol cumplir con honores gracias a una sola muchacha. Porque Espa?a ha pasado de acudir a R¨ªo con 20 nadadores a ir a Budapest con solo ocho, tres de los cuales no hicieron ni la marca m¨ªnima para clasificarse. Si la nataci¨®n espa?ola no amenaza ruina es gracias a la nadadora que se atrevi¨® a cazar a Katinka Hosszu en su feudo.
La h¨²ngara ha dise?ado un esquema que le permite encontrar la salida al tiempo que tritura a sus perseguidoras. El arcano son estos 400 metros en los que las nadadoras deben nadar sucesivamente mariposa, espalda, braza y crol. Cuatro problemas encerrados en un problema mayor que son la celada de Hosszu, due?a de su tercer t¨ªtulo mundial en una especialidad que domina con prepotencia. Hace un a?o en los Juegos de R¨ªo se hizo con el oro y bati¨® el r¨¦cord mundial (4m 26,36s). Este domingo se mostr¨® m¨¢s vulnerable. Su final perdi¨® vigor. Pero le bast¨® con arrasar en los primeros 200 metros. Su arma secreta. El golpe que deja la piscina como una marmita en ebullici¨®n y siembra de dudas a las dem¨¢s nadadoras.
El mismo esquema
Mireia lo define como ¡°t¨¢ctica suicida¡±. Consiste en algo parecido a despegar, volar, y quedarse sin gasolina para el aterrizaje. El esquema siempre es el mismo. Hosszu vol¨® en la primera posta de mariposa colocando su cuerpo en el umbral lact¨¢cido, se puso primera mientras las dem¨¢s ahorraban energ¨ªa para el regreso, y dio el zarpazo en los 100 metros de espalda, su especialidad, en donde consigui¨® cuatro segundos de ventaja, cinco metros aproximadamente, una brecha insalvable para Mireia. ¡°La Hosszu saca 15 metros a todo el mundo y se pone en situaci¨®n ag¨®nica¡±, explic¨® antes de la final Fred Vergnoux, el entrenador de Mireia. ¡°Solo si Mireia est¨¢ cerca despu¨¦s del viraje a braza le puede ganar¡±.
Vergnoux procur¨® alterar la t¨¢ctica. Intent¨® que Mireia se olvidara un poco de racionar su energ¨ªa. La invit¨® a aprovechar su superioridad en la mariposa para ganar un margen. Un espacio que le permitiera no sufrir tanto la p¨¦rdida de metros en la posta de espalda, su punto d¨¦bil. ¡°Ella tendr¨ªa que salir mucho m¨¢s r¨¢pido; la marca de un minuto y un segundo largo en el primer 100 no es suficiente¡±, dijo el t¨¦cnico. ¡°Lo hemos hablado pero esto da miedo porque te quedan 300 metros y te puedes paralizar por el agotamiento. La idea es estar un poco m¨¢s cerca en el 200. Poca gente puede hacer lo que hizo Mireia en R¨ªo: nadar el ¨²ltimo 50 en 29 segundos. El problema es quedar a 2m 12s y 2m 13s en el paso por el 200 porque entonces la Hosszu ir¨¢ cinco segundos delante y estos son m¨¢s de diez metros¡±.
Mireia cumpli¨® con el nuevo plan pero solo en los primeros 50 metros de mariposa. Hizo 29,03s. Nunca hab¨ªa nadado tan r¨¢pido en el inicio. Pas¨® por el 100 pr¨¢cticamente emparejada con Hosszu, a un segundo por detr¨¢s. Quiz¨¢s fue demasiado. En los 100 metros que siguieron de espalda, la h¨²ngara se qued¨® nadando sola. Planeando sin gasolina pero con una ventaja insalvable. Las japonesas Ohashi y Shimizu, por la calle uno y dos, solo aguantaron el tipo hasta la ¨²ltima posta. En el 100 de nado libre, tras una braza de consolidaci¨®n, la espa?ola volvi¨® a tomar el mando emparejada con la canadiense Sydney Pickrem.
Al rev¨¦s que su gran rival, que acaba medio hundida, Mireia suele terminar el 400 en su plenitud de confianza. Dio la sensaci¨®n de que incluso le sobr¨® un poco de energ¨ªa en los metros finales. Hizo 4m 32,17s. Un segundo por encima de su mejor tiempo. Pegada a la pared, p¨¢lida como una tapia, Katinka Hosszu se quit¨® el gorro y mir¨® al grader¨ªo con alivio, como si el final de los Mundiales fuesen su salvaci¨®n.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.