Sin Serena Williams, el baile nunca termina

Se fue Serena Williams, entr¨® la luz y naci¨® la alternancia. Uno, dos, tres, cuatro y hasta cinco jugadoras han conseguido situarse en lo m¨¢s alto del ranking y saborear la miel del n¨²mero uno, porque el vac¨ªo que dej¨® la estadounidense, debido a su maternidad, no es que sea grande, evidentemente significativo, sino m¨¢s bien inmenso. Desde que ella anunci¨® su embarazo (abril) y se ech¨® moment¨¢neamente a un lado, el circuito femenino, muy vol¨¢til de por s¨ª, ha acentuado su tendencia a los giros y a los cambios de dominio.

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Ahora gobierna Simona Halep (26 a?os), pero ayer lo hicieron la propia Williams (36), Angelique Kerber (29), Karolina Pliskova (25) y Garbi?e Muguruza (24), al frente del listado mundial durante un mes. ¡°S¨ª, est¨¢ muy igualado. Aqu¨ª hay muchas jugadoras con opciones y creo que eso es fant¨¢stico¡±, apunta la actual n¨²mero dos, que cogi¨® las riendas nada m¨¢s finalizar el US Open (el 11 de septiembre) y las perdi¨® cuatro semanas m¨¢s tarde, despu¨¦s de tener que abandonar en Pek¨ªn debido a la fiebre, circunstancia que aprovech¨® Halep para coronarse el pasado d¨ªa 9 y estar ahora al mando.

La rumana, primera tenista de su pa¨ªs que alcanz¨® el trono, conoce bien los v¨¦rtigos que produce la sensaci¨®n de acercarse al n¨²mero uno. Lo consigui¨® al cuarto intento, porque se le escap¨® antes en tres ocasiones y por eso se expresa en Singapur desde la precauci¨®n. ¡°Notas que algo te cambia por dentro. Es la mejor sensaci¨®n que he tenido en toda mi carrera, un sue?o hecho realidad, pero de momento solo quiero disfrutar del d¨ªa a d¨ªa, nada m¨¢s. Juego mejor cuando no pienso demasiado en ello y, creedme, tengo algo de experiencia por lo que me ha ocurrido este a?o¡­¡±.

A diferencia del circuito masculino, en el que ha habido un monopolio claro del Big Four desde la irrupci¨®n de Roger Federer en 2004 (302 semanas, por las 223 de Novak Djokovic, las 150 de Rafael Nadal y las 41 de Andy Murray)¨C, en el femenino se han ido produciendo numerosos relevos en la ¨²ltima d¨¦cada. En el mismo periodo, cuatro hombres ocuparon la cima, por 13 mujeres: las belgas Justine Henin (117) y Kim Klijsters (20), las rusas Dinara Safina (26) y Maria Sharapova (21), las serbias Ana Ivanovic (12) y Jelena Jankovic (18), la danesa Caroline Wozniacki (67) y la bielorrusa Victoria Azarenka (51).

Siete cambios de trono en un a?o

A todas ellas se unen las cuatro nuevas ascensiones de este a?o y la dictadura previa de Serena. La norteamericana concentr¨® el poder durante 319 semanas, 186 de ellas de forma consecutiva (de febrero de 2013 a septiembre de 2016), de modo que su ausencia ha planteado un escenario completamente nuevo, el regreso a las alternativas. ¡°Ahora est¨¢ todo mucho m¨¢s abierto¡±, precisa Muguruza. ¡°Sin Serena es distinto. Ahora, pr¨¢cticamente cada semana puede haber un cambio. Hay m¨¢s opciones. Tanto para los aficionados como para nosotras es m¨¢s dram¨¢tico¡±, valora la espa?ola.

¡°Creo que estamos ante un gran periodo, porque hay muchas buenas jugadoras ah¨ª fuera. Todas las que estamos aqu¨ª hemos hecho un gran a?o¡±, agrega Wozniacki en referencia a este 2017 salvaje que comenz¨® con un doble enroque: el 1 de enero mandaba Kerber y el d¨ªa 30 le desbanc¨® Serena; despu¨¦s, la alemana recuper¨® la poltrona el 20 de marzo y la estadounidense replic¨® el 24 de abril. Luego vino el par¨¦ntesis, el anuncio del embarazo, y el baile que nunca termina: Kerber otra vez (del 15 de mayo al 16 de julio); le sucedi¨® Pliskova hasta el 11 de septiembre, fecha de la entronizaci¨®n de Muguruza; y el 9 de octubre, hace solo dos semanas, subi¨® Halep.

Venus, Ostapenko y Stephens como s¨ªntoma

Tal es el vaiv¨¦n que en Singapur siete de las ocho participantes pueden cerrar matem¨¢ticamente el curso en lo m¨¢s alto; la excepci¨®n es la francesa Caroline Garcia. Tan imprevisible es hoy d¨ªa la WTA que se puede ver todav¨ªa a la avezada Venus Williams (37) en la cita maestra, donde aterriz¨® por primera vez en 1999, hace 18 a?os, y disputando dos de las cuatro finales de los cuatro grandes (Australia y Wimbledon). Tan desconcertante es que Elina Svitolina, la tenista que m¨¢s t¨ªtulos ha ganado (5) y que mejor balance tiene contra top-5, a¨²n no ha sido premiada con el n¨²mero uno. Y tan indefinido es que los cuatro Grand Slams han tenido campeonas diferentes: Serena en Melbourne, Jelena Ostapenko en Par¨ªs, Muguruza en Londres y Sloane Stephens en Nueva York.

Ahora, cada semana puede haber un cambio. Hay m¨¢s opciones. Es m¨¢s dram¨¢tico GARBI?E MUGURUZA

Los casos de la segunda y la ¨²ltima, la letona y la estadounidense, son especialmente sintom¨¢ticos. Ostapenko, todo fuerza y todo ¨ªmpetu, se llev¨® por delante en Roland Garros a todas las favoritas, una tras otra, para levantar su primer major con solo 20 a?os y convertirse en la ganadora m¨¢s precoz en el Bois de Boulogne desde 1997 ¨Centonces, Iva Majoli, con 19¨C. Mientras, lo de Stephens fue todav¨ªa mucho m¨¢s rocambolesco. Apareci¨® pr¨¢cticamente de la nada, en el puesto 957 del ranking solo cinco semanas antes de triunfar en Flushing Meadows, de donde sali¨® con un gran trofeo y el puesto 17 entre los brazos. Luego, en los dos torneos posteriores que jug¨® (Wuhan y Pek¨ªn), cay¨® en la primera ronda.

As¨ª de sorprendente, hasta cierto punto il¨®gico, es el tenis femenino. ¡°Creo que tengo un hueco reservado ah¨ª arriba¡±, cierra con decisi¨®n Garbi?e, de la que muchos dicen que deber¨ªa ser la pr¨®xima dominadora del circuito. Ahora bien, Serena volver¨¢ presuntamente en enero, en Australia o bien en los torneos preparatorios previos, y habr¨¢ que comprobar en qu¨¦ estado lo hace. De todos modos, ya se sabe, con ella o sin ella la historia es muy distinta. Mientras, la danza contin¨²a.