El Zalgiris hace sonar las alarmas en el Palau Blaugrana

Jasikevicius, el entrenador que quiso y no pudo fichar el Barcelona para recuperarse de su desastrosa temporada anterior, volvi¨® al Palau Blaugrana para certificar las malas sensaciones del equipo que finalmente se puso en manos de Sito Alonso. El Zalgiris de Saras infligi¨® la tercera derrota consecutiva al Barcelona, tras las que sufri¨® en Belgrado ante el Estrella Roja en la Euroliga y en Madrid ante el Estudiantes en la Liga Endesa.

El tercer varapalo caus¨® m¨¢s da?o si cabe. Escoci¨® especialmente porque se produjo en el Palau y porque el equipo azulgrana depar¨® una sensaci¨®n muy pobre. Jug¨® siempre a remolque, falto de nervio, acierto en ataque y muy vulnerable en defensa. El serbio Micic llev¨® por la calle de la amargura a Hanga, a Pau Ribas y a quien se le pusiera por delante. El base canadiense con pasaporte esloveno Kevin Pangos sac¨® de sus casillas a Heurtel y a Pressey. El estadounidense Brandon Davis super¨® a S¨¦raphin, Moerman y Tomic.

La mala din¨¢mica de juego del Barcelona se dej¨® notar en una sucesi¨®n de errores, desde sus malos porcentajes en los triples (6 de 22, 27%) hasta su balance de robos y p¨¦rdidas (-9), en sus acciones deslavazadas, en sus vacilaciones ofensivas y en las facilidades que dio en ataque. Los dem¨¦ritos individuales se amontonaron, como si fuera inevitable que sus jugadores cayeran en la tentaci¨®n de hacer la guerra por su cuenta.

Pressley se vio siempre superado por los acontecimientos, Vezenkov apenas jug¨® cuatro minutos, Tomic poco m¨¢s de cinco, Pau Ribas estuvo lejos de su imagen plet¨®rica de sus primeros partidos tras casi un a?o sin jugar, S¨¦raphin empez¨® muy bien, pero fue diluy¨¦ndose, Moerman fall¨® los seis triples que lanz¨® y Navarro no pis¨® siquiera la cancha.

La garra de Hanga, con 19 puntos y 10 rebotes, y la vivacidad de Koponen, con 13 puntos y seis asistencias, no fueron suficientes. El Zalgiris alcanz¨® ocho puntos de ventaja mediado el tercer cuarto (48-56) y, tras alg¨²n ligero bache (54-57), consigui¨® ampliar el bot¨ªn a diez (60-70) y sentenciar sin apenas apuros. El marcador retrat¨® perfectamente las buenas vibraciones que despert¨® el juego del cuadro de Jasikevicius y la deriva negativa del despliegue del equipo de Sito Alonso.