Novelista del a?o
Tal vez el contrato de Messi est¨¦ tan bien escrito y tramado que en realidad sea una obra literaria
El barcelonismo llevaba meses esperando a que Messi cogiese un bol¨ªgrafo. Es casi gracioso. Pod¨ªamos imaginar a la afici¨®n gritando a Bartomeu ¡°?P¨¢saselo, p¨¢saselo!¡±, para que el futbolista tuviese algo con que firmar el nuevo contrato. En las im¨¢genes que confirman la noticia de su renovaci¨®n, hay un instante en el que Messi hace que escribe mientras mira a las c¨¢maras. Ya le hab¨ªamos visto ejecutar algo parecido a Laudrup, pero con un bal¨®n, cuando aparec¨ªa entre l¨ªneas, miraba a Stoichkov y se inventaba un pase a ciegas a Romario, en el lado contrario. Supongo que lo dif¨ªcil es lo de Messi.
La manera en que durante un par de segundos sostiene el bol¨ªgrafo en el vac¨ªo, con esc¨¦nico suspense, a punto de estampar su nombre en una hoja del contrato, me llev¨® a pensar en un t¨ªo segundo, multimillonario, que cada cinco a?os regresaba de Brasil y nos hac¨ªa una visita, tambi¨¦n con suspense. Se sentaba en el sof¨¢ y proced¨ªa a encender un cigarro, para despu¨¦s comenzar una sopor¨ªfera perorata, olvid¨¢ndose de que ten¨ªa el cigarro entre los dedos. Pasaba el tiempo, y mientras el cigarro se consum¨ªa solo, ¨¦l segu¨ªa hablando, sin preocuparse por la ceniza. Nos ten¨ªa en vilo, solo pendientes del cigarro por miedo a que nos quemase el sof¨¢. Imagino que al morir, uno de aquellos cigarros se encarn¨® en otro objeto, que tal vez al cabo del tiempo tambi¨¦n muri¨® y un d¨ªa se encarn¨® en el bol¨ªgrafo que Messi sosten¨ªa entre los dedos con la parsimonia que ya sus antepasados derrochaban cuando eran un simple cigarrillo.
Hay gestos que al demorarse en exceso, como esta renovaci¨®n, se vuelven un culebr¨®n. Hasta Serrat sali¨® a quejarse en este peri¨®dico, poco menos que diciendo que la obra era una mierda y que hab¨ªa que renovarle ya, sin m¨¢s rodeos. No asist¨ªa yo a algo as¨ª desde que supe que hace dos a?os el concejal de cultura de Vilalba (Lugo) orden¨® suspender a media funci¨®n el musical Abba porque era mal¨ªsimo. Pasa que a veces la vida se vuelve lenta, y a uno le entran ganas de no hacer las cosas, o al menos hacerlas despacio, aunque sea para que queden bien.
Tal vez el contrato de Messi est¨¦ tan bien escrito, y perfectamente tramado, que en realidad sea la novela del a?o, y no una mera suma de papeles legales de la que se siga que el futbolista no se ir¨¢ nunca del Bar?a y a cambio le pagar¨¢n lo que pida. En un caso as¨ª se entiende la lentitud y a la vez la desesperaci¨®n que produce, como cuando los camareros de la vieja escuela, a la hora de anotar en su bloc lo que ibas a cenar, se demoraban tan misteriosamente en la redacci¨®n del pedido que te preguntabas ¡°?Pero qu¨¦ estar¨¢ escribiendo?¡±. T¨² simplemente quer¨ªas zamparte un maldito bistec con patatas, pero parec¨ªa que ¨¦l estuviese escribiendo: ¡°Abrumado por la perspectiva de pasar un d¨ªa m¨¢s la noche solo y triste, el cliente estudi¨® la carta y pidi¨® un jugoso bistec, hecho al punto, pensando que por un momento dejar¨ªa de sentirse insignificante, contingente y mortal¡±.
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