La gran conjura del Eibar ante el Atl¨¦tico
El Atl¨¦tico pone a prueba la racha del equipo armero, que suma seis victorias y un empate en los ¨²ltimos siete partidos
Como si de una conjura se tratase, qui¨¦n sabe si con San Fabricio de Tr¨¦veris o San Guetnocio de Breta?a, dos de los santos del d¨ªa, aquel 5 de noviembre del pasado a?o, en Anoeta, el Eibar, que perdi¨® 3-1 frente a la Real Sociedad, decidi¨® poner fin a su descenso a los infiernos y que la ducha post partido le endureciese la piel. En 11 partidos de Liga hab¨ªa cosechado 7 derrotas, dos victorias y dos empates, anotando tan solo 5 goles y recibido 25 (entre ellos seis del Bar?a en el Nou Camp y cuatro del Celta en Ipurua). Los m¨¢s optimistas pensaban que se repetir¨ªa el esquema no tan negativo: el Eibar cuando empezaba bien, acababa mal, y viceversa. Un visi¨®n simplista de un equipo sencillo, pero no simple. Cierto que su desplome en la segunda vuelta de la temporada 2014-2015 le envi¨® al descenso, que finalmente evit¨® por los impagos del Elche.
En medio de esa mala racha, Mendil¨ªbar lo hab¨ªa intentado todo: cambio de jugadores, defensa de cinco, aunque siempre manteniendo la idea central de ser un equipo invasor del ¨¢rea rival en Ipurua y voluptuoso en el contragolpe a domicilio. Pero nada sal¨ªa. Adem¨¢s, el Eibar sufri¨® las bajas de larga duraci¨®n del portero Yoel, Pedro Le¨®n y Fran Rico. Luego las lesiones del veterano Ramis, as¨ª como la salida del club en verano del franc¨¦s Lejeune (entre otros) en el habitual baile de fichas de los equipos que suplen dinero por imaginaci¨®n.
Sin embargo, desde esa conjura, el Eibar no ha perdido ninguno de sus siete partidos de Liga (fue eliminado de la Copa por el Celta) y ahora es s¨¦ptimo en la clasificaci¨®n gracias a sus seis victorias y un empate en Getafe donde fall¨® un penalti en tiempo casi de prolongaci¨®n. Tras Anoeta, donde doli¨® casi m¨¢s la ingravidez del Eibar que la propia derrota, el equipo comenz¨® a funcionar.
Este s¨¢bado mide su racha triunfal ante el Atl¨¦tico, ¡°un partido que no se gana en el minuto uno pero que lo puedes haber perdido en el minuto 5¡±, seg¨²n dijo Mendilibar, con algunos cambios en la plantilla en este mercado invernal. El t¨¦cnico ha aligerado el plantel con las cesiones del central G¨¢lvez ( Las Palmas) y Christian Rivera ( Barcelona B). A cambio ha conseguido la cesi¨®n con opci¨®n de compra de Orellana (Valencia), que tard¨® dos minutos en marcar un gol en su debut ante Las Palmas, y el fichaje de Pape Diop (Espanyol).
Modelo f¨¦rreo y sencillo
Lo cierto es que m¨¢s all¨¢ de las circunstancias puntuales, el Eibar estructuralmente se asocia a un modelo f¨¦rreo y sencillo de combinar f¨²tbol y compromiso. Por eso triunfaron futbolistas de tron¨ªo como G¨¢rate, en aquellos tiempos, Xabi Alonso, Silva, Almunia y tantos otros que contradec¨ªan el t¨®pico del Eibar como equipo cansaalmas, arraigado como nadie en Segunda Divisi¨®n hasta el gran salto de 2014 de la mano de Gaizka Garitano, entrenador y ex jugador del club, dimitido tras aquel descenso no consumado en 2015.
Mendilibar le ha dado su toque personal a un equipo con la personalidad bien definida. Un aire que parece volc¨¢nico, aunque fuera del f¨²tbol exhibe una educaci¨®n y una calma como en un juego de espejos. En el campo, un volc¨¢n; luego, una brisa. Cuenta la leyenda que cuando Periko Alonso entrenaba al Eibar (entre 1995 y 1998), el club instal¨® una protecci¨®n de goma en el saliente superior del banquillo. Dicen que Periko, golpeaba con su cabeza al banquillo cada vez que lamentaba o rumiaba un error, un fallo, una injusticia, y por muy Periko Alonso que fuera, la cabeza corr¨ªa sus riesgos. Seguramente es una leyenda urbana. Pero seguramente, sea realidad o ficci¨®n, tambi¨¦n define otra arista del modelo Eibar.
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