El Barcelona elimina al Chelsea con un matador Messi
El equipo azulgranza renuncia a la posesi¨®n y se entrega a la efectividad del 10 para atrapar los cuartos de final a costa de un Chelsea falto de suerte y peleado con los postes
Avanza un Barcelona vertiginoso por la Champions despu¨¦s de dejar en la cuneta al Chelsea. Ha perdido pausa y ganado rapidez, seguramente porque ahora mandan m¨¢s los defensas y los delanteros que los medios, si es que Messi no es tambi¨¦n un volante o un enganche, decisivo como armador y goleador, m¨¢s voraz que nunca, revanchista con los blues, dispuesto a ser protagonista en la Liga y en la Copa de Europa. Muy pocas veces se hab¨ªa visto a un Messi tan maquiav¨¦lico y matador, verdugo de un Chelsea est¨¦ril y desafortunado, peleado cuatro veces con los postes, reducido por un plantel poderoso en las ¨¢reas, menos jug¨®n que en su mejor ¨¦poca y, sin embargo, jaleado por el Camp Nou.
El barcelonismo ha asumido que el equipo est¨¢ para agrandar la leyenda de Messi. Hasta Demb¨¦l¨¦ e Iniesta defienden cuando descansa el 10. El rosarino camin¨®, esper¨® y cuando tom¨® la pelota fue para no parar hasta reventar a Courtois. El rosarino convirti¨® una tarea aparentemente tit¨¢nica en una faena selectiva, tal que fuera un francotirador, el hombre que abati¨® al Chelsea, como ya se intuy¨® en la previa cuando debat¨ªa con el entrenador c¨®mo resolver el enigma de Conte.
Valverde mand¨® un mensaje optimista desde la alineaci¨®n para combatir la leyenda de que los partidos con el Chelsea son pesarosos e indigestos en el Camp Nou. Recuper¨® a Iniesta, reci¨¦n salido de la lesi¨®n sufrida ante el Atl¨¦tico, y al igual que contra la Juve apost¨® por Demb¨¦l¨¦. Quer¨ªa agitar el partido con un tercer delantero antes que recoger al equipo con un cuarto volante como Andr¨¦ Gomes o Paulinho. La hinchada celebr¨® la noticia con una gran jarana ac¨²stica y la rechifla de costumbre al himno de la Champions. Herv¨ªa el estadio porque Conte tambi¨¦n hab¨ªa cedido a los consejos de su plantel y situaba al gigante Giroud como ariete para que no se aburriera Hazard.
Hab¨ªa dinamita en la cancha y el gol que tanto tard¨® en Stamford Bridge se present¨® a los 126 segundos despu¨¦s de una aceleraci¨®n de Demb¨¦l¨¦ y un cambio de ritmo de Messi. El 10 se apoy¨® en Su¨¢rez y su tiro se col¨® por debajo de las piernas de Courtois, igual que cuando Belletti conquist¨® Par¨ªs. No alcanza normalmente con el juego para abatir al Chelsea sino que a menudo se requiere de un rebote y de un error para cantar gol ante Courtois. El tanto tuvo un efecto cegador para el Barcelona y despert¨® a los muchachos de Conte.
Los azulgrana no supieron tener la pelota y con sus p¨¦rdidas reiterativas se entregaron a un mon¨®logo del Chelsea. Apretaban arriba los ingleses, forzaban faltas en las bandas y apuntaban a Ter Stegen. Ni atacaba ni contraatacaba el Bar?a, sorprendido por la valent¨ªa del rival y puede que tambi¨¦n por el tanto m¨¢s madrugador en la vida de Messi. Al Bar?a le costaba parar el tiempo, detener el partido, conectar con Messi, diseminado como estaba en el campo, tan exigido que el ¨²nico que no achicaba agua era el 10. Umtiti estuvo prodigioso en un bloqueo a un disparo de Hazard. La pelota, sin embargo, sali¨® despedida y Messi demostr¨® que no tiene amigos en el f¨²tbol y menos si juegan en el rival como Cesc.
El 10 le quit¨® el cuero al 4 en la divisoria y no dej¨® de correr y regatear hasta llegar al ¨¢rea y tocar para la llegada de Demb¨¦l¨¦. El franc¨¦s par¨® la pelota y enganch¨® un remate cruzado con la derecha que se col¨® por el ¨¢ngulo derecho de Courtois. El golazo estremeci¨® al Camp Nou y bendijo a la formaci¨®n de Valverde. La efectividad azulgrana desmont¨® por momentos al Chelsea. Hasta que el Bar?a volvi¨® a perder el bal¨®n de vista y favoreci¨® las entradas de Hazard y Willian. A los ingleses, estirados por la falta de presi¨®n azulgrana, les falt¨® el acierto que antes tuvo el Barcelona.
No estaban c¨®modos los barcelonistas con la electricidad del Chelsea ni con el arbitraje de Skomina. No sorprendi¨® que al descanso se llegara con un lanzamiento de falta a la madera de Marcos, despu¨¦s de que Kante no atinara en un chut ante Ter Stegen. El percutor de Marcos no par¨® de llamar al marco del Bar?a. Piqu¨¦ tir¨® al espa?ol en una jugada que pareci¨® penalti y Demb¨¦l¨¦ le reban¨® una pelota cuando ya enfocaba a la porter¨ªa del Bar?a.
El partido se jugaba al ritmo de Willian y a Valverde no le qued¨® m¨¢s remedio que intervenir para ganar aire y consistencia con Paulinho y Andr¨¦ Gomes. La incertidumbre y el peligro dur¨® hasta que reapareci¨® Messi, siempre oportuno, despu¨¦s de una recuperaci¨®n de Alba y un toque de Su¨¢rez. El 10 se hizo humo y se present¨® ante el meta para meterle el cuero entre las piernas y contar su gol 100 en la Champions. Una jugada definitiva para poner fin al partido por m¨¢s que faltara media hora de una eliminatoria resuelta con tres goles y una asistencia de Messi. Jam¨¢s fue tan contundente y preciso el 10. El Bar?a ha decidido dejar la pelota m¨¢s veces que nunca a pies del rival y de Messi y de momento le vali¨® para golear al Chelsea.
Leo, 100 tantos en Champions y el m¨¢s r¨¢pido de su carrera
Messi apenas tard¨® 119 segundos en batir a Courtois en el que fue el gol m¨¢s r¨¢pido de su carrera y que a buen seguro dedic¨® a su hijo Ciro, nacido el pasado s¨¢bado. Fue solo el pr¨®logo de su exhibici¨®n. Prosigui¨® con la fant¨¢stica jugada que acab¨® con una asistencia a Demb¨¦l¨¦. Y redonde¨® su actuaci¨®n con su segundo gol (tambi¨¦n bajo las piernas del meta del Chelsea), su diana n¨²mero 100 en la Liga de Campeones en 123 partidos. Messi es el segundo jugador que alcanza el centenar de tantos, tras Cristiano Ronaldo, que acumula 118 en 141 partidos. Ambos est¨¢n muy distanciados del tercero, Ra¨²l, que celebr¨® 71 goles en la m¨¢xima competici¨®n continental. ¡°Messi marca siempre las diferencias, es una bendici¨®n¡±, afirm¨® Iniesta. A los pies del 10 el Bar?a lleg¨® a cuartos de Champions por 11? vez seguida, dos m¨¢s que el Bayern y tres m¨¢s que el Madrid.
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