Naranjito y los limones
Los malteses han dado la versi¨®n de lo que pas¨®. Para la tertulia, nada mejor que el 12-1
El espa?olito medio sabe m¨¢s del 12-1 a Malta que de cualquier otro partido en color, aunque es necesario ser un cuarent¨®n largo para recordarlo. Espa?a ven¨ªa de fracasar en su Mundial, y se present¨® un a?o m¨¢s tarde con la necesidad de ganar por 11 goles de diferencia para estar en la Eurocopa y redimirse.
Despu¨¦s, ya saben m¨¢s o menos lo que pas¨®. Miguel Mu?oz sali¨® a lo bestia. Con cuatro jugadores de ataque: Santillana, Rinc¨®n, Sarabia y Carrasco. Gordillo y Se?or actuaron de extremos con V¨ªctor en la corona del ¨¢rea. Vamos, que cerraban Andoni Goikoetxea y Maceda, y Camacho cuando volv¨ªa de ponerla en banda. Hay que ver c¨®mo cambia el cuento en 35 a?os. El maestro Jos¨¦ ?ngel de la Casa narrando y Azuara de inal¨¢mbrico. Solos, para qu¨¦ m¨¢s. Ten¨ªan al mejor comentarista, el mism¨ªsimo Miguel Mu?oz. En el tramo final del partido dio m¨¢s declaraciones que ¨®rdenes, con los periodistas sentados junto al banquillo. Y despu¨¦s, ya el gol de Se?or, y la narraci¨®n por la que los periodistas de mi generaci¨®n conocimos a Jos¨¦ ?ngel.
El caso es que Marc Pons ha conseguido que los malteses den la versi¨®n de lo que pas¨®. Dan ganas de achucharles al comienzo, esos hombres que jugaban en campos de barro y paja, amateurs. Que se met¨ªan cervezas y una barra de pan despu¨¦s de cada entrenamiento, que eran m¨¢s bien pocos, y por la ma?ana trabajaban.
Incluso hacen que te sientas culpable. Llegaron tarde a Espa?a, no se les dej¨® entrenar porque el hombre que ten¨ªa que dar la luz del estadio se hab¨ªa dejado las llaves en casa. Un despiste, vaya. Como el del hotel, con buena cama pero sin restaurante. Y por la noche, cacerolada. Despu¨¦s, la cosa se pone tensa. Dice Demanuele, que marc¨® el 1-1, que los de rojo ten¨ªan una babilla blanca en los laterales de los labios, que a un hermano culturista le pasa lo mismo cuando se mete esteroides.
Ahora, el tema limones es insuperable. Al descanso, comentan, apareci¨® un se?or bajito y de blanco con una caja de limones. Y claro, a caballo regalado, a chupar lim¨®n. Dicen los malteses que se sintieron mal, como drogados. Una marcianada. Quedar¨¢ como una an¨¦cdota m¨¢s en torno a una leyenda. Se ganar¨¢n Mundiales y Eurocopas. Pero, para la tertulia, nada mejor que el 12-1.
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