El Barcelona necesita tanto a Messi como a Busquets
El mediocentro catal¨¢n equilibra al equipo y el delantero argentino desequilibra al contrario
El ¨¦xito del Bar?a se asocia a Messi, decisivo para entender el empate del Bar?a en el Pizju¨¢n despu¨¦s de un excelente partido del Sevilla. El 10 gana puntos, partidos y t¨ªtulos para suerte de los distintos entrenadores azulgrana desde su debut en 2003. El rosarino es decisivo para decantar los partidos a favor del Barcelona. A su alrededor, se organiza el juego ofensivo, y ya se sabe que si el equipo ataca bien, tiene menos dificultades para defender, tarea en la que se ha esmerado desde la llegada de Valverde y la salida de Neymar.
El desequilibrio del contrario depende de Messi de la misma manera que el equilibrio propio queda a expensas de Busquets. El partido del s¨¢bado constat¨® tanto la importancia del argentino como la debilidad del Barcelona en ausencia del mediocentro que descubri¨® Guardiola en Tercera. No es casual que Busquets sea el cuarto jugador m¨¢s utilizado por el t¨¦cnico despu¨¦s de Messi, del goleador Luis Su¨¢rez y del polivalente Rakitic, un centrocampista que asume el puesto de mediocentro en ausencia de Busquets.
La opci¨®n de Rakitic
La mejor versi¨®n del croata se dio como volante del Sevilla. Actuaba entonces de enganche con libertad en ataque, punto final del juego, autor de 15 goles y 18 asistencias en 52 partidos de la temporada 2013-2014, la anterior a su fichaje por el Bar?a. ¡°Jugar en medio le va mejor que en la banda¡±, le reconocen desde el Camp Nou mientras recuerdan sus tiempos de volante derecho cuando Luis Enrique le utilizaba tambi¨¦n para tapar el corredor que empezaba con Alves y acababa con Messi.
No es lo mismo actuar de pivote, demarcaci¨®n que conoc¨ªa de su paso por el Schalke e incluso con Croacia, que de centrocampista ofensivo, y menos en el Bar?a, que ejecuta la presi¨®n alta y apenas da tiempo a recomponerse en la transici¨®n ataque-defensa. Nadie como Busquets para la pausa, la mezcla y el pase por dentro que descuenta las l¨ªneas de presi¨®n as¨ª como para seleccionar los momentos para salir de su sitio y apretar y anticipar al rival, como advierte Rakitic. ¡°El Sevilla supo salir desde atr¨¢s muy bien, nos super¨® en la presi¨®n y luego ya era muy dif¨ªcil para nosotros¡±, reconoci¨® el croata en el Pizju¨¢n. No fue raro por tanto verle en situaciones de inferioridad num¨¦rica porque Paulinho no encontraba su sitio como interior derecho y porque a Iniesta le cuesta correr hacia atr¨¢s, m¨¢s a gusto como socio de Messi.
El equipo necesita tanto a Messi como a Busquets para ordenarse y desorganizar al contrario a partir de la pelota y del juego de posici¨®n y posesi¨®n, se?a de identidad del Barcelona. La mayor aportaci¨®n de Valverde ha sido juntar y compactar a un plantel con tendencia a partirse el ¨²ltimo a?o con el tridente Messi-Luis Su¨¢rez-Neymar. El t¨¦cnico agrup¨® a los jugadores en un 4-4-2 o, en su defecto, en un 4-3-3 con Messi. La diferencia se not¨® en Sevilla en ausencia del 10 y con la presencia en los costados de Coutinho y Demb¨¦l¨¦. Ninguno de los dos ayud¨® en defensa y tanto Sergi Roberto como Jordi Alba fueron sometidos a dos contra uno en los costados por Navas, Correa y el Mudo V¨¢zquez. El Bar?a se afloj¨® y de descosi¨®, fue un equipo sorprendentemente vulnerable, nada s¨®lido, capaz de tomar dos goles como solo hab¨ªa sucedido contra el Celta y la Real y en la Supercopa ante el Madrid.
Adem¨¢s del nervio competitivo, inequ¨ªvoco en los ¨²ltimos a?os, la consistencia ha sido la virtud capital del Bar?a: en 30 de los 48 partidos disputados ha sido capaz de mantener su porter¨ªa a cero. Y para que el equipo funcione se necesita la mejor versi¨®n de Busquets de la misma manera que para derrotar al contrario se precisa de Messi.
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