El Real Madrid abraza la Final Four tras vencer al Panathinaikos

El Real Madrid super¨® con bravura la enrevesada eliminatoria de cuartos ante el Panathinaikos (1-3) y disputar¨¢ su sexta Final Four en los ¨²ltimos ocho a?os, la quinta en las siete temporadas de Pablo Laso en el banquillo madridista (finalista en 2013 y 2014; campe¨®n en 2015; y semifinalista en 2017). Con Llull como met¨¢fora de coraje y perseverancia, con un esp¨ªritu de equipo? hormigonado en la adversidad de un a?o plagado de lesiones, con el Felipe m¨¢s gigante, con una defensa voraz y una oda al orgullo, los blancos vuelven a la ¨¦lite del baloncesto europeo, ahora como rutina incluso a contra corriente y sin el factor pista en la serie. Un grupo macizo, de los 38 del capit¨¢n a los 19 de Doncic, autor del triple que dio la puntilla a los griegos a un minuto del final.

M¨¢s informaci¨®n

3er partido. Llull retoma su leyenda (81-74)

Llull: ¡°Ver c¨®mo el Palacio se vuelve loco es maravilloso¡±

2? partido. Epopeya del Real Madrid en Atenas (82-89)

¡°Tenemos que ser el Real Madrid¡±

1er partido. Derrota del Real Madrid por incomparecencia (95-67)

En su memorable recorrido competitivo, los blancos pelear¨¢n por la d¨¦cima Copa de Europa en Belgrado, del 18 al 20 de mayo, con el CSKA como rival en la semifinal. Entre la salida del hist¨®rico Lolo Sainz del club, en el curso 1988-89, y el fichaje del entrenador vitoriano, en el verano de 2011, pasaron 22 campa?as en las que el palmar¨¦s madridista solo sum¨® 10 t¨ªtulos y cuatro presencias en la Final a Cuatro (1992-93, 1994-95, 1995-96 y 2010-11). Las dos primeras con el equipo abrazado al gigante Sabonis, la tercera a la estela del triunfo del 95 en el Pr¨ªncipe Felipe de Zaragoza y la cuarta tras reponerse a la estruendosa dimisi¨®n de Messina. Con Laso al frente, la contabilidad es de 13 t¨ªtulos, 19 finales de 27 posibles, y solo cuatro descarrilamientos relevantes. En estos siete cursos, el Madrid tan solo cay¨® en el top 16 europeo de 2012, en los cuartos de Copa de 2013, en el playoff de la Euroliga en 2016 y en la semifinal de la Final Four del a?o pasado. En todas las dem¨¢s ocasiones, los blancos siempre pelearon los tres grandes t¨ªtulos (Euroliga, Liga y Copa) hasta el final. Con ese hambre inagotable, los blancos voltearon una serie con el Panathinaikos que comenz¨® con un hist¨®rico zarandeo griego en Atenas y acab¨® con una fiesta en Madrid.

Con m¨¢s intensidad que acierto ambos equipos se lanzaron a una contienda de la m¨¢xima exigencia f¨ªsica y psicol¨®gica. Con Doncic y Calathes sorteando emboscadas, con la pintura convertida en territorio comanche, con duelos ¨¢speros en cada rinc¨®n de la pista y con escasas rendijas para el baloncesto, las canastas comenzaron a caer a cuentagotas. En los cinco primeros minutos, 2 de 7 en tiros de campo para el Madrid (con 0 de 5 en triples) y 2 de 5 para el Panathinaikos. Muchos viajes a la l¨ªnea de tiros libres y un enclenque empate a cinco en el marcador. Se mascaba la espesura en el ambiente y, en la rueda de cambios, Randolph y Gist aumentaron la carga de fibra y m¨²sculo del combate. Cada rebote val¨ªa oro y con la firme aportaci¨®n de Ay¨®n, los de Laso consiguieron marcar territorio en el tramo final del primer cuarto. Con 8 puntos, 4 rebotes y 15 de valoraci¨®n en ese tramo el p¨ªvot mexicano marc¨® la diferencia (19-14, m. 10).

Para entonces, ya resonaba con fuerza el Palacio para ejercer de sexto hombre, pero la salida de Llull increment¨® definitivamente el rugido de la grada hasta alcanzar los decibelios de los mejores d¨ªas de la era Laso. El tiento de Llull confirm¨® primero la veta de Ay¨®n y despu¨¦s abri¨® la de Randolph. Mientras, Xavi Pascual segu¨ªa buscando la tecla. No le funcion¨® el exceso de revoluciones de Antetokounmpo, pero s¨ª el dinamismo productivo de Lojeski. Con 5 puntos en los tres primeros minutos del segundo cuarto, el alero del conjunto griego minimiz¨® la embestida madridista.

Ara?aba puntos el Panathinaikos aprovechando el desenfoque del per¨ªmetro blanco. Pero entonces, apareci¨® la bestia. Con dos triples consecutivos (cuando el Madrid ten¨ªa un 0 de 9 en su estad¨ªstica desde el 6,75) y su en¨¦sima demostraci¨®n de fiereza competitiva, Llull dej¨® grogui a los verdes antes del viaje a vestuarios. En primera instancia, la dimensi¨®n de la sacudida fue un parcial de 15-2 en apenas tres minutos, con Carroll y Felipe sum¨¢ndose al arrebato de Llull para pasar del 27-24 al 42-26. Despu¨¦s, el impulso del capit¨¢n blanco y otro triple de Rudy permitieron a los blancos estirar un palmo m¨¢s la renta (51-33, m. 20). El dominio bajo los aros (21-13 en rebotes al descanso) y la fluidez de bal¨®n (12-4 en asistencias en la primera mitad) permiti¨® a los blancos enfilar la Final Four. Dos triples de Doncic en la reanudaci¨®n abrieron las puertas a Belgrado de par en par (59-37, m. 22). No dimiti¨® Panathinaikos.

La ovaci¨®n a Taylor en uno de sus viajes al banquillo simboliz¨® el reconocimiento de la hinchada a la voraz defensa madridista. Pero sin el sueco en pista, llegaron tres triples consecutivos de Panathinaikos (Lojeski, James y Pappas) que matizaron moment¨¢neamente la euforia (67-52). Pero la frialdad de Thomkins y la pasi¨®n de Llull restauraron la ventaja. Un triple del menorqu¨ªn cerr¨® el tercer cuarto y puso al Madrid de nuevo en ebullici¨®n (78-60, m. 30). Sin embargo, sin nada que perder, Panathinaikos se lanz¨® a la carga final y, sin James en pista, fabric¨® un parcial de 2-15 en cinco minutos, con 11 puntos de Singleton (5 de 6 desde la l¨ªnea de tres), que hel¨® el Palacio (80-75, m. 36). Durante siete minutos los locales solo sumaron dos tiros libres. Entre escalofr¨ªos, emergi¨® herc¨²leo Felipe, pero Calathes ajust¨® a¨²n m¨¢s las cuentas con un triple (85-82 a falta de 1m 34s). Respondi¨® Doncic con otro bingo desde el 6,75, a tabla y sobre la bocina, que liber¨® definitivamente al Madrid rumbo a la Final Four; la primera que alcanzan los de Laso con el factor pista en contra y en su temporada m¨¢s dif¨ªcil.