Wawrinka se asoma al abismo

La rodilla izquierda de Stan Wawrinka, ganador de tres Grand Slams, habla y dice muchas cosas. Una cicatriz de un palmo expresa el calvario del suizo, que renunci¨® el curso pasado a los ¨²ltimos cinco meses de competici¨®n y ahora sigue sin levantarse del todo, porque aquella intervenci¨®n de agosto no ha conseguido despejar los fantasmas. La articulaci¨®n todav¨ªa chirr¨ªa, aunque ¨¦l dice ir recobrando las buenas sensaciones. Sin embargo, la mente est¨¢ da?ada y al de Lausana le queda por delante una dura traves¨ªa para recuperar su espacio natural, porque cuando finalice Roland Garros figurar¨¢ en el puesto 257 del listado de la ATP. En otra ¨¦poca, algo impensable.

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Con sus idas y venidas, y envuelto por una reiterada tendencia hacia la ciclotimia, Wawrinka siempre se ha desempe?ado como uno de los tenistas m¨¢s incisivos de la ¨²ltima d¨¦cada. Imprevisible, es capaz de lo mejor y lo peor, pero aun con sus taras ha sido capaz de levantar tres Grand Slams (Australia 2014, Roland Garros 2015 y Nueva York 2016) y de alcanzar el n¨²mero tres del mundo en plena tiran¨ªa del Big Four. Siempre amenazante, su ¨²ltimo descenso va mucho m¨¢s all¨¢ del ranking y le sit¨²a en una situaci¨®n l¨ªmite, al borde del abismo: ser o no ser, seguir o no seguir. Su derrota contra Guillermo Garc¨ªa-L¨®pez en la primera ronda (6-2, 3-6, 4-6, 7-6 y 6-3) ahonda en una crisis de la que, dice, sabr¨¢ escapar.

¡°Se trata de entrenar bien, recuperar mi nivel y ganar partidos. Es tan simple como eso. Sab¨ªa que despu¨¦s de una lesi¨®n larga me costar¨ªa volver y que caer¨ªa en el ranking, pero creo que voy por el camino correcto¡±, expres¨® en la sala de conferencias de Par¨ªs. ¡°S¨¦ exactamente d¨®nde quiero estar. Gan¨¦ tres grandes, as¨ª que s¨¦ c¨®mo hacerlo. Hoy perd¨ª y ahora se hablar¨¢ mucho sobre mi ranking, pero al final del d¨ªa, si analizo mi nivel, s¨¦ que estoy m¨¢s cerca de donde quiero estar¡±, defendi¨® el helv¨¦tico, que arrastraba serios problemas en su rodilla desde julio del a?o pasado.

Pas¨® una primera vez por el quir¨®fano para chequear su estado y al comprobar la magnitud de su lesi¨®n, el da?o que sufr¨ªa su cart¨ªlago, volvi¨® a ponerse en manos de los m¨¦dicos y luego del preparador Pierre Paganini. ¡°Han sido los cinco meses m¨¢s duros de mi carrera. Pens¨¦ en retirarme, pero quiero seguir¡±, manifest¨® en diciembre. Por el camino perdi¨® a su t¨¦cnico de confianza, Magnus Norman ¨Caunque retomaron el v¨ªnculo en abril¨C, y regres¨® en Melbourne con una ca¨ªda en la segunda ronda. Despu¨¦s, desilusiones en cadena: Sof¨ªa (3?), Rotterdam (1?), Marsella (1?), Roma (1?) y Ginebra (2?), antes del desembarco en Par¨ªs y la ¨²ltima decepci¨®n num¨¦rica, porque el tropiezo le restar¨¢ 1.200 puntos de su casillero y la realidad ser¨¢ m¨¢s bien cruda. A partir de ahora, Wawrinka partir¨¢ desde un hoyo del que no es nada sencillo salir.

¡°S¨¦ que voy a necesitar wildcards (invitaciones) y si tengo que jugar alg¨²n challenger (torneos profesionales de rango bajo) lo har¨¦, no tengo ning¨²n problema¡±, asegur¨® a la vez que confirmaba su presencia en Wimbledon. ¡°La rodilla est¨¢ bien. Aunque se me bloque¨® en el primer set [necesit¨® asistencia del fisio contra Garc¨ªa-L¨®pez], va bien. Necesito seguir avanzando. Hoy s¨¦ que podr¨ªa haber ganador. Estoy casi donde quiero, pero no hab¨ªa jugado un partido a cinco sets desde hace un a?o [contra Daniil Medvedev, en el All England Tennis Club] y debo aceptar algunas cosas¡±, concluy¨®.

Asomado al precipicio y alcanzados los 33 a?os, Wawrinka, hasta ayer 30 del mundo, afronta una encrucijada inmerso en el fango. Y solo ¨¦l, enigma ahora m¨¢s que nunca, puede ponerle soluci¨®n.