Horacio Elizondo: ¡°Me dio pena echar a Zidane¡±

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Un ¨¢rbitro toma cientos de decisiones por partido, pero no sabe cu¨¢les ser¨¢n las m¨¢s decisivas. Salvo que le ocurra lo que a Horacio Elizondo (Quilmes, Buenos Aires, 1963) responsable de la expulsi¨®n de Zinedine Zidane en el partido Francia-Italia que defini¨® el Mundial de Alemania 2006. Elizondo supo enseguida que esa tarjeta roja era la decisi¨®n m¨¢s importante de su carrera. El cabezazo que Zidane le propin¨® al picante Marco Materazzi est¨¢ inmortalizada en la propia casa del defensa italiano en dos siluetas de hierro iluminadas por luces LED. Una es azul y levanta una copa del mundo, la otra, verde, blanca y con un gallo rojo -los colores de la bandera de Argelia, donde nacieron los padres de Zidane- est¨¢ inclinada, con la cabeza apuntando hacia el pecho. Para Materazzi esa fue su jugada consagratoria. Tanto que en una ocasi¨®n le rog¨® a Elizondo tomarse una foto junto con su familia. El ¨¢rbitro, experto en hacer equilibrio entre la raz¨®n y los sentimientos, no pudo negarse.

Pregunta. ?Qu¨¦ le dijo Materazzi a Zidane?

Respuesta. Nunca lo supe, porque a m¨ª me advirti¨® el asistente Medina Cantalejo, pero al parecer fue algo sobre la hermana. Los jugadores en la cancha son mal hablados y se dicen muchas cosas. Sin duda a Zinedine algo le pas¨®. Uno siempre cuando est¨¢ cargado de muchas cosas y no aguanta m¨¢s reacciona de la manera m¨¢s tonta e incomprensible para el mundo. Zidane es una persona fant¨¢stica y volv¨ª a encontr¨¢rmelo, pero jam¨¢s hablamos de ese episodio. Era el mejor jugador del mundo y ese partido el cierre de su carrera. Ning¨²n jugador va a elegir terminar as¨ª.

"En 2009, Materazzi me pidi¨® casi de rodillas que se saque una foto con ¨¦l".

P. ?Le dio pena sacar esa tarjeta?

R. En ese momento no, porque tu foco est¨¢ puesto en tomar las mejores decisiones. Pero cuando termin¨® el partido, verlo a Zidane salir de la cancha con la Copa del Mundo al lado, sin mirarla, me dio pena, por el ser humano que es, y me hizo preguntar qu¨¦ le pas¨® por la cabeza. Pienso lo dif¨ªcil que debe haber sido para ¨¦l, que se prohibi¨® por diez minutos tener la posibilidad de salir campe¨®n del mundo. Algo inconsciente lo sac¨® del partido.

P. ?Se volvi¨® a ver con Materazzi?

R. Si, en el 2009. Yo ya estaba retirado y me convocaron para dirigir los amigos de Messi contra los de Ronaldinho, en Panam¨¢. Estaba en el vestuario y siento que me golpean la puerta. Era Materazzi. ¡°Ciao Horacio, io sono Materazzi¡±, se present¨®, como si hiciera falta, y me dio un abrazo efusivo. Luego, s¨ª, en algo de espa?ol, me dijo que lo ¨²nico que le faltaba en su carrera era una foto conmigo. Me pidi¨® por favor casi de rodillas. No hay inconveniente, le respond¨ª, pero, en lugar de sacarla, sali¨® corriendo y volvi¨® con toda la familia. As¨ª que ah¨ª qued¨¦, en medio de los Materazzi.

P. ?Tiene esa foto?

"Cuando qued¨¦ fuera del Mundial 2002, me met¨ª en el ba?o, llor¨¦ y pute¨¦".

R. Ni se la ped¨ª. ?l me prometi¨® que nunca la publicar¨ªa, que era algo familiar. Entiendo que la debe tener colgada en la sala.

P. ?Recuerda el d¨ªa anterior a la final de 2006?

R. Un d¨ªa antes, en el desayuno, el espa?ol Jos¨¦ Mar¨ªa Garc¨ªa Aranda, que era el director de arbitraje en la FIFA, me agarra fuerte de un brazo y me dice: ¡°Tengo tres propuestas para dirigir la final y una eres t¨², chaval, ?Entiendes lo que digo?¡±. Y se va. Qued¨¦ impactado, con la taza de caf¨¦ en la mano. No le cont¨¦ a mis compa?eros, pero al otro d¨ªa, el de las designaciones, me encerr¨¦ con ellos y les cont¨¦ todo. Cuando dijeron que la final la dirig¨ªa el equipo argentino, llegaron las l¨¢grimas.

P. Usted hab¨ªa quedado fuera del Mundial de 2002¡­

R. S¨ª. Esa frustraci¨®n me sirvi¨® para hacerme una pregunta que nunca me hab¨ªa hecho: qu¨¦ quer¨ªa ir a hacer a un Mundial. Luego de quedar fuera me respond¨ª que quer¨ªa dirigir la final. Indudablemente ese Mundial no era para m¨ª y me di cuenta de que todav¨ªa me faltaba.

"Tengo tres propuestas para dirigir la final y una eres t¨², chaval, ?Entiendes lo que digo?, me dijo el director de arbitrajes de la FIFA¡±.

P. ?C¨®mo supo que no iba?

R. Fue una tarde muy dolorosa. Estaba en el gremio de los ¨¢rbitros, enfrente de la AFA, era secretario general. Era 8 o 9 de enero y estaban por salir las designaciones. Esperaba eso. Cruzo a la AFA a hacer un tr¨¢mite y veo a un periodista acreditado que me pone el micr¨®fono y me pregunta que pensaba de la designaci¨®n de ?ngel S¨¢nchez para dirigir en el Mundial. Me qued¨¦ como una estatua. Le respond¨ª que ¨ªbamos a hacer la nota pero que en ese momento estaba apurado. Volv¨ª de nuevo al sindicato, me met¨ª en el ba?o, llor¨¦ y pute¨¦.

P. ?Qu¨¦ significa para un ¨¢rbitro dirigir en un Mundial?

R. Significa todo. Es el mismo sue?o que tiene un jugador de integrar la selecci¨®n. O sea, que la FIFA te tenga en cuenta. Un ¨¢rbitro trabaja para eso, cumplir el sue?o de ser convocado para dirigir en un Mundial. Cuando yo les pregunto a los ¨¢rbitros m¨¢s j¨®venes adonde quieren llegar y te responden a primera o a alguna competici¨®n de FIFA, les digo que es un error, que su meta tiene que ser dirigir la final de un Mundial. La proyecci¨®n siempre tiene que ser en grande.