El convencimiento de Lorenzo

Jorge Lorenzo dice que est¨¢ triste. Se siente triste, asegura, porque no le hubiera gustado dejar Ducati a final de curso. Porque se enamor¨® de esa moto y ahora, que por fin est¨¢n en el momento m¨¢s dulce de la relaci¨®n, sabe que el matrimonio no ser¨¢ duradero. Est¨¢ triste, se?ala. Pero sus ojos se iluminaron en Mugello. Y, desde entonces, lleva tambi¨¦n una sonrisa estampada en la cara. Camina erguido. Henchido. De orgullo. Porque nunca dej¨® de creer en s¨ª mismo. Pero le doli¨® que muchos lo hicieran. Y que ni siquiera miraran de reojo a su palmar¨¦s, a su historial, a su delicado, elegante y delicioso pilotaje. Porque su futuro ya est¨¢ resuelto. Y porque, pese a lo que todos pensaron, ha logrado ser r¨¢pido con la Desmosedici GP18 sin renunciar a su estilo. Y ni siquiera le preocupa haber perdido tantos puntos por el camino en las cinco primeras carreras ¡ªest¨¢ a 54 puntos de M¨¢rquez, el l¨ªder del Mundial¡ª, sencillamente se deja llevar.

Quiere seguir ganando, como hace dos semanas en Italia. Y por primera vez en a?o y medio siente que puede hacerlo. Puede ganar. Y a su manera. Lo demostr¨® con una magn¨ªfica victoria en Mugello, la primera con la casa italiana. Y ha vuelto a demostrarlo en Montmel¨®, donde ha martilleado el cron¨®metro cada d¨ªa y donde saldr¨¢ desde la primera posici¨®n de la parrilla este domingo (14.00, Movistar MotoGP) gracias a la, tambi¨¦n, primera pole con Ducati.

Su rendimiento este fin de semana en el Circuit se explica merced a unos tests en este mismo escenario a finales de mayo. ¡°Nunca le ha faltado motivaci¨®n¡±, dec¨ªan en su entorno cuando, tras el gran premio de Francia, los directivos de Ducati se mostraban decididos a ense?arle la puerta de salida. ¡°Un desmotivado no se casca 92 vueltas al circuito de Montmel¨® en un d¨ªa¡±, a?ad¨ªan. 92 vueltas que, adem¨¢s, dieron sus frutos. El piloto espa?ol recibi¨® las piezas que llevaba tiempo pidiendo, pudo modificar ligeramente la ergonom¨ªa de su moto y aquello le facilit¨® la vida en las frenadas. Cabez¨®n, esforzado, prob¨® y prob¨® hasta que dio con la moto que m¨¢s le gust¨®. Esta, afirma, es ¡°la Ducati m¨¢s completa¡± que ha conocido. Ha logrado que el tama?o de la moto no sea ya un problema: ahora se agota menos f¨ªsicamente porque no anda pele¨¢ndose con la m¨¢quina en cada frenada; adem¨¢s, puede aprovechar el paso por curva, su mejor arma, un punto a favor en circuitos como este, en los que tantas veces hay que dejar correr la moto, en plena inclinaci¨®n, en virajes largos, enlazados. Y si el agarre no es perfecto y hay que cuidar bien las gomas, hay pocos pilotos tan finos como ¨¦l, dulce en la entrega de gas. Fulgurantes sus salidas, demoledor su ritmo cuando se siente a gusto.

Sabe M¨¢rquez lo peligroso que puede ser el mallorqu¨ªn cuando est¨¢ de dulce. Por eso, mientras Lorenzo marcaba la pauta, ¨¦l jug¨® con sus propios l¨ªmites en un trazado en el que sigue sufriendo para ser constante. En el que se pelea a todas horas con el tren delantero de su Honda, que llega cruzada a cada frenada, inevitables las derrapadas.

M¨¢rquez hab¨ªa llegado a la QP2 desde la repesca previa, la QP1, esa primera sesi¨®n en clasificaci¨®n en la que los pilotos con los peores tiempos de la parrilla se juegan dos puestos en el listado de quienes pelear¨¢n por la pole minutos despu¨¦s. Se llev¨® el mejor tiempo de aquella sesi¨®n cronometrada. Lo hizo apenas unos minutos despu¨¦s de jugarse el pellejo. Una vez m¨¢s. Se hab¨ªa ca¨ªdo por la ma?ana a la entrada de la curva 10, por forzar una frenada que no ten¨ªa controlada, porque quer¨ªa m¨¢s (¡°un error¡±, dijo); y por la tarde se dej¨® parte de su mono de cuero en el asfalto. Suerte que salv¨® la rodilla, con la que presion¨® con fuerza el asfalto para no caerse en el pico de la ¨²ltima curva. Hasta dos veces evit¨® la ca¨ªda. Y hasta logr¨® quedarse a solo 66 mil¨¦simas de segundo del tiempo de Lorenzo en la pole en un remodelado Circuit, con una curva m¨¢s y m¨¢s seguro. Un Circuit que cada vez sienta mejor a las Ducati (Dovizioso saldr¨¢ tercero) que a las Yamaha (cuarto Vi?ales, s¨¦ptimo Rossi). Un escenario en el que el objetivo ser¨¢ batir a un convencido Lorenzo.