Francia y Dinamarca aburren y firman el primer partido sin goles
La selecci¨®n de Deschamps termina primera de grupo y se medir¨¢ a Argentina o a Nigeria en octavos y los daneses a Croacia
El envoltorio se impone al juego en este Mundial. Hay m¨¢s diversi¨®n en las almendras centrales de las ciudades sede que en lo que deber¨ªan ser los grandes epicentros del disfrute futbolero. Si en las calles se imponen las sonrisas de las hinchadas, el colorido del crisol de naciones y razas que es una cita como esta, en los terrenos de juego predominan la seriedad y el tedio. Por la ma?ana, la Plaza Roja era un hervidero de seguidores franceses y daneses que consum¨ªan cerveza bajo la can¨ªcula a la espera de asistir a un partido que al menos mereciera la pena. Por la tarde, el estadio Luzhniki era un mastodonte arquitect¨®nico apagado ante dos selecciones a las que les val¨ªa el empate. A Francia para ser primera de grupo, a Dinamarca para certificar su pase a octavos. No hubo m¨¢s que hablar y menos que jugar. Firmaron el primer empate a cero de todo el campeonato.
No ha habido coliseo ruso que no se haya llenado en lo que va de campeonato, pero ha habido pocos que hayan sido escenarios de partidos atractivos. Se impone el miedo a perder. Los partidos los gobiernan las ligaduras t¨¢cticas de este f¨²tbol moderno en el que el culto al colectivismo defensivo se ha convertido en el Becerro de Oro de los entrenadores. En este f¨²tbol cient¨ªfico y de cuadr¨ªcula en el que se miden las distancias entre l¨ªneas con sofisticadas tecnolog¨ªas o se cuantifican al mil¨ªmetro los kil¨®metros recorridos por cada jugador, no hay apenas espacio para el atrevimiento. El talento se capa por sospechoso y se premia el esfuerzo de las estrellas que corren hacia atr¨¢s. El mundo al rev¨¦s y el f¨²tbol como espect¨¢culo patas arriba y negado. Es lo que hay. Y si hay que hablar de seriedad y el aburrimiento como tendencias, Francia es una de las selecciones que merece un lugar destacado por el estupor que genera su falta de f¨²tbol.
Tras este tedioso empate con la esforzada Dinamarca se ha clasificado primera de grupo, pero la distancia entre su estelar n¨®mina de jugadores y el juego que ha desplegado en los tres partidos es sonrojante. Ni con los titulares, ni con los suplentes ha tenido un pase la selecci¨®n de Deschamps. La ¨²nica gran certeza es que en esta primera fase Kante se ha significado como el mejor mediocentro defensivo del campeonato. En ataque nadie brilla en esta Francia que hasta ahora ni juega bien cuando domina, ni sale poderosa a la contra cuando cede metros para buscarlas.
En el carrusel de cambios introducidos por Deschamps para oxigenar a media docena de titulares se esperaba a Thomas Lemar, el gran fichaje de Atl¨¦tico. Este era el gran atractivo del duelo y el chico ofreci¨® todos los s¨ªntomas que afectan al juego ofensivo de Francia. Sin chispa, con poco descaro y desconectado por la falta de centrocampistas creativos. Griezmann intent¨® ser esa pieza que engranara juego. Se movi¨® para ello por todo el frente de ataque, pero ni estuvo fino, ni encontr¨® acompa?antes que le secundaran.
Ante esa planicie ofensiva francesa, a Dinamarca le bast¨® con aplicarse en defensa para mantener la igualada que le met¨ªa en los octavos. Su acci¨®n m¨¢s destacada fue una carrera de Eriksen al espacio que fue atropellada por Lucas y Kimpembe a la media hora de juego. No hubo VAR, pese al reclamo dan¨¦s. Ni con los goles de Per¨² a Australia que despejaban cualquier riesgo de eliminaci¨®n se anim¨® Dinamarca a soltarse. Prefirieron reforzarse con la idea de que un empate con Francia es una medalla de la que presumir. Cuando en los minutos finales se dedicaron a sobar la pelota sin m¨¢s intenci¨®n que dejar pasar el tiempo, los silbidos atronaron en el Luzhniki. Las hinchadas de una y otra selecci¨®n esperaban algo m¨¢s que atisbar a dos selecciones que se mueven con coordinaci¨®n castrense para defender y atacan con el permanente temor a ser cazadas en un contragolpe. El condicionante ideal para que se firmara el primer partido sin goles de todo el Mundial para escarnio de los aficionados de una y otra selecci¨®n. Ah¨ª tambi¨¦n se firm¨® otro empate. Unos y otros despidieron a sus jugadores con una sonora pitida.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.