Van Uytvanck ¡®apedrea¡¯ a Muguruza
La belga, que no hab¨ªa batido a ninguna ¡®top-10¡¯ en toda su carrera, despacha en la segunda ronda a la ¨²ltima campeona de Wimbledon (5-7, 6-2 y 6-1, en 1h 52m): ¡°Debo aprender de estas situaciones¡±
Cuando la derecha de Garbi?e Muguruza no resisti¨® ese ¨²ltimo zambombazo de Alison van Uytvanck, por la mente de la hasta entonces defensora del t¨ªtulo en Wimbledon ya hab¨ªa un remolino de emociones. En la pista 2, en un duelo postergado hasta casi entrada la noche en Londres, la n¨²mero tres del mundo ca¨ªa en su segunda aparici¨®n en el major brit¨¢nico y dec¨ªa adi¨®s sin pena ni gloria, en medio de una frialdad sintom¨¢tica. 5-7, 6-2 y 6-1. Una lluvia de pedradas, extendida a casi dos horas (1h 52m), se llevaba por delante y quitaba de en medio a la ¨²ltima campeona, que esta temporada sigue sin lograr el pelotazo anual que avala su apuesta a todo riesgo.
Se encontr¨® Muguruza con una pegadora inmisericorde y p¨¦trea, ni rastro de expresi¨®n en la belga durante toda la tarde hasta que confirm¨® la gran sorpresa y, entonces s¨ª, extendi¨® los brazos y abraz¨® la victoria m¨¢s importante de su carrera, porque hasta ahora Van Uytvanck no hab¨ªa derrotado a una sola top-10. Con solo un par de t¨ªtulos menores en su expediente, Quebec (2017) y Budapest (2018), derrib¨® a la n¨²mero tres del mundo, que cedi¨® 12 de los 14 ¨²ltimos juegos. Cosida a derechazos (29 ganadores frente a 18), Garbi?e entreg¨® la corona y se march¨® de su torneo predilecto con un severo golpe.
M¨¢s all¨¢ de la consiguiente de p¨¦rdida de puntos (1.930) y en consecuencia la ca¨ªda en el ranking (dentro de dos semanas figurar¨¢, como m¨ªnimo, sexta), la hispano-venezolana perdi¨® otra de sus balas. Ciclot¨ªmica, en los dos ¨²ltimos cursos dio dos campanadas en Par¨ªs y Londres, pero en este queda a expensas ya de lo que pueda ocurrir dentro de dos meses en Nueva York, porque patin¨® en Australia (2? ronda) y en Roland Garros choc¨® con la mejor versi¨®n de Simona Halep en las semifinales. Ahora, el tormento estuvo en una pegadora pelirroja, inundada de pecas, hostil de la primera a la ¨²ltima bola.
Van Uytvanck, de 24 a?os y 47 del mundo, la martille¨® con el servicio y una derecha demoledora. Empez¨® dominando, pero Muguruza volte¨® el primer parcial (de 2-4 al 7-5) y adquiri¨® ventaja. Pese a ello, la cosa no terminaba de pintar del todo bien. La bicampeona de Grand Slam no consegu¨ªa coger las riendas y se vio arrastrada por el tsunami de golpes de su adversaria, que fue erosion¨¢ndola desde la l¨ªnea de fondo y le arrebat¨® el saque siete veces. Mucho vaiv¨¦n, demasiado sube y baja, y finalmente una eliminaci¨®n temprana que exige otra vez revisi¨®n, porque la din¨¢mica no cambia y el calendario va avanzando, reflejando este a?o una sola alegr¨ªa (moderada alegr¨ªa) en Monterrey.
Un verano sin colch¨®n
Avanza el tiempo y no termina de llegar la reacci¨®n, no al menos en forma de resultado. El mes pasado, en Roland Garros, se percibi¨® por primera vez en todo el a?o a la Muguruza plena y mordiente, dominante, pero la versi¨®n no ha tenido continuidad en el All England Tennis Club y ahora encara la gira veraniega sobre cemento, en Norteam¨¦rica, sin el colch¨®n de tener un gran ¨¦xito guardado en la mochila.
¡°Mi nivel hoy no fue lo suficientemente bueno¡±, expuso Garbi?e ante los enviados especiales. ¡°Deber¨ªa haberme adaptado m¨¢s r¨¢pido a sus golpes, deber¨ªa haberle contraatacado mejor. No he sabido incomodarle y se ha ido escapando en el marcador. Ha sacado bien y en la siguiente bola ha sido muy agresiva¡±, describi¨® Muguruza; ¡°ahora mismo no puedo sacar muchas conclusiones. Ahora una piensa en que est¨¢ triste y poco m¨¢s; ya habr¨¢ tiempo de darle vueltas. Tengo que aprender a elevar mi nivel en estas situaciones¡±.
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