De orinales, escupideras y amoniaco
¡°Dudo que la selecci¨®n vuelva a ser un equipo si no colgamos el caduco tiquitaca¡±
¡°Neymar est¨¢ triste, ?qu¨¦ tendr¨¢ Neymar?¡±, se preguntar¨ªa Rub¨¦n Dar¨ªo en mi lugar. ¡°Ha perdido la risa, ha perdido el color...¡±. Y, como Messi o Cristiano, tambi¨¦n ha perdido un Mundial. En el pa¨ªs de los bebedores de vodka e inhaladores de amoniaco han sucedido extra?as cosas que ni el argentino Messi, ni el portugu¨¦s Cristiano, ni el brasile?o Neymar entienden.
La Baba Yaga rusa, por puro divertimento, hizo que los galos Asterix y Obelix negaran la poci¨®n m¨¢gica a un desamparado Messi y que el Mort Cinder uruguayo, el hombre de las mil y una muertes, dejara de darle cuerda al rob¨®tico Cristiano. Por su parte, Tint¨ªn y el capit¨¢n Haddock se encargaron de que Neymar rodara por los suelos con el equipo a cuestas. ¡°Es dif¨ªcil encontrar fuerzas para seguir jugando al f¨²tbol¡±, declar¨® lastimero. Pero conf¨ªa en que las fuerzas se las devuelva Dios¡
¡ªO su padre ¡ªintercedi¨® Mart¨ªn Girard¡ª. Porque es su padre, y no Dios, el que negocia un contrato cuyas cl¨¢usulas secretas ni Dios conoce.
¡ªPero supone ¡ªintervine¡ª. Como para Messi y para Cristiano, y otros ilustres ciudadanos, la clave consiste en c¨®mo escamotearnos un pu?ado de millones a los m¨¢s tontos contribuyentes. Sus a?orados para¨ªsos ya no son de fiar y los que ganan su fortuna a patadas no saben d¨®nde esconder el dinero.
¡ª?Tengo la soluci¨®n! ¡ªexclam¨® Mart¨ªn Girard¡ª. Lord Byron cuenta en su diario ¨ªntimo que, siendo ¨¦l adolescente, conoci¨® a un jugador que guardaba miles de libras en¡ un orinal.
¡ªSi esa modalidad prosperara, Espa?a ser¨ªa el pa¨ªs con m¨¢s orinales del mundo, y no faltar¨ªa alg¨²n presidente de club que se apresurara a fabricar orinales para alguno de sus jugadores y para uso propio ¡ªpredije, y suger¨ª¡ª. Tambi¨¦n podr¨ªa, de paso, fabricar escupideras. Sigo sin soportar los escupitajos de los futbolistas durante los partidos. Dicen que lo hacen para liberar la tensi¨®n y mitigar el esfuerzo. Pero, ?acaso los tenistas no est¨¢n sometidos al mismo esfuerzo y tensi¨®n sin escupir en la pista? Otro tanto podr¨ªa decir de los jugadores de baloncesto o de rugby y de otros deportes donde, siendo el esfuerzo y la tensi¨®n similar o mayor, no cunde ese repugnante ejemplo.
¡ª?Y te parece elegante que despidamos este Mundial hablando de orinales y escupideras despu¨¦s de ver una semifinal como la de Francia contra B¨¦lgica? ¡ªme reproch¨® mi interlocutor¡ª. ?Por qu¨¦ no rompemos, al menos, una lanza a favor de la selecci¨®n espa?ola?
¡ª?En la cabeza de qui¨¦n? ¡ªpregunt¨¦.
¡ªSi lo pensamos bien, Espa?a podr¨ªa haber tenido la suerte de Croacia, que sobrevivi¨® a Dinamarca y Rusia con pr¨®rroga y penaltis ¡ªadujo.
¡ªMientras seamos la mejor liga del mundo a golpe de talonario ¡ªrepliqu¨¦¡ª, dudo que la selecci¨®n vuelva a parecer un equipo si no cuelga en el perchero el caducado tiquitaca, alterna el bal¨®n al pie con balones al espacio y adquiere la anticipaci¨®n, fuerza y rapidez que el f¨²tbol actual requiere¡
¡ª?Por qu¨¦ no probamos todos a esnifar amoniaco? ¡ªpropuso Mart¨ªn Girard.
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