El f¨²tbol neuronal de Riqui Puig
Gattuso piropea al canterano, gran sensaci¨®n frente al Milan que por poco no abandona el Bar?a por falta de m¨²sculo
Cuando se le cuestionaba a Xavi sobre su f¨²tbol, sobre su facilidad para dar la vuelta con el bal¨®n atado a los pies o para tocar de primeras donde requer¨ªa la jugada, explicaba que era algo l¨®gico porque se hab¨ªa acostumbrado a entregar la pelota antes de recibir tarascadas, parte del juego en el que nunca se iba a imponer. Lo mismo sucedi¨® con Iniesta, que siempre utiliz¨® las neuronas antes que los m¨²sculos. Futbolistas que eran el santo y se?a del Bar?a, jugadores que defend¨ªan el estilo. ¡°Es imposible clonar a Xavi e Iniesta, son irrepetibles¡±, pronunci¨® en su d¨ªa Guardiola, poco antes de que los dos compartieran con Messi el podio del Bal¨®n de Oro de 2010. Pero s¨ª que se puede persistir en la idea del juego de posesi¨®n y posici¨®n con int¨¦rpretes similares. Y no hay otro que puje tan fuerte como Riqui Puig, un peque?o hombret¨®n de 18 a?os que juega con la pelota y los rivales como demostr¨® ante el Milan (0-1 para los rossoneri). Riqui, sin embargo, estuvo a punto de no continuar con el legado que sembr¨® Cruyff, reg¨® Rijkaard y evolucion¨® Guardiola.
Hace medio a?o, el director deportivo Pep Segura le notific¨® a Carlos Puig ¡ªpadre y representante del jugador¡ª que le faltaba f¨ªsico para la competici¨®n y por lo tanto no le renovar¨ªan. La decisi¨®n levant¨® ampollas en el club hasta el punto de que Valverde le comunic¨® a la secretar¨ªa t¨¦cnica que revisaran la postura porque ten¨ªa pensado subirle de vez en cuando a los entrenamientos y llev¨¢rselo a la gira norteamericana. Conocida la versi¨®n de Valverde, el padre de Riqui pidi¨® audiencia con el presidente Josep Maria Bartomeu, que en un santiam¨¦n acord¨® su renovaci¨®n por tres a?os y dos ampliables con una cl¨¢usula de 100 millones.
Pasados los d¨ªas, Riqui convenci¨® a todos, incluso a Segura. Rindi¨® en el filial y enarbol¨® la bandera de La Masia en la Youth League, competici¨®n ganada por los juveniles del Bar?a. Y Valverde cumpli¨® con su palabra al llev¨¢rselo a Estados Unidos, donde ha ganado enteros. Dej¨® destellos ante el Tottenham ¡ªsombrero a Eriksen¡ª, le cost¨® destacar ante la Roma porque el equipo no gobern¨® el bal¨®n y dio un recital frente al Milan, siempre con el partido en la cabeza, polic¨ªa de tr¨¢fico para el juego, ganador de segundos y metros con su colocaci¨®n y fabuloso en la entrega. ¡°Es un espect¨¢culo; ¨¦l y otros j¨®venes del Bar?a sienten el f¨²tbol y es algo parecido a la poes¨ªa¡±, explic¨® Gattuso; ¡°no juegan seg¨²n un modelo t¨¢ctico sino que mantienen una idea com¨²n. Tengo un poco de envidia¡±. Daniele Massaro, que le hizo dos goles al Bar?a en la final de la Copa de Europa de 1994 (4-0 gan¨® el Milan), le pidi¨® la camiseta al final del duelo y se sum¨® al piropo. ¡°Estamos delante del nuevo Iniesta¡±. Pero Riqui frena: ¡°Igualar a Iniesta es imposible. Los halagos, de lado, y yo a seguir trabajando en el filial, que es mi equipo. Y si me llama Valverde, tengo que estar preparado¡±.
El t¨¦cnico cogi¨® el relevo: ¡°Ha hecho una gran segunda parte. La idea es estar tranquilos con los jugadores porque todos nos emocionamos r¨¢pido¡±. Y Riqui, que siempre quiso estar en el club porque para eso su padre entr¨® en el despacho de Bartomeu, acepta el reto como siempre hizo cuando entendi¨® que su f¨²tbol es de pies y neuronas antes que f¨ªsico.
Valverde no da por cerrada la plantilla
Pidi¨® Valverde una plantilla corta, unos 21 ¨® 22 jugadores. Por ahora hay 26 (27 si se cuentan a Cucurella o Miranda como el reemplazo de Digne), aunque se espera vender a Andr¨¦ Gomes, Alc¨¢cer, Yerry Mina, Marlon y Samper, adem¨¢s de redefinir a Munir, Rafinha y Vermaelen, a los que se les busca acomodo aunque sin ser una prioridad. Aun as¨ª y a pesar de los cuatro fichajes (Lenglet, Arturo Vidal, Malcom y Arthur), Valverde quiere m¨¢s. ¡°Estamos abiertos a mejorar nuestro equipo. Estoy conforme con los que tengo, pero ser¨ªa un absurdo que dijera que todo est¨¢ cerrado¡±, advirti¨®. Todo apunta a un nuevo mediocentro o un lateral zurdo si no convencen los j¨®venes.
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