Ion Izagirre, el gregario que les disputa la Vuelta a los que fueron sus jefes

Nairo jovial lleva una gran tirita blanca en el brazo que le recuerda a todas horas su Tour de Francia frustrado. La herida que se hizo cuando se cay¨® cerca de Pau se ha reabierto con el calor de la Vuelta, y es un incordio. De su rotura de rodilla en el pr¨®logo del Tour anterior, el de 2017, apenas habla Valverde, y Ion Izagirre, que se cay¨® tres minutos m¨¢s tarde en la misma curva empapada del pr¨®logo de D¨¹sseldorf del Tour, dice, cuando se le recuerda, que ni se acordaba, y eso que sufri¨® la fractura de una v¨¦rtebra y largos meses de recuperaci¨®n para volver a ser ¨¦l. ¡°Ten¨ªa hasta olvidada la ca¨ªda, y eso es lo mejor¡±, dice el corredor guipuzcoano del Bahr¨¦in, quinto en la general a 17s del l¨ªder Simon Yates, a 16s de Valverde, a 3s de Nairo. ¡°Y, despu¨¦s de eso, llegar a la Vuelta y estar con los mejores, ni en los mejores sue?os me lo imaginaba, como se dice¡±.

Izagirre, que ha corrido cinco Vueltas a Polonia (y ganado una, y quedado segundo en otras dos), cinco Tours y dos Giros, debuta en la Vuelta a Espa?a a los 29 a?os. Su ¨¦xito puede probar falsa una de las consideradas verdades inmutables del ciclismo, que hay corredores que no tienen car¨¢cter ni valor para ser l¨ªderes y que prefieren hacer una carrera de grandes gregarios, sin m¨¢s responsabilidad que la de servir lo mejor posible. Para hacerlo, Izagirre deber¨¢ derrotar justamente a Valverde (ganador de la Vuelta de 2009) y a Nairo (Vuelta de 2016), dos l¨ªderes para cuyas victorias trabaj¨® las tres temporadas que corri¨® en el Movistar. ¡°Y no ser¨ªa descabellado que lo consiguiera. A todo el mundo le llega su momento de esplendor¡±, dice Eusebio Unzue, su director entonces. ¡°Solo hay que recordar la trayectoria de Thomas, que termin¨® ¨²ltimo su primer Tour, fue el gran gregario de Froome cinco a?os y acab¨® derrot¨¢ndolo¡±.

Como gregario, dice Izagirre, aunque no tengas la responsabilidad de estar concentrado todos los minutos de la carrera y fuera, aprendes de los l¨ªderes qu¨¦ hay que hacer, c¨®mo pasar los d¨ªas malos, porque no todos son buenos, y disimular para que nadie se entere. ¡°Y, adem¨¢s, cuento ahora con el mejor gregario, que es mi hermano Gorka¡±, dice. ¡°?l ha sido fundamental para Nairo y para muchos m¨¢s y me conoce y sabe perfectamente lo que necesito. Y, encima, es muy tranquilo y habla lo justo¡±.

En el guion de la Vuelta tan igualada (entre el primero, el ingl¨¦s Simon Yates, y el d¨¦cimo, Bennett, hay solo 48s), debido, seg¨²n Nairo, al calor tan agobiante que rob¨® las ganas y las fuerzas para atacar, Valverde representa al viejo rockero que aunque el pelo de la cabeza le abandone a toda velocidad pretende creer que el envejecimiento es una cuesti¨®n solo de voluntad y si el esp¨ªritu es tan juvenil como el suyo, los 38 a?os de su carnet de identidad son una mentira. Est¨¢ Valverde convencido simplemente de que tiene no m¨¢s la edad que se debe tener, y de que ganar otra Vuelta, por supuesto, est¨¢ a su alcance. Nairo, y su brazo herido y su memoria, sigue recordando que el objetivo del a?o era el Tour, pero que la Vuelta es una gran oportunidad. ¡°Pero no de liberarme, que me siento liberado¡±, dice. ¡°Sino para dar una alegr¨ªa a la gente y al equipo¡±.

Valverde dice a ver qu¨¦ pasa, Nairo habla de los Lagos de Covadonga (el pr¨®ximo domingo), justo el lugar en el que comenz¨® a ganar la Vuelta del 16, y Ion, juicioso y tranquilo, dice que prefiere no creerse nada ni llenarse la cabeza de ideas, pese a que es un magn¨ªfico escalador, pese a que es el mejor contrarrelojista de los escaladores y la Vuelta podr¨ªa decidirse el martes siguiente, el 11S, en los 32 kil¨®metros cronometrados entre Santillana y Torrelavega. ¡°D¨ªa a d¨ªa me estoy autoconvenciendo a m¨ª mismo de que puedo ser un corredor de tres semanas¡±, dice Izagirre, cuya victoria m¨¢s resonante, en Morzine tras la Joux Plane en el Tour del 16, la consigui¨® en una 20? etapa. ¡°En la Vuelta siempre sale gente nueva que sube al podio o entra entre los cinco primeros, y yo soy un nuevo¡±.