Espa?a, un fallo multiorg¨¢nico
Inglaterra aplica la f¨®rmula m¨¢s simple para exponer al error a Ramos y Busquets que, faltos de suficientes c¨®mplices en Sevilla, perdieron 30 balones entre ambos
El tercer gol de Inglaterra se gest¨® en plena desbandada espa?ola. Corr¨ªa el minuto 38 y Sergio Ramos sali¨® jugando con el bal¨®n controlado, desafiando la presi¨®n de los rivales, repentinamente invasores del campo local en el Benito Villamar¨ªn. El capit¨¢n levant¨® la vista en busca de un c¨®mplice y vio que a su derecha Busquets estaba tapado por Kane. Cuando trat¨® de conectar con Asensio fue demasiado tarde. Winks le cort¨® la l¨ªnea de pase intercept¨¢ndole el env¨ªo. El descontrol que se desencaden¨® tiene pocos precedentes en la historia de la Roja a lo largo de la ¨²ltima d¨¦cada. Hubo un trasiego de presiones, contrapresiones y errores encadenados que hicieron que los jugadores espa?oles llegaran cada vez m¨¢s tarde a molestar a los rivales que recuperaban la pelota. El 0-3 cay¨® como un mazazo sobre el banquillo. Cuando acab¨® el partido, Luis Enrique se dej¨® en el vestuario un papel con una indicaci¨®n en rotulador escrita en may¨²sculas rojas: ¡°Presi¨®n descoordinada... Errores individuales¡±.
Contra la opini¨®n m¨¢s extendida, el juego que caracteriza a Espa?a no se define tanto por el n¨²mero de pases como por el comportamiento de los futbolistas en el origen de las maniobras. Tanto cuando inician las jugadas como cuando inician los movimientos defensivos en los instantes posteriores a la p¨¦rdida. El gran m¨¦rito de Inglaterra en su victoria del lunes (2-3) consisti¨® en desactivar a la selecci¨®n exactamente en ese punto esencial.
Lo sufrieron Ramos y Busquets. Los dos pilares, las dos grandes certezas que le restan al equipo triunfador del ciclo 2008- 2012, resultaron m¨¢s expuestos que nunca, y con ellos el resto de un equipo que busca referencias nuevas.
No se recuerda un partido en el que Ramos y Busquets perdieran m¨¢s balones, con lo que eso supone de devastador para un modelo en el que el central y el mediocentro constituyen el primer canal de distribuci¨®n. Ramos dio 121 pases, fall¨® 12 para un total de 15 balones perdidos; Busquets dio 113 pases, fall¨® 13 y perdi¨® 15. Contra Inglaterra en Wembley (1-2) Ramos dio ocho pases malos y Busquets fall¨® cinco. La variaci¨®n denuncia la crisis de un modelo en el que el desequilibrio comienza por fallos en el origen de las acciones de ataque, exactamente donde operan Ramos y Busquets.
Sin el control del bal¨®n, Espa?a se desorden¨®. Sin el orden que le daba eso que Luis Enrique llama ¡°fluidez¡±, tambi¨¦n se perdi¨® la eficacia defensiva.
¡°Espa?a¡±, explic¨® Gareth Southgate, el seleccionador ingl¨¦s, ¡°hace muy bien la presi¨®n tras la p¨¦rdida en campo contrario. Para evitarla, lo que hicimos es jugar en largo con Pickford [el portero], que salt¨® esa primera l¨ªnea de presi¨®n buscando directamente a nuestros atacantes¡±.
El razonamiento, por su simpleza, devolvi¨® a Inglaterra a la vieja senda t¨¢ctica brit¨¢nica de los a?os ochenta y evit¨® con una facilidad ins¨®lita que los jugadores espa?oles se acomodaran en el campo rival, donde su confianza crece. Mientras De Gea iniciaba la jugada d¨¢ndole la pelota a sus defensas (sus principales receptores fueron Nacho, Jonny y Marcos Alonso, a quienes dio tres pases a cada uno); Pickford se asoci¨® directamente con los atacantes (su principal receptor fue Kane, a quien dio nueve pases).
La maestr¨ªa de Kane para administrar esos pases largos de su portero, adem¨¢s de producir los dos primeros goles ingleses, llev¨® a la defensa de Espa?a ah¨ª donde peor se encuentra hist¨®ricamente: al cuerpo a cuerpo. Al duelo f¨ªsico en el que los espa?oles siempre llevaron las de perder. ¡°Nosotros¡±, dec¨ªa Luis Aragon¨¦s, ¡°no podemos chocar porque nuestra condici¨®n f¨ªsica de base es peor que la de la mayor¨ªa¡±.
Para evitar el contacto f¨ªsico, Luis desarroll¨® un modelo basado en el control intensivo del bal¨®n. Para que tener el bal¨®n resulte eficaz, hicieron falta jugadores con un agud¨ªsimo sentido del tiempo y del espacio, capaces de ofrecerse y asociarse bajo la presi¨®n de rivales fuertes como los ingleses en Sevilla. Sin Alonso ni Xavi, sin Iniesta ni Silva, y, ¨²ltimamente, sin Alba ni Carvajal, la selecci¨®n se vio obligada a buscar ejecutores que est¨¦n a la altura de sus predecesores. Si Ramos y Busquets no encontraron salidas airosas fue porque algo no funcion¨® como sol¨ªa cuando intentaron asociarse con Sa¨²l, Asensio, Alonso y Jonny, y que Ceballos y Thiago ¡ªpuestos por Luis Enrique a comandar el juego con Busquets en la segunda parte¡ª proporcionaron en mayores dosis.
El seleccionador ya sabe cu¨¢l debe ser el criterio del reclutamiento. No se puede presionar bien si antes no se sabe tener la pelota.
Destinos cruzados de Marco Asensio y Raheen Sterling
Los destinos de Raheen Sterling y Marco Asensio se cruzaron en el Benito Villamar¨ªn. El espa?ol de 22 a?os, gran esperanza de la actual plantilla de la Roja, se desliz¨® suavemente hacia la inanidad por la que transita desde el magn¨ªfico partido que complet¨® ante Croacia, el mes pasado, justamente en su ¨²ltima aparici¨®n internacional. El ingl¨¦s, que tiene 23 a?os, confirm¨® su condici¨®n de gran figura emergente con dos goles y un incansable repertorio de movimientos de presi¨®n y desmarque que le consolidan como un futbolista regular a partir de su actividad en el campo.
Asensio parece deprimido. Casi recuerda al propio Sterling de la temporada 2015-16 cuando, despu¨¦s de militar en el Liverpool y fichar por el City a cambio de 64 millones de euros, cay¨® en un pozo de dispersi¨®n.
Sterling ven¨ªa de meter siete goles y dar ocho asistencias con los reds y su repentina conversi¨®n en figura y objeto de reclamo publicitario le proyectaron a un estado parecido al letargo en su primera temporada en Manchester. Cuentan que el hombre estaba tan pendiente de jugar y entrenar como de coleccionar anillos y aros de brillantes cuyo quilate no dejaba de crecer. El muchacho se dej¨® fascinar de tal modo por la joyer¨ªa que cuando llegaron las semifinales de la Champions descubri¨® que apenas se encontraba en condiciones de competir. Parec¨ªa un futbolista agotado por 20 a?os de oficio cuando el Madrid elimin¨® al City el 4 de mayo de 2016. Ten¨ªa 21 a?os y disput¨® media hora de partido.
Este lunes en Sevilla el atacante nacido en Kingston se convirti¨® en una de las mayores preocupaciones de Luis Enrique durante el choque que enfrent¨® a Inglaterra con Espa?a y que lo cruz¨® con Asensio en la misma banda. Estaba en forma. Ven¨ªa de meter cuatro goles y de dar tres asistencias en los diez partidos que llevaba disputados con el City esta temporada. Gareth Southgate, el seleccionador, le emple¨® de extremo por la derecha para que buscara la espalda de la defensa que lideraba Ramos y Luis Enrique detect¨® que se descolgaba ofreciendo un flanco d¨¦bil.
Cada vez que Inglaterra perd¨ªa el bal¨®n, cansado por el esfuerzo repetido, Sterling permaneci¨® en campo espa?ol mientras sus compa?eros bajaban a colocarse en defensa. De ah¨ª que, seg¨²n las notas encontradas por La Sexta en la caseta espa?ola, Luis Enrique mandara a Asensio a atacar ese hueco que dejaba libre su contraparte inglesa.
Asensio, que suma un gol y tres asistencias en 11 partidos con el Madrid esta temporada, dispuso de los 90 minutos del partido que Espa?a comenz¨® perdiendo 0-3 por obra de Sterling. Durante la primera parte se mostr¨® tan disoluto como su selecci¨®n. En la reanudaci¨®n se activ¨® un poco m¨¢s. Si no para remontar, al menos para ingresar en la cuenta de asistentes: bot¨® el c¨®rner que remat¨® Alc¨¢cer, autor del 1-3.
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