El Villarreal golea y se divierte ante el Rapid
Ekambi, con dos goles y dos asistencias, se convierte en el protagonista ante el d¨¦bil conjunto austriaco
Toko Ekambi, en lo bueno y en lo malo, fue el protagonista del Villarreal ante el Rapid de Viena, un club cuya her¨¢ldica ya no tiene ning¨²n peso en Europa, un conjunto tierno y amable, sin f¨²tbol ni maldad. El delantero camerun¨¦s ofreci¨® dos asistencias y marc¨® dos goles como pudo meter cinco si no hubiese fallado m¨¢s que acertado frente a Strebinger, el desolado portero austriaco al que su defensa vendi¨® una y otra vez.
A los de Calleja no les hizo falta hacer un partido sublime para golear al Rapid. Simplemente hizo valer su mejor condici¨®n t¨¢ctica y t¨¦cnica, con Fornals como m¨¢ximo exponente de la superioridad amarilla, para desmontar a los d¨¦biles austriacos, unos amigos. El Villarreal consigui¨® su primera victoria en La Cer¨¢mica en lo que va de curso. Al s¨¦ptimo intento. El Rapid no fue rival.
La primera ocasi¨®n para el Villarreal fue involuntaria. Rebot¨® el esf¨¦rico en Ekambi tras un mal despeje con el pie del portero austriaco, aliviado al ver que el rechace no termin¨® en su porter¨ªa. Ekambi estar¨ªa en todas. Contest¨® de inmediato el Rapid beneficiado tambi¨¦n por un mal despeje de la zaga amarilla. La cosa iba de concesiones y el Rapid, empe?ado en mostrarse c¨¢ndido en defensa, volvi¨® a pifiarla, tropezando y cayendo al suelo su pareja de centrales para dejar solo a Ekambi frente a Strebinger. El camerun¨¦s se apiad¨® de la torpeza de los defensas y cruz¨® excesivamente el remate con toda la porter¨ªa para ¨¦l. Y, al poco, Ekambi persever¨® en el error, de nuevo solo ante el portero austriaco y otra vez con la mira desviada.
El partido ten¨ªa cierta desidia, sin tensi¨®n defensiva los austriacos, con zagueros de buena planta y piernas de hormig¨®n. Cada bal¨®n filtrado o al espacio del Villarreal encontraba a su destinatario, que no era otro que Ekambi, un Usain Bolt para los vieneses incapaces de sujetarlo. En el en¨¦simo env¨ªo profundo al camerun¨¦s, el Villarreal encontr¨® el gol. De nuevo Ekambi ante Strebinger y al ex del Angers se le volvi¨® a nublar la vista. Sin poder esquivar al portero, opt¨® por asistir a Fornals, que llegaba desde la segunda l¨ªnea de ataque. El castellonense, con pie de seda y las pulsaciones adecuadas, empal¨® a gol con un sutil toque de interior.
El Rapid quedaba retratado una y otra vez. No se enteraba de qu¨¦ iba la pel¨ªcula. Y prosigui¨® con los obsequios. Un mal despeje de M¨¹ld¨¹r fue a parar a la cabeza de Fornals, que de cabeza dej¨® a Ekambi con el esf¨¦rico y en medio de los centrales del Rapid que no se atrevieron a toser al camerun¨¦s que, ahora s¨ª, acert¨® entre los tres palos tras una buena maniobra. Los dos tantos amarillos llegaron con un margen de cinco minutos, el segundo a la media hora de juego. Y Ekambi frente a Strebinger, una secuela m¨¢s, y otra vez el disparo que no encuentra porter¨ªa. La hall¨® en el ¨²ltimo minuto del primer tiempo al peinar de cabeza un preciso centro del canterano Llambric. El segundo gol de Ekambi tambi¨¦n encontr¨® la colaboraci¨®n de un defensor austriaco que termin¨® de desviar el esf¨¦rico a la red.
Y la historia tuvo su continuidad en el segundo tiempo. El Villarreal con el esf¨¦rico y la intenci¨®n, y el Rapid facilitando oportunidades para los castellonenses que lograron un cuarto gol en una gran acci¨®n coral que culmin¨® Raba, al que Ekambi, con un suave toque, le dej¨® frente a la porter¨ªa austriaca. Y faltaba el ep¨ªlogo de Gerard Moreno, que cerr¨® la pachanga con el quinto gol, con el Villarreal con un jugador menos por la expulsi¨®n de Jaume Costa. Una fiesta amarilla.
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