Jorge Mart¨ªn, el campe¨®n que no quer¨ªa que le leyeran cuentos

Explica su madre que nunca le pudo contar un cuento. Cuando Jorge Mart¨ªn (Madrid, 20 a?os) apenas sab¨ªa hablar, con dos a?os, renunciaba a la tierna escena con una exigencia: ¡°No, cuento, no; revista de motos¡±, le dec¨ªa el nuevo ganador del Mundial de Moto3 a Susana Almoguera. Y no quedaba m¨¢s remedio que ir repasando una a una las Yamaha o Ducati de la ¨¦poca. Ella ya sab¨ªa d¨®nde se met¨ªa. ?ngel, el padre, economista, participaba en carreras amateur y era un fan¨¢tico de las motos. ¡°Cuando ¨¦ramos novios descubr¨ª que ten¨ªa un mont¨®n de n¨²meros de Motociclismo apilados en casa¡±, dice Susana, soci¨®loga industrial, hoy dependienta en una tienda. Y con aquellas revistas se cri¨® el ni?o. Y con el sue?o de ser piloto. Hasta que este domingo, en Sepang, se proclam¨® campe¨®n del mundo.

El camino no ha sido f¨¢cil. Querer ser piloto en Madrid no es una elecci¨®n sencilla. Ni aunque uno gane el campeonato de minimotos regional. ¡°Fue un h¨¢ndicap, all¨ª no hab¨ªa nada y siempre tuvimos que viajar¡±, recuerda Susana. Mart¨ªn, que a los siete a?os recibi¨® una pocket bike de los Reyes Magos, estuvo becado cinco a?os para participar en la Cuna de Campeones Bancaja, nacida en el seno del circuito de Cheste. ¡°Bocadillo, neverita azul y macarrones con tomate. Era el men¨² de los fines de semana¡±, recuerda ahora.

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Su aut¨¦ntica proyecci¨®n comenz¨® cuando con 14 a?os entr¨® en la Red Bull Rookies, la copa de promoci¨®n impulsada por los organizadores del Mundial de Motociclismo. ¡°O le cog¨ªan o lo dej¨¢bamos, era as¨ª de dr¨¢stica la decisi¨®n. Econ¨®micamente, la burra no daba m¨¢s leche¡±, explica la madre. Algo de lo que ¨¦l no se ha olvidado: ¡°O hac¨ªa primero o me iba para casa¡±. Y lo hizo. La situaci¨®n se complic¨® unos a?os despu¨¦s. El a?o en que peleaba por el t¨ªtulo en la Rookies sus padres, los dos, se quedaron en el paro. ¡°Nos sal¨ªa a m¨¢s de 1.300 euros la carrera. Solo pudimos terminar porque nos ayud¨® toda la familia¡±, apunta Susana. Y el chico pag¨® el esfuerzo con su primera victoria en un campeonato internacional. ¡°Por eso mi padre siempre dice que trabajo mucho mejor bajo presi¨®n. Este a?o ni la he sentido¡±, dec¨ªa. Aunque ni con aquel triunfo le aseguraron una plaza en el Mundial de Moto3. ¡°Me ped¨ªan 200.000 euros por correr. Para eso, me quedaba en casa. Somos una familia humilde¡±, insiste ¨¦l.

Pero su talento ha sido suficiente para llegar. Y asentarse. ¡°Por suerte siempre he tenido becas¡±. Debut¨® en Moto3 con una Mahindra en el equipo de Jorge Mart¨ªnez Aspar, al lado de Pecco Bagnaia, que este mismo domingo se proclamaba campe¨®n de Moto2. Y mejor¨® a las duras. ¡°Fueron dos a?os de aprendizaje, sufriendo con una moto que te obligaba a frenar m¨¢s tarde que el resto y a abrir antes el gas¡±.

Esta temporada, en la que ha ganado el t¨ªtulo con siete victorias y diez poles, en la que ha sido casi siempre el m¨¢s r¨¢pido y casi siempre el mejor en carrera, es una met¨¢fora de su trayectoria y su duro camino hasta la cima. No ha tenido las mejores armas ni la mejor suerte: no ha pilotado la moto m¨¢s r¨¢pida y, a menudo, ha sufrido los rebufos y la potencia del motor de la KTM. Le tiraron en Jerez y en Le Mans, se cay¨® en Montmel¨® y en Brno se fractur¨® la mu?eca tras una ca¨ªda en los libres. Su madre lo recuerda en el hospital pidi¨¦ndole algo que le abriera y le cerrara la mano mientras dorm¨ªa. ¡°No puedo dejar que suba la inflamaci¨®n¡±, le dec¨ªa. Corri¨® las siguientes carreras con una mano hinchada y dolorida y aun as¨ª recuper¨® el liderato del Mundial. Cuando se cre¨ªa recuperado de esa mano, un mal tratamiento le provoc¨® una neuritis (inflamaci¨®n de los nervios que causa atrofia muscular) en Buriram, en la recta final del campeonato. Le salv¨® su padre. El fan¨¢tico del motociclismo. Recordaba que a Nobby Ueda le fabricaron un guante para que pudiera mover la mano; as¨ª que ¨¦l insisti¨® al equipo, a Alpinestars, hasta que entre todos hicieron una suerte de mano bi¨®nica para su hijo, que le ayudara a abrir la mano y terminar la carrera en el cuarto puesto.

Luego, se volvi¨® a caer en Jap¨®n. Pero ha sentenciado el curso con una victoria incontestable en el momento m¨¢s dif¨ªcil. Amigo y vecino de Aleix Espargar¨®, con quien se entrena a menudo y comparte representante, como con Lorenzo, con quien hace a?os practicaba dirt track, Mart¨ªn ha crecido este a?o en carrera despu¨¦s de ser ya el curso pasado el chico de las poles que nunca ganaba los domingos. Dice que gracias a Chicho Lorenzo, el padre del campe¨®n del mundo, ha cambiado su estilo de pilotaje y ha encontrado dos o tres d¨¦cimas por vuelta que antes no ten¨ªa.

Duro como una piedra, tenaz, trabajador. Por todo eso ha ganado el Mundial.