El salto de los j¨®venes

La temporada ten¨ªstica masculina ha llegado a su fin con una relativa sorpresa en el ¨²ltimo partido. En Londres hemos visto a un Djokovic menos luchador y m¨¢s nervioso que de costumbre y, por el contrario, a Alexander Zverev muy s¨®lido y tranquilo. Su clara derrota ante el serbio en el round robin le dio m¨¢s empuje que abatimiento.

Nuevamente, Roger Federer, Novak Djokovic y Rafael Nadal se han repartido los cuatro grandes del a?o y muchos de los mejores torneos del calendario. Por estas victorias y, por supuesto, por la gran calidad de su juego, han seguido incrementando la sensaci¨®n entre los aficionados al tenis de que su retirada, cuando llegue, dejar¨¢ un vac¨ªo dif¨ªcil de rellenar.

Este 2018 empez¨® con la victoria de Federer en Australia y continu¨® con una gran temporada sobre tierra de Rafael, que culmin¨® con su und¨¦cimo t¨ªtulo de Roland Garros. Tanto el nivel de juego de mi sobrino como los puntos acumulados hasta ese momento hac¨ªan presagiar que acabar¨ªa el curso de n¨²mero uno de la clasificaci¨®n pero, una vez m¨¢s, las lesiones le impidieron completar la temporada y mantener su cetro mundial.

M¨¢s informaci¨®n

Zverev bloquea a Djokovic en la final y derriba la puerta

Los textos de TONI NADAL

Al final, este 2018 ser¨¢ recordado como el de la recuperaci¨®n de Djokovic y de su vuelta a ese nivel al que nos ten¨ªa acostumbrados hace unos a?os. Los lectores que tengan buena memoria recordar¨¢n mis pocas dudas al respecto. Siempre supe que su vuelta depend¨ªa ¨²nica y exclusivamente de su deseo de hacerlo. Ha hecho una segunda parte del a?o espectacular con victorias en Wimbledon, Cincinnati, Nueva York y Shangh¨¢i. Y ha sido ¨¦l, en definitiva, quien se ha ganado la posici¨®n m¨¢s elevada del ranking de la ATP.

?Qu¨¦ podemos esperar del 2019? Me parece dif¨ªcil que veamos a Federer levantar otra copa de Grand Slam. Evidentemente, no lo digo por su juego, aunque s¨ª por la dureza de los torneos a cinco sets. He de confesar que eso mismo manifest¨¦ en otras ocasiones y el suizo, repetidamente, me sorprendi¨®.

Los jugadores de la Next Gen han seguido creciendo y mejorando. Yo creo que hemos visto, al fin, un salto de calidad en su juego. Entiendo que somos muchos los que vemos llegar la consolidaci¨®n definitiva de jugadores como Zverev o Thiem, aunque por razones obvias deseo que ocurra m¨¢s tarde que pronto. Con gusto esperar¨ªa a que se retrasaran un poco m¨¢s. De forma habitual, las nuevas generaciones, en todos los deportes, han superado los registros de sus predecesores. Michael Phelps bati¨® los tiempos de Ian Thorpe; Usain Bolt, los de Carl Lewis y los de Ben Johnson.

Durante alg¨²n tiempo he tenido mis dudas sobre si los j¨®venes ser¨ªan capaces de superar el juego de Federer en hierba, el de Djokovic en pista r¨¢pida y el de Rafael en tierra batida. Y he tenido la impresi¨®n de que el relevo se producir¨ªa m¨¢s bien por el declive de unos que por el embiste de los otros. Y no quiera entenderse en estas palabras falta de admiraci¨®n y reconocimiento porque no la hay.

La final de Londres me ha hecho concebir dudas al respecto. De momento, para el curso venidero, conf¨ªo en la plena recuperaci¨®n f¨ªsica de Rafael, presiento nuevos episodios de su rivalidad con Djokovic y, en general, un panorama m¨¢s abierto con la incorporaci¨®n definitiva de la nueva generaci¨®n.