El Manchester City acaba con la imbatibilidad del Liverpool y aprieta la Premier
El equipo de Guardiola se queda a cuatro puntos del l¨ªder tras derrotarle en un partido cerrado y definido por detalles
Cay¨® el Liverpool en un partido que bien pudo ser de empate, un choque definido por detalles, tan nimios como la ¨ªnfima distancia que falt¨® para que llegase un gol que le pudo complicar la vida al Manchester City, vencedor al fin del duelo estelar de la Premier League. Lleg¨® la primera derrota del Liverpool (2-1) tras 21 partidos. Era una final, previno Pep Guardiola. Lo era m¨¢s para su equipo que para el l¨ªder, que lleg¨® al Etihad Stadium con siete puntos de ventaja sobre su rival. Se va con un colch¨®n de cuatro puntos, as¨ª que hay liga porque no es tan solo que el City haya descontado sino que a partir de ahora, campe¨®n vigente como es, seguramente empezar¨¢ a jugar con el sistema nervioso de un Liverpool que hasta ahora es el mejor equipo del campeonato, pero que tiene encima el peso de la historia, la de un grande que no gana la liga desde 1990.
El Liverpool se qued¨® a menos de media pulgada de un gol que pudo cambiar el partido y quien sabe si el campeonato. Ocurri¨® reci¨¦n pasado el cuarto de hora de partido, tras una puesta en acci¨®n cautelosa y prudente. De pronto salt¨® la chispa, la del tridente atacante del Liverpool. En ellos naci¨®, creci¨® y muri¨® una jugada que Salah acudi¨® a alumbrar al c¨ªrculo central para trazar una vertical centelleante que aclar¨® Firmino con un toque genial que dej¨® al egipcio en tres cuartos con el caramelo de un bal¨®n profundo hacia Man¨¦. El senegal¨¦s encar¨® la porter¨ªa y remat¨® a la cepa de uno de sus palos.
El rechace arm¨® un zafarrancho. Stones acudi¨® presto al despeje y sin miramientos lo estrell¨® en su portero, luego sac¨® el rechace sobre la l¨ªnea de gol en lo que antes de que llegase la tecnolog¨ªa se conoc¨ªa como gol fantasma. Nadie protest¨® porque a estas alturas la m¨¢quina ofrece menos dudas que el hombre. Y la Premier, donde el videoarbitraje no llegar¨¢ hasta la pr¨®xima temporada, s¨ª dispone de un avanzado sistema de ojo de halc¨®n que le indica de inmediato al ¨¢rbitro si el bal¨®n traspasa la l¨ªnea de gol. Faltaron 1,13 cent¨ªmetros para que la superase. Por una u?a no marc¨® el Liverpool.
El ejemplo vale para definir que fue un partido de detalles, durante bastantes minutos tan cerrado como el que jugaron ambos contendientes empataron sin goles en Anfield el pasado mes de octubre. Al City le cost¨® desmontar al Liverpool, que ha dado un paso adelante respecto a la pasada Premier porque defiende mejor. Atr¨¢s se ha armado porque tiene dos j¨®venes laterales que van a m¨¢s, en la meta Allison no tiene nada que ver con Mignolet o Karius, y el central Van Dijk, que hab¨ªa llegado al equipo hace un a?o por estas fechas, se ha consolidado como uno de los l¨ªderes no ya de la zaga sino del equipo. Pero la mejora es sobre todo colectiva, fundamentada adem¨¢s en el tit¨¢nico esfuerzo de los tres centrocampistas, a los que Klopp no les pide frusler¨ªas con la pelota, pero s¨ª les demanda un esfuerzo brutal en la presi¨®n, las coberturas y los apoyos. Por ah¨ª neg¨® el Liverpool lo mejor del City, singularmente a Bernardo y David Silva, que apenas aparecieron.
Se supone que en amplia desventaja en la clasificaci¨®n y jugando como local, el City deb¨ªa exponerse m¨¢s que el rival. Lo hizo, pero sin alardes. No combin¨® como le agrada, le falt¨® velocidad en la circulaci¨®n y, sobre todo, remate. No tir¨® a gol en 40 minutos, pero cuando lo hizo dispar¨® un ob¨²s y dinamit¨® el partido. La mecha la prendi¨® Ag¨¹ero, que encontr¨® un gol en la nada, en un bal¨®n que parec¨ªa inocuo en el primer palo. All¨ª se adelant¨® a Lovren, que ejerci¨® de miranda, y dispar¨® sin miramientos para colocar la pelota justo entre la cabeza de Allison y la escuadra de su porter¨ªa.
La ventaja le lleg¨® al City cuando el descanso estaba vecino, as¨ª que invitaba a la maniobra. Klopp, que hab¨ªa retomado su cl¨¢sico 4-3-3, retom¨® el dibujo con Salah en punta por delante de Firmino. Y el Liverpool es otro cuando el brasile?o baja unos metros y entra en el circuito de la pelota. Quiz¨¢s pierda contundencia el equipo, pero gana f¨²tbol. Y el Liverpool se fue a por el partido con esas armas, redobl¨® la presi¨®n, que en la primera parte hab¨ªa sido tibia, y tom¨® el control. Empat¨® en un ataque armado por los dos laterales, bien arriba ambos, y definida por Firmino. Llev¨® el partido a su terreno el l¨ªder de la Premier, lo ten¨ªa cocinado, pero nada est¨¢ escrito cuando enfrente sobra el talento. El partido se decant¨® en un retrato de la ecl¨¦ctica evoluci¨®n del f¨²tbol de Guardiola en las islas, un ataque fren¨¦tico, con una conducci¨®n de Sterling, maniobra de distracci¨®n en el desmarque de Ag¨¹ero y remate colocado de San¨¦.
El Liverpool no se conform¨® porque su naturaleza es ind¨®mita. Pudieron empatar Salah y Wijnaldum. Fernandinho, que sostuvo la medular del City, sac¨® un remate del holand¨¦s bajo palos. Tambi¨¦n la sentencia pudo llegar del bando blue con el partido roto. Acab¨® con todo en el campo Klopp, retrato de un equipo generoso. El City contuvo para ganar puntos y tiempo.
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