Mendizorroza, un fort¨ªn inexpugnable
El Alav¨¦s remonta ante el Valencia para firmar la mejor primera vuelta de su historia
A primera vista, Mendizorroza es un paraje sereno. Rodeado de ¨¢rboles, muy cerca del centro de Vitoria pero en medio de parques, de paseos tranquilos en los que juegan los ni?os, y en los que, cuando el fr¨ªo no aprieta demasiado y se filtran los rayos del sol, da gusto sentarse en un banco y ver caer las hojas de los ¨¢rboles. El estadio alavesista, una edificaci¨®n que se camufla entre un complejo deportivo y un front¨®n de mano profesional, no aparenta ser lo que es: una fortaleza inexpugnable, el Fort Knox de Primera Divisi¨®n.
Abelardo y sus hombres han conseguido que ning¨²n equipo se pasee por Vitoria, ni disfrute de los parques ni de la ca¨ªda de la hoja; m¨¢s bien al contrario, que todos enfilen la Avenida de Gasteiz, camino del aeropuerto de Foronda, masticando su frustraci¨®n. Lo hizo el Valencia de Marcelino, que se adelant¨® en el marcador, pero sali¨® trasquilado antes del descanso. El Alav¨¦s firma la mejor primera vuelta de su historia en LaLiga, supera la treintena de puntos, adelanta provisionalmente al Real Madrid y duerme en zona Champions.
A Mendizorroza, suave por fuera, duro por dentro, se va a sufrir, a padecer; a tratar de desenredarse de la tela de ara?a que tejen los albiazules desde la guarida de Tom¨¢s Pina. A penar con los centros de Ibai, con la contundencia de Laguardia, con la velocidad de Jony; a toparse con el muro de Pacheco. Nada les perturba, ni siquiera que el ¨¢rbitro no viera la falta de Cheryshev que dio origen al gol de lanzamiento directo de Parejo, en el minuto 13. Nadie se alter¨® en el bando vasco. Por supuesto, nadie baj¨® los brazos ni se dej¨® ir, pese a que el Valencia tuvo minutos brillantes despu¨¦s de adelantarse y acarici¨® un segundo gol que no acabar¨ªa llegando.
Alav¨¦s, 2 - Valencia, 1
Alav¨¦s: Pacheco; Ximo Navarro, Laguardia, Marip¨¢n, Mart¨ªn Aguirregabiria; Ibai G¨®mez (Sobrino, min. 84), Manu Garc¨ªa, Pina, Jony (Guidetti,?min. 93); Borja Bast¨®n (Brasanac, min. 72) y Calleri.
Valencia: Neto; Gabriel Paulista, Garay, Diakhaby, Lato (Batshuayi, min. 69); Piccini, Wass (Ferr¨¢n, min. 62), Parejo, Cheryshev; Santi Mina y Rodrigo.
Goles: 0-1, min. 13: Parejo, de libre directo. 1-1, min. 20: Borja Bast¨®n. 2-1, min. 45: Tom¨¢s Pina.
Arbitro: Medi¨¦ Jim¨¦nez (Comit¨¦ Catal¨¢n). Amonest¨® con tarjeta amarilla los locales Laguardia (min. 12), Navarro (min. 25) y Pacheco (min. 82)?y a los visitantes Wass (min. 22), Diakhaby (min. 46), Ferr¨¢n (min. 80).
Incidencias: partido correspondiente a la decimoctava jornada de LaLiga Santander disputado en el estadio de Mendizorroza de Vitoria ante?18.304 espectadores en el estadio de Anoeta. El c¨¦sped present¨® zonas heladas debido a las bajas temperaturas que se registraron la noche previa.
Eso fue su perdici¨®n; su castigo. Hab¨ªan empezado bien, con su sistema de tres centrales, que permit¨ªa a los carrileros buscar la espalda a los laterales alavesistas, pero les falt¨® tino en el ¨¢rea y serenidad en defensa. Por eso empat¨® el Alav¨¦s en su primer c¨®rner. Diakhaby, que hab¨ªa tenido una ocasi¨®n en el ¨¢rea de Pacheco, no supo despejar el bal¨®n lanzado desde la esquina, que cay¨® a los pies del infalible Borja Bast¨®n. Es un especialista y no fall¨®.
El Valencia, todav¨ªa din¨¢mico, ten¨ªa la pelota y jugaba con sentido, a pesar del golpe, pero a veces las cosas se enredan m¨¢s de lo necesario, sobre todo con el Alav¨¦s enfrente, y despu¨¦s de una gran jugada de Santi Mina en la que Rodrigo, delante de Pacheco, cruz¨® demasiado el disparo, lleg¨® la puntilla. Otra vez en un c¨®rner, discutido por los valencianos porque ya pasaba el tiempo de alargue. El ¨¢rbitro permiti¨® los dos primeros remates, que salv¨® Neto, y dej¨® seguir la jugada unos segundos m¨¢s, hasta el ¨²ltimo centro, el barullo final, y el remate de Tom¨¢s Pina que acab¨® en la red.
Frustrados, dolidos por el resultado, los hombres de Marcelino no supieron hincarle el diente al Deportivo Alav¨¦s en la segunda mitad. Tuvieron el bal¨®n m¨¢s tiempo, decidieron cortar las v¨ªas de suministro del equipo local, y trataron de poner otra intensidad a su juego, pero se fueron diluyendo con el paso de los minutos. Hubo escarceos, s¨ª, como corresponde a un equipo plagado de futbolistas importantes, pero poco m¨¢s. Los cambios no aportaron demasiado y el Alav¨¦s se fue sintiendo c¨®modo en su papel de presunta v¨ªctima, porque en realidad no lo era, solo lo fing¨ªa. Guardaba en su hucha los tres puntos, esos que le llevan a la incre¨ªble cifra de 31, algo que nadie pensaba en Vitoria al comienzo de temporada. Abelardo so?aba, hace apenas un mes, con alcanzar los 28 y ya ha superado esa marca. Ahora los sue?os, como suele suceder en la noche de Reyes, son m¨¢s ambiciosos. El Valencia, mientras, se queda en su particular purgatorio.
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