Bautista: buen compa?ero, buen modelo

No es ning¨²n secreto la preocupaci¨®n que han tenido los dirigentes del tenis mundial respecto al relevo generacional en los ¨²ltimos tiempos. El enorme predominio de los cuatro tenistas que han acaparado los t¨ªtulos los ¨²ltimos 10 a?os les hicieron temer una falta de inter¨¦s del espectador por la nueva hornada, que no parec¨ªa tener el ¨ªmpetu suficiente para convertirse en desafiantes rivales.

En 2017 se disput¨®, por primera vez, la Next Gen ATP Finals, el torneo que se disputa en Mil¨¢n a final de a?o y al que acceden los ocho mejores tenistas menores de 21 a?os. Esta iniciativa y distintos esfuerzos para promocionar la imagen de los jugadores m¨¢s j¨®venes se han hecho, entiendo yo, para solventar ese temido hueco y el consiguiente efecto negativo para nuestro deporte.

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Ha transcurrido el primer tercio del Open de Australia y presumo que tanto los dirigentes como los aficionados, en general, deben empezar a respirar tranquilos. Mientras escribo esto, nueve de los jugadores que siguen en liza en el cuadro masculino tienen menos de 22 a?os. Alexander Zverev, Karen Khachanov, Borna Coric, Stefanos Tsitsipas, Denis Shapovalov y Alex de Mi?aur son algunos de ellos y los que con fuerza creciente vienen reclamando protagonismo en los ¨²ltimos tiempos.

La suerte ha querido que los dos ¨²ltimos de los mencionados, que son los dos m¨¢s j¨®venes con tan solo 19 a?os, se enfrenten al n¨²mero uno y al n¨²mero dos. Es verdad que Rafael y Novak siguen siendo favoritos en sus respectivos enfrentamientos, pero creo tambi¨¦n que estamos ante el preludio de un a?o muy interesante en el que veremos su irrupci¨®n definitiva.

Garbi?e Muguruza acaba de pasar a tercera ronda en un intenso partido contra una nada f¨¢cil Johanna Konta. Y junto a ella, y espero que siga siendo as¨ª, nos quedan en el cuadro masculino Fernando Verdasco, Pablo Carre?o, mi sobrino Rafael y Roberto Bautista, a quien me gustar¨ªa dedicarle unas palabras de admiraci¨®n por varios motivos.

Muy destacable es su victoria en el reciente torneo de Qatar, en el que venci¨® en la final a Thomas Berdych y en la semifinal a Djokovic. Y tambi¨¦n lo han sido sus dos primeros partidos en el presente Open, contra Murray y contra Millman, dos intensos maratones que me mantuvieron en vilo hasta el desenlace de ambos encuentros, los dos a su favor y en el quinto set. Ahora espero que supere la tercera ronda en su enfrentamiento contra Khachanov, al que puede poner en apuros con su buena estrategia y, sobre todo, con su golpe plano de derecha, con el que es capaz de complicarle la vida a cualquier rival.

Desde el 2016, a?o en el que se posicion¨® en el n¨²mero 13 de la clasificaci¨®n ATP, Roberto ha pasado por vicisitudes muy duras en el plano familiar; la peor, desde luego, la p¨¦rdida de su madre la semana anterior al ¨²ltimo Roland Garros. Nadie ha dejado de ver, sin embargo, al tenista entregado, luchador y ejemplar por su compromiso. Un buen compa?ero para los que est¨¢n en el circuito y un buen modelo para esos j¨®venes de los que tanto venimos hablando.