Nadal y Djokovic: un cl¨¢sico en la cabeza
Ambos se reencuentran en la final australiana, la octava en un grande, con el trasfondo psicol¨®gico del ¨²ltimo enfrentamiento, favorable al serbio en Wimbledon, y la carrera hist¨®rica por atrapar a Federer
¡°?Djokovic? ?Qu¨¦ voy a decir de Djokovic? ?Desconfiar? ?De ¨¦l desconf¨ªo en todo! ?Djokovic? ?l siempre es peligroso, en cualquier circunstancia¡¡±. Es 11 de julio, en Wimbledon, y Rafael Nadal acaba de homenajear a la ¨¦pica en un ajustad¨ªsimo pulso con Juan Mart¨ªn del Potro. De repente, el balear rompe la monoton¨ªa del discurso con los periodistas y responde con irritaci¨®n. El serbio advert¨ªa, el serbio ven¨ªa. Y Nadal lo sab¨ªa. Dos d¨ªas despu¨¦s, Nole le cortaba el paso en unas semifinales taquic¨¢rdicas y dos m¨¢s tarde se proclamaba campe¨®n, terminando as¨ª con una sequ¨ªa de m¨¢s de dos a?os en los grandes escenarios y haciendo trizas mil fantasmas, porque hasta entonces se hab¨ªa metido en un laberinto y hab¨ªa perdido la llave de salida.
Fue una liberaci¨®n. A partir de ah¨ª, el gran Djokovic sali¨® de las catacumbas y comenz¨® a gobernar otra vez con pu?o de hierro, triunfando en Nueva York y, en consecuencia, elevando su decimocuarto major. Mientras, la rodilla jugaba otra mala pasada a Nadal y el balear quedaba temporalmente fuera de combate. La incertidumbre que envolv¨ªa a uno se traslad¨® al lado del otro. Sin embargo, al mallorqu¨ªn le han bastado seis partidos para reincorporarse a la carrera hacia el infinito, porque en el fondo, con Roger Federer no demasiado lejos de la puerta de salida, ambos son conscientes de que cada trofeo vale oro y cada encuentro es una guerra. Cada ¨¦xito supone un paso m¨¢s hacia el gran objetivo.
Por eso, en el instante en el que Nadal bat¨ªa a Tsitsipas el jueves, la final de Melbourne ya hab¨ªa comenzado a jugarse. El de Manacor ha lucido m¨²sculo a lo largo de todo el torneo, mientras que el despliegue del balc¨¢nico hab¨ªa sido menos fastuoso. Hasta el viernes. Djokovic se arremang¨®, afil¨® la guada?a y se deshizo del franc¨¦s Lucas Pouille en solo 1h 23m (6-0, 6-2 y 6-2). Fue una demostraci¨®n de fuerza. Aqu¨ª estoy yo. ¡°Cuando tiene esa mirada, fr¨ªa y ganadora, es un jugador temible. Ha salido a la pista para enviarle un mensaje a Rafa¡±, precisaba el australiano Pat Cash, doble finalista en Australia (1987, 1988) y campe¨®n de Wimbledon (1987).
Muy distintos en la forma, en el fondo hay un elemento com¨²n entre Nadal y Djokovic, dos de las mentes m¨¢s gran¨ªticas de la historia del tenis: son dos renacidos. Uno ha sorteado el sinf¨ªn de obst¨¢culos que le ha interpuesto su chasis herc¨²leo, mientras el otro, adem¨¢s del importante contratiempo que sufri¨® en un codo, tuvo que derrotar al peor de los enemigos: uno mismo.
De ah¨ª que el quid de la final que les enfrentar¨¢ este domingo (9.30, Eurosport) resida esencialmente en la cabeza. ¡°Ganarle a Rafa en el quinto set de Wimbledon me catapult¨® mentalmente para volver a tener m¨¢s confianza¡±, recordaba ayer Nole, que a continuaci¨®n a?ad¨ªa otra coletilla significativa: ¡°Ambos llegaremos en buenas condiciones f¨ªsicas, pero el aspecto mental ser¨¢ el que determine qui¨¦n cruzar¨¢ la l¨ªnea de meta como ganador¡±.
Matices t¨¦cnicos aparte, el factor psicol¨®gico se antoja determinante en el 53? episodio de la saga, la m¨¢s kilom¨¦trica de la historia del tenis. Nadie se ha enfrentado m¨¢s veces que ellos, protagonistas del gran cl¨¢sico de la raqueta y tambi¨¦n de los otros dos cruces m¨¢s repetidos: Djokovic-Federer (25-22) y Nadal-Federer (23-15). Llegan ambos con una din¨¢mica extraordinaria, habiendo ahorrado mucho combustible ¨Cen las seis rondas previas invirtieron 12h 12m, Nadal y 11h 59m, Djokovic¨C y con registros parejos. El balear aterriza limpio e intimidatorio, sin haber perdido un solo set, mientras que el serbio se dej¨® solo dos: uno contra Shapovalov y otro ante Medvedev.
2013, el ¨²ltimo precedente favorable al balear en dura
¡°Rafa est¨¢ mejor que nunca sobre pista dura¡±, expuso Djokovic, que se adjudic¨® el ¨²ltimo precedente sobre superficie r¨¢pida, en la pen¨²ltima ronda de Indian Wells 2016; en este terreno, para dar con el triunfo m¨¢s reciente de Nadal (32 a?os) contra su bestia negra (31) hay que rebobinar hasta 2013, cuando le bati¨® en la final del US Open.
¡°?l ha mejorado mucho su saque; ahora ahorra m¨¢s energ¨ªa, ya que acorta los puntos cuando saca, y as¨ª llega con m¨¢s fuerza en los juegos que resta¡±, diseccion¨® el de Belgrado, incidiendo despu¨¦s otra vez en el factor emocional: ¡°Podemos prometer una cosa: conoci¨¦ndonos a los dos, vamos a dejarlo todo en la pista. A nivel mental, el que sea capaz de estar m¨¢s concentrado durante los puntos importantes tendr¨¢ mucho ganado¡±.
De ganar su s¨¦ptimo trofeo, Djokovic desempatar¨ªa con Roy Emerson y Federer como el tenista m¨¢s laureado en Australia, adem¨¢s de dar otro bocado importante al pastel del Grand Slam; se situar¨ªa con 15 majors, a dos de Nadal y cinco del suizo. Mientras tanto, si vence el espa?ol estrechar¨ªa el cerco sobre Federer de una forma ostensible, quedando todav¨ªa toda la temporada por delante. En Melbourne, pues, se juegan muchas finales dentro de una sola.
¡°RAFA ES EL RIVAL M?S GRANDE QUE HE TENIDO¡±
Siempre con buena predisposici¨®n, Djokovic departi¨® ayer con los periodistas con su habitual gentileza. No obstante, tanto en el discurso como en el semblante del serbio, ganador de 14 grandes, ya se advert¨ªan las briznas de tensi¨®n que rodean a una final de estas caracter¨ªsticas. Pese a que ya hayan pasado siete a?os, ¨¦l y Nadal a¨²n tienen fresca en la memoria la que disputaron en la central australiana, en 2012; la m¨¢s larga que se ha jugado nunca en un Grand Slam.
"Espero que no dure lo mismo que aquella vez, pero estoy seguro de que ser¨¢ otro gran partido. Probablemente sea el que m¨¢s represente el concepto de nuestra rivalidad. Se puede decir que ese partido ser¨ªa la guinda del pastel", indicaba Nole, que elogi¨® en todo momento a su rival.
¡°Creo que la gente disfrutar¨¢. Jugar ante ¨¦l requiere de un planteamiento t¨¢ctico diferente, pero estoy seguro de que a ¨¦l le ocurre lo mismo conmigo. Rafa es el rival m¨¢s grande que he tenido a lo largo de mi carrera¡±, expres¨®; ¡°¨¦l es, sin duda, el m¨¢s intenso que yo haya visto o jugado nunca. Te hace estar alerta desde el primer punto, no te permite relajarte nunca. Para enfrentarte a ¨¦l debes estar muy bien f¨ªsicamente y estar preparado para correr durante horas¡±.
Respecto a c¨®mo enfocar¨¢ el pulso, se?al¨® que no desea prolongar excesivamente los peloteos. ¡°Intentar¨¦ mandar, pero contra Nadal eso es m¨¢s f¨¢cil decirlo que hacerlo. Depende de c¨®mo vaya la cosa... No quiero meterme en intercambios largos; hasta ahora, mis puntos a uno o dos tiros han funcionado¡±, explic¨® antes de referirse a su evoluci¨®n. Si Nadal dijo hace un par de d¨ªas que hab¨ªa adaptado su juego a su edad, ¨¦l plante¨® lo contrario: ¡°Yo he tenido que adaptar mi edad al juego. Siento que mi cuerpo est¨¢ bien y no creo que vaya a comprometer mi juego. Sigue siendo el mismo, en general. De momento no tengo la intenci¨®n de cambiar nada¡±.
El hist¨®rico refleja que ambos se toparon por primera vez en 2006, en un duelo de cuartos en Roland Garros. Tambi¨¦n, que en el dilatado historial de cruces entre los dos solo figura un encuentro en Melbourne, donde Nadal tiene tendencia a estirar las finales: de las cuatro que disput¨® previamente, el mallorqu¨ªn alcanz¨® los cinco sets en tres de ellas: 2009 (Federer), 2012 (Djokovic) y 2017 (Federer).
La ¨²nica que se dirimi¨® en menos sets (4) fue la de 2014, cuando jug¨® muy mermado de la espalda y perdi¨® contra el suizo Stan Wawrinka.
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