¡°?Ojo, que viene Mandzukic!¡±
El exdelantero del Atletico es recordado en el club por su car¨¢cter guerrillero y se presenta a la cita como el gran escudero de Cristiano Ronaldo
Cuando en el vestuario del Atl¨¦tico y en club se pregunta por Mario Mandzukic (Croacia, 32 a?os), las respuestas son monocordes: ¡°car¨¢cter fuerte, pele¨®n y trabajador por y para el equipo¡±; ¡°buen t¨ªo, un guerrero¡±. Los que coincidieron con el croata en su ¨²nica en temporada en el Atl¨¦tico, la 14-15, recuerdan a uno de esos tipos al que hab¨ªa que escudri?ar el semblante para adivinar c¨®mo se hab¨ªa levantado esa ma?ana. ¡°?Ojo, que viene Manyo!¡±, bromeaban en la caseta cuando le ve¨ªan asomar por la puerta. ¡°No hablaba mucho, por motivos de idioma generalmente se entend¨ªa m¨¢s con Oblak, o con Dimo, el utilero, y con los pocos que hablaban ingl¨¦s¡±, rememoran en el Cerro del Espino. Tras una discusi¨®n en Bala¨ªdos, a pie de campo, Simeone desvel¨®: ¡°?l habla ingl¨¦s y yo no le entiendo¡±. Experto en artes marciales, Mandzukic impon¨ªa por su f¨ªsico (1,90m) hasta al propio t¨¦cnico argentino.
Los episodios guerrilleros de Mandzukic a¨²n se recuerdan en el Atl¨¦tico con mucho respeto. Como el d¨ªa que llam¨® al club para que le abrieran el gimnasio un par de d¨ªas despu¨¦s de que le partieran la nariz en Atenas, tras un codazo de Kasami, central del Olympiacos. Aquel partido lo termin¨® sin importarle tener que tragar sangre y respirar con dificultad. Los m¨¦dicos le hab¨ªan recomendado reposo por temor a alguna hemorragia y su respuesta fue que ¡°la sangre no es mala, no pasa nada por sangrar¡±. Abri¨® el gimnasio. Los especialistas dise?aron una m¨¢scara protectora para jugar, pero siempre terminaba por quit¨¢rsela. Contra el Madrid, en la ida de los cuartos de final de la Champions disputada en el Calder¨®n (0-0), acab¨® con una ceja partida por un codazo de Ramos. En un forcejeo, Carvajal tambi¨¦n le propin¨® un pu?etazo en la barriga dentro del ¨¢rea y un mordisco. Al t¨¦rmino del encuentro, Mandzukic se manifest¨® en las redes sociales respondiendo al c¨®digo futbolero de que lo que pasa en el campo, en el campo queda: ¡°El partido de ayer fue muy duro y los dos equipos lo dimos todo, pero para m¨ª no hubo ninguna pol¨¦mica, ni mordisco, ni nada¡±.
Su llegada al club en el verano de 2014 procedente del Bayern de M¨²nich a cambio de 22 millones de euros supuso un cambio radical en el ataque de Simeone. El curso anterior, el Atl¨¦tico se hab¨ªa proclamado campe¨®n de Liga y alcanz¨® la final de la Liga de Campeones con Diego Costa como referente. Mandzukic era otro delantero, menos capacitado para el contragolpe que su antecesor por su altura y su lentitud de movimientos. Desde los primeros momentos de la pretemproada, veteranos como Tiago ya deslizaban que el equipo deb¨ªa cambiar la forma de atacar que les hab¨ªa llevado al ¨¦xito. Deb¨ªan ralentizar los ataques para esperar que Mandzukic llegara al ¨¢rea y aumentar los centros laterales desde las bandas para aprovechar los remates de cabeza. ¡°Era un jugador distinto a Diego Costa, pero nos dio mucho. Aunque tuvimos que cambiar, hizo goles, sobre todo hasta la mitad de la temporada¡±, recuerda Juan Vizca¨ªno, por entonces miembro del cuerpo t¨¦cnico rojiblanco.
Los n¨²meros del delantero croata no eran malos. En el mes de febrero, su registro era de 20 goles, pero se qued¨® seco. No volvi¨® a marcar. Vizca¨ªno coincide con la opini¨®n de los despachos del club de que el retorno de Fernando Torres pudo descentrarle. ¡°Lleg¨® el Ni?o con todo lo que eso supon¨ªa y puede que eso le hiciera sentirse menos importante. Pero al final, por encima de que dejara de marcar, lo que quieres son jugadores de car¨¢cter y ¨¦l lo ten¨ªa. No hizo m¨¢s goles, pero trabajaba para el equipo¡±. El propio Simeone termin¨® por admitir en privado que no era el killer del ¨¢rea que pensaban. Tampoco logr¨® el t¨¦cnico argentino convencerle para jugar m¨¢s tirado a una banda, como hace ahora en la Juve con Allegri. En el Atl¨¦tico, la ¨²nica vez que lo hizo desde el inicio fue en el 4-0 liguero ante el Madrid que abri¨® la puerta de salida a Carlo Ancelotti. Mandzukic jug¨® por la derecha, hizo un gol, dio otros dos y se llev¨® por delante al desnortado Coentrao y al inexperto Nacho, que form¨® pareja con Varane.
En tres temporadas en Tur¨ªn, Mandzukic, ha vuelto a imponer su recio car¨¢cter. Ahora es uno de los capos del vestuario y uno de los capitanes. Juega para liberar a Cristiano sin perder de vista la porter¨ªa. Ha marcado ocho goles y ha dado siete asistencias en la Serie A, aunque en la Champions solo ha marcado un tanto. "Es un jugador muy completo, de equipo, que ayuda en todos los aspectos. En un partido de esos trabados es capaz de bajarte balones, de hacer respirar al equipo y hacerlo jugar. A Cristiano le ayuda mucho, le hace tener m¨¢s presencia en el ¨¢rea. Los dos son complementarios", dice Luis Alberto, mediapunta del Lazio. "Forman una pareja muy interesante porque dan muchas alternativas. Intercambi¨¢n mucho la posici¨®n, a veces cae uno a banda y otras lo hace el otro. Cristiano le ha dado a la Juve un salto cualitativo en lo deportivo por todo lo que ofrece, y cuantitativo en cuanto a ambici¨®n", concluye Julio Vel¨¢zquez, que los sufri¨® a ambos cuando a¨²n dirig¨ªa al Udinense.
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