Par¨ªs no es capital del f¨²tbol
Los reiterados fracasos del PSG en Europa siembran dudas en el multimillonario proyecto de Qatar, mientras crecen las especulaciones sobre el futuro de Neymar y Mbapp¨¦
La palabra para designar el desastre todav¨ªa no est¨¢ fijada. ?Remuntada? ?Comeback?En todo caso, est¨¢ claro que la eliminaci¨®n de la Champions del Paris Saint-Germain ante el Manchester United pasar¨¢ a los anales del club franc¨¦s. Por ahora, le sume en una profunda crisis de identidad, la de un equipo que gasta y compra ¡ªy algunas veces juega¡ª como si fuese uno de los mejores, pero con los resultados de un cuadro modesto y esforzado.
La palabra ¡°remontada¡± ¡ªo remuntada, en catal¨¢n¡ª ya forma parte del lenguaje corriente franc¨¦s desde que en 2017 el Bar?a gan¨® 6-1 al PSG y le dio la vuelta a un 4-0 adverso. Ahora cualquier cambio de tendencia, en la pol¨ªtica o en la econom¨ªa, es una remontada en Francia. La ¨²ltima, la subida del presidente Emmanuel Macron en los sondeos, tras la crisis de los chalecos amarillos.
La discusi¨®n est¨¢ abierta sobre cu¨¢l es el neologismo m¨¢s adecuado despu¨¦s de que el Manchester United diese la vuelta a un 0-2 en Old Trafford y derrotase por 1-3 al PSG en el Parque de los Pr¨ªncipes de Par¨ªs. Otra remontada. Ahora Le Monde propone el t¨¦rmino en ingl¨¦s: comeback. Le Parisien habla directamente de ¡°el traumatismo¡±, y quiz¨¢ sea lo que mejor define lo ocurrido el mi¨¦rcoles en Par¨ªs.
Por tercer a?o consecutivo, el campe¨®n franc¨¦s se estrella en los octavos de final de la Champions League, como si fuese un muro infranqueable. Por segunda vez, cae siendo v¨ªctima de una remontada. ¡°Cuesta entender c¨®mo este equipo del PSG puede deshincharse en cuanto hay un partido importante en marzo¡±, dice por tel¨¦fono Pierre Maturana, redactor jefe de So Foot. ¡°Cada vez tenemos la impresi¨®n de que ten¨ªan las llaves para clasificarse y despu¨¦s pierden la confianza, y que el equipo no tiene los ingredientes, quiz¨¢ en el estado ¨¢nimico, o las ganas, o en el juego, para clasificarse. Es particular, porque se han invertido millones y al final es un equipo que cuanto m¨¢s gasta, menos bueno es en Europa¡±.
Fundado en 1970 en una ciudad sin demasiado arraigo futbol¨ªstico, el PSG seguramente sea a un club sin la historia ni el alma de los grandes del f¨²tbol mundial, pero sus eliminaciones encadenadas en Europa son m¨¢s que una derrota. Todo un modelo est¨¢ en cuesti¨®n: el del equipo fabricado a golpe del talonario del emir de Qatar, una constelaci¨®n de estrellas, una marca poderosa y eficiente para ganar dinero pero menos para obtener t¨ªtulos de relieve. El fracaso en la Champions siembra dudas, asimismo, sobre el triunfante modelo futbol¨ªstico franc¨¦s, capaz de producir algunos de los mejores talentos y de ganar la Copa del Mundo, pero sin ning¨²n equipo de primer nivel.
Ya puede el PSG pasearse por la Liga y por la Copa, competiciones de poco valor para los parisinos. Una y otra vez, el salto a Europa se salda en fracaso. Ni la excelencia de Francia en el campeonato mundial ni la presencia de fueras de serie como Neymar o Mbapp¨¦ pueden, por s¨ª solos, situar a la Ligue 1 entre las grandes ligas europeas. Hay algo melanc¨®lico en estos partidos en el Parque de los Pr¨ªncipes, donde se mezclan los turistas con hinchas locales, y en los que rutinariamente el PSG derrota sin despeinarse a los Angers o Amiens, la misma Francia perif¨¦rica ¡ªla de la clase media pauperizada en las ciudades medianas y peque?as¡ª que cada s¨¢bado visita Par¨ªs para desafiar el sistema. El sistema es Macron, ¡ªque, por cierto, es hincha del Olympique de Marsella; y el sistema tambi¨¦n es el PSG.
Los cracks que el emir Tamim ben Hamad Al Thani y su hombre en Par¨ªs, Nasser Al-Khelaifi, ficharon durante estos a?os (400 millones en 2017 por Neymar y Mbapp¨¦) no deb¨ªan so?ar que su destino ser¨ªa agotar la temporada en campos de 20.000 o 30.000 espectadores en Toulouse o Montpellier, en vez del Camp Nou o el Wanda Metropolitano, donde se celebrar¨¢ la final de la Champions el 1 de junio.
No era esa la idea de los catar¨ªes cuando compraron el PSG hace ocho a?os. La idea era crear un equipo que se codease con los Barca, Madrid, Manchester, Juventus o Bayern. ¡°Ahora hay muchos interrogantes sobre el proyecto¡±, dice Maturana. ¡°?Ad¨®nde va? ?C¨®mo se ha construido? ?Hay lagunas en cultura del club? ?En la gesti¨®n? Creo que es un poco en todos estos terrenos en los que Par¨ªs no llega a ser un gran club¡±.
El muro de cuartos
El balance es pobre. Nunca han pasado de los cuartos de final y, en las ¨²ltimas tres temporadas, se han encallado en octavos: en 2017 ante el Bar?a, cuando la c¨¦lebre remontada; en 2018 ante el Real Madrid; y este a?o ante el m¨¢s discreto Manchester United, que apareci¨® plagado de bajas. Ahora llega la hora de las culpas. Las miradas se centran en Al-Khelaifi, pero tambi¨¦n en el entrenador, el alem¨¢n Thomas Tuchel, y en el portero de 41 a?os, el italiano Gigi Buffon. Y se disparan las especulaciones. ?Se marchar¨¢ Neymar? ?Y Mbapp¨¦? ?Se conformar¨¢n estos dos con pasar el resto de sus d¨ªas profesionales jugando en campos de la provincia francesa?
Par¨ªs asume que todav¨ªa no es capital del f¨²tbol. Quiz¨¢ nunca lo sea. Ya es capital de tantas otras cosas... Salir del bache, para el PSG, no ser¨¢ f¨¢cil. La ¡°remontada¡± costar¨¢.
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