El Manchester City abusa y sue?a

Enfrascado como est¨¢ en una marat¨®n que le mantiene en liza por todos los t¨ªtulos a los que empez¨® opositando al inicio de la temporada, al Manchester City le aliv¨ªan partidos como el que le enfrent¨® al Schalke 04 en la vuelta de los octavos de final de la Champions. Que a estas alturas una cita as¨ª se convierta en un tr¨¢mite es un lujo. Lo disfrut¨® el equipo de Guardiola, que visto lo visto con otros favoritos no se fi¨® y encontr¨® premio: antes del descanso ya hab¨ªa sentenciado la eliminatoria. Luego dosific¨® esfuerzos, pero no goles (7-0), ante un rival lamentable.

Obviamente el City tiene m¨¦rito, pero el sorteo le favoreci¨®. El Schalke, que pelea en la Bundesliga por no perder la categor¨ªa, es a estas alturas un caramelito. El equipo ingl¨¦s lo engull¨® sin miramientos, con la voracidad propia de quien tiene mucho por comer en Europa: es la tercera vez que el campe¨®n ingl¨¦s se sit¨²a entre los ocho mejores equipos de la Champions. L¨ªder en la Premier, campe¨®n ya de la Copa de la Liga y de la Supercopa inglesa y tambi¨¦n entre los ocho supervivientes de la FA Cup est¨¢ como para no so?ar, esforzado tambi¨¦n como pocos porque el del Schalke fue su partido n¨²mero 29 en 109 d¨ªas.

El City salta al campo cada cuatro d¨ªas, pero esta vez fue poco menos que ba?o y masaje. El ba?o se lo llev¨® el Schalke, que sali¨® replegado sin que se atisbase intenci¨®n de remontada respecto al 2-3 del partido. Trat¨® de contener al City, pero lo hizo como quien trata de detener la rotura de un embalse con las palmas de las manos. En cuanto le empezaron a filtrar balones brotaron espacios por todas partes.

Todo se acab¨® de sustanciar en los diez minutos que precedieron al descanso. El desenlace del mon¨®logo pudo ser m¨¢s lucido porque el ¨¢rbitro se?al¨® un penalti muy riguroso sobre Bernard Silva, que el VAR no quiso desmentir y al que Ag¨¹ero sac¨® lustre con una ejecuci¨®n impecable, un Panenka perfecto. Repiti¨® el argentino casi sin soluci¨®n de continuidad, imparable, autor de trece goles en los doce ¨²ltimos partidos con su equipo. Lo que sigui¨® fue un tr¨¢mite asambleario. San¨¦, Sterling, Bernardo Silva, Foden y Gabriel Jesus redondearon el marcador con la sensaci¨®n de que no precisaron pisar el acelerado. Evidenciaron a¨²n m¨¢s la tibieza del Schalke, que ni atac¨® ni se defendi¨®, que se despidi¨® tras haber llegado al rid¨ªculo.