L¨¢grimas de Tigre
En el f¨²tbol argentino, el ayer remoto decide el resultado de hoy. El equipo del norte de Buenos Aires pierde la categor¨ªa, pese a acabar noveno, por los malos resultados entre 2009 y 2012
Argentina entra?a grandes misterios. Casi todos relacionados con el oscuro v¨ªnculo entre pasado y presente. ?Por qu¨¦ un pa¨ªs que fue potencia mundial sufre hoy tantos agobios? ?Por qu¨¦ la inflaci¨®n es una enfermedad cr¨®nica y nunca cuadran las cuentas? ?Cu¨¢ndo se fastidi¨® el asunto? ?Qu¨¦ pas¨®? Cualquier explicaci¨®n desemboca de alguna forma en la cuesti¨®n de la herencia, sea la de los inmigrantes espa?oles e italianos, sea la del peronismo, sea la del antiperonismo, sea la de las dictaduras, sea la de los ingleses: algo fue mal en un momento de la historia y all¨¢ encall¨® el pa¨ªs.
El f¨²tbol es en cierta forma coherente con esa condici¨®n nacional: el pasado pesa mucho. No se trata aqu¨ª de una met¨¢fora referida al historial de tal club o tal otro, o de las antiguas glorias adheridas con los a?os a una determinada camiseta. No. Hablamos de que el ayer remoto decide el resultado de hoy. Como si los hijos pagaran por las culpas de los padres. Como si hubiera que expiar los pecados de gente que ya se fue.
Recurramos, como siempre, a un ejemplo. El de Tigre. La localidad, justo al norte de Buenos Aires, incluye barrios pobres y lujosas urbanizaciones cerradas (lo que llaman country) frente a un archipi¨¦lago de islitas en el r¨ªo de la Plata. El club de la ciudad, que luce los colores rojo y azul, dicen que copiados de la bandera del cant¨®n suizo de Tesino, posee un palmar¨¦s respetable mezclado con largas fases de relegaci¨®n. Es, con Belgrano y los dos San Mart¨ªn, el de San Juan y el de Tucum¨¢n, uno de los cuatro equipos que han descendido en la reci¨¦n concluida temporada de la Superliga.
El caso es que Tigre termin¨® noveno y, por tanto, se clasific¨® para disputar la Copa Sudamericana. No podr¨¢ jugarla a causa del descenso. Cosas de los promedios. Pero, ojo: Tigre no qued¨® entre los cuatro ¨²ltimos el a?o pasado, y tampoco el anterior. Los promedios que le han hundido proceden de mucho antes, de sus malos resultados entre 2009 y 2012. Es decir, que quienes se ganaron el descenso fueron futbolistas de otro tiempo. Tipos que salvaron la categor¨ªa, pese a quedar ¨²ltimos, gracias a los m¨¦ritos de sus antepasados, y condenaron a unos sucesores que juegan mejor que ellos. El remate de la temporada result¨® especialmente sangrante, porque en el partido final Tigre gan¨® al poderoso River Plate, campe¨®n de la Libertadores. No sirvi¨® de nada. A muchos les pareci¨® injusto.
La Asociaci¨®n de F¨²tbol Argentino (AFA), una entidad tan disfuncional como la polic¨ªa bonaerense, aunque menos peligrosa, no se decide a terminar con los promedios en la m¨¢xima categor¨ªa. Las divisiones inferiores ya est¨¢n circunscritas al aqu¨ª y ahora; en materia de descensos, la Superliga sigue funcionando seg¨²n el all¨¢ y el entonces. Sin embargo, no hay tiempo para lamentarse. Termin¨® la Superliga con Racing campe¨®n y los citados cuatro descensos, y el fin de semana siguiente ya empezaba a disputarse otro torneo, la Copa de la Superliga, en la que participan tambi¨¦n los equipos que han bajado. Prosiguen tambi¨¦n la Copa Libertadores y la Copa Argentina. M¨¢s f¨²tbol y m¨¢s partidos. El ¨¦xtasis de Racing y las l¨¢grimas de Tigre, de hace solamente una semana, parecen fen¨®menos pret¨¦ritos, sepultados por la avalancha de nuevos encuentros y nuevos resultados.
Pero conviene recordar. Porque en el f¨²tbol argentino, como en el presente de toda Argentina, el pasado siempre vuelve para cobrarse venganza.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.