El m¨¦rito del Bar?a en la Liga
Ser¨ªa una equivocaci¨®n pensar que casi todo el peso del ¨¦xito debe recaer en la Champions. La competici¨®n dom¨¦stica es el bar¨®metro de tu fuerza, la marca de tu regularidad
Cuando el Barcelona reciba al Liverpool el mi¨¦rcoles en el Camp Nou, se mirar¨¢ en el oportuno espejo de un equipo que suma casi tres d¨¦cadas sin alzarse con el t¨ªtulo de liga en Inglaterra. El f¨²tbol, como la vida, te presenta situaciones que te ayudan a dar valor a lo que tienes. Cuando llegu¨¦ al Manchester United en 1996, los diablos rojos ya miraban con una mezcla de anhelo y envidia los 18 campeonatos acumulados por el Liverpool. Por aquel entonces a¨²n nos separaba un abismo de ocho torneos. Un reto insalvable que Sir Alex Ferguson acab¨® convirtiendo en obsesi¨®n conforme su equipo fue recortando distancias y el Liverpool se estancaba en su larga traves¨ªa en el desierto. Cuando se retir¨®, las vitrinas de Old Trafford superaban la marca hist¨®rica de 20 trofeos, dos m¨¢s que su eterno enemigo.
Nunca debes infravalorar a un rival con hambre. El Liverpool mantiene el pulso a dos competiciones, Premier y Champions, y es un equipo peligros¨ªsimo. J¨¹rgen Klopp ha logrado que sus jugadores controlen las transiciones como nadie, que salgan r¨¢pido, con dinamismo. Cuenta con un Mohamed Salah desequilibrante en este tramo de temporada, tiene extremos r¨¢pidos y centrocampistas con llegada. Sin duda, es el semifinalista que menos le conven¨ªa al Bar?a.
Pero ser¨ªa una equivocaci¨®n pensar que casi todo el peso del ¨¦xito de una temporada debe recaer en la Champions y restar importancia al m¨¦rito de ganar ocho de los ¨²ltimos 11 campeonatos dom¨¦sticos. La Liga de Campeones es una competici¨®n en la que debes llegar a tu mejor pico de forma en los momentos decisivos, pero al m¨ªnimo detalle, un penalti, un resbal¨®n, el veredicto del VAR, te quedas fuera. El Real Madrid la ha ganado con todo merecimiento estos tres ¨²ltimos a?os, pero si miramos la clasificaci¨®n ha acabado lejos del liderato del campeonato en las dos ¨²ltimas campa?as: en la pasada, a 17 puntos del Barcelona. ?Qu¨¦ nos dice eso? Que en la competici¨®n europea te mides contra los m¨¢s grandes durante 13 partidos, pero la Liga es el bar¨®metro de tu fuerza, la marca de tu regularidad. El caso del Barcelona es llamativo, porque s¨®lo suma tres derrotas en las dos ¨²ltimas temporadas de Liga, pero el barcelonismo tiende a poner el acento en momentos de desaz¨®n como la eliminaci¨®n contra la Roma.
Creo fervientemente en los ciclos. En el curso 2016-17, cuando el Real Madrid conquist¨® la Liga, Zidane hizo rotaciones entre el equipo titular y el de suplentes comprometidos que te sacaban el partido. Ve¨ªas entonces al Bar?a y pensabas que faltaba un relevo generacional. Ahora han cambiado las tornas. El Real Madrid ha cedido la responsabilidad a los treinta?eros, tiene una gran plantilla, pero echa en falta ese elemento que siempre aguanta el paraguas y, cuando llueve, nadie se moja. Ese era el trabajo de Cristiano Ronaldo, pero se fue y nadie ha sido capaz de echarse el equipo a la espalda. Y en el Bar?a es Leo Messi quien sostiene el paraguas. La marcha de Cristiano ha sido un serio aviso para navegantes.
Desde hace dos a?os el Bar?a dispone de jugadores j¨®venes y de calidad como Arthur, Demb¨¦l¨¦ y Lenglet, y adem¨¢s contar¨¢ con savia nueva, como De Jong. Es evidente que est¨¢ preparando su futuro. Se cuida el corto y medio plazo gracias a futbolistas como Ter Stegen y Umtiti, sin olvidar que a largo plazo habr¨¢ otros que, cuando cumplan a?os, ya llevar¨¢n un tiempo en el Barcelona.
Y en esa transici¨®n sin perder fuelle competitivo, hay que dar todo el cr¨¦dito que se merece a Ernesto Valverde. Un hombre de club, fiel a sus ideas, que ha transmitido calma en amagos de catastrofismo y que ha sabido gestionar el vestuario. Ya nadie se acuerda del caso Demb¨¦l¨¦. Se le han exigido t¨ªtulos y ha peleado dos Ligas con unos n¨²meros que hablan por s¨ª solos, adem¨¢s de sumar una Copa del Rey la temporada pasada, mientras este a?o tiene opciones para emular dos trofeos e incluso ganar el triplete. Yo firmar¨ªa lograr todos los a?os un doblete. ?Qui¨¦n no?
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