La Champions y el legado de Johan
Ajax y Tottenham est¨¢n cumpliendo un sue?o, haciendo sencillo algo que parece muy complicado: ganar con una identidad muy definida
Mi padre siempre dec¨ªa que la t¨¦cnica no era cuesti¨®n de ser un malabarista con el bal¨®n, sino de llevarlo a su destino con los menos toques posibles, facilitando el movimiento de tu compa?ero. Ese es el sentido de su famosa frase que esta semana ha vuelto a la actualidad: ¡°Jugar al f¨²tbol es muy sencillo, pero jugar un f¨²tbol sencillo es la cosa m¨¢s dif¨ªcil que hay¡±. Sus palabras no solo sirven para ilustrar la gesta del Ajax en Tur¨ªn. Yo las har¨ªa extensibles a todos los semifinalistas de Champions y tambi¨¦n al Manchester City, eliminado de la competici¨®n tras marcar cuatro goles. Todos son protagonistas con el esf¨¦rico.
Esa frase es una verdad como un templo, porque muchas veces complicamos el f¨²tbol cuando en el fondo es un juego simple. Y hacerlo sencillo requiere muchas horas de trabajo en la ciudad deportiva partiendo de una idea clara. Es necesaria una identidad sobre la que gire toda la planificaci¨®n de un proyecto, desde los despachos, pasando por el banquillo hasta el c¨¦sped. Y eso tambi¨¦n es una tarea compleja en los tiempos que corren, con due?os o presidentes m¨¢s preocupados por un retorno inmediato de su inversi¨®n que por cultivar un legado. Lo fundamental es ir al encuentro del ADN del club: Guardiola y el City son una combinaci¨®n perfecta, pero tambi¨¦n lo son el Atleti y Simeone, a quien por cierto no veo como un entrenador defensivo, pero s¨ª intenso, que saca el m¨¢ximo partido a las transiciones su equipo.
Cuando Pep Guardiola declar¨® que no hab¨ªa ido al Manchester City para ganar la Champions, sino para cambiar su forma de jugar al f¨²tbol, no me pareci¨® en absoluto un intento de ponerse la venda antes que la herida. M¨¢s bien una manera de quitar presi¨®n a un equipo con un enorme presupuesto a la hora de atraer jugadores, pero que a¨²n carece de esa condici¨®n de favorito en Europa que solo te otorga el peso de la historia. Ser¨ªa injusto exigir a los citizens su consagraci¨®n en la ¨¦lite continental a marchas forzadas. Ese crecimiento no solo depende de dinero, ser¨ªa como construir una casa por el tejado, tambi¨¦n se trata de ir al encuentro de una identidad sobre la que se sostengan los cimientos del proyecto. Y Guardiola est¨¢ guiando al club en la formaci¨®n de su ADN.
Esta forma de entender el f¨²tbol tambi¨¦n est¨¢ asociada a la imagen de marca del Manchester City y de sus franquicias en todo el mundo, que siguen la misma hoja de ruta por la que apostaron sus directivos Ferran Soriano y Txiki Begiristain, primero con la incorporaci¨®n de Pellegrini y posteriormente Guardiola. Porque el beautiful game tambi¨¦n es un activo en la industria del entretenimiento. El p¨²blico exige emoci¨®n, y no hay mejor espect¨¢culo que el que nos brindaron el Manchester City y el Tottenham, un drama protagonizado por dos equipos valientes m¨¢s propio de un guion de Hollywood.
Coincid¨ª con Mauricio Pochettino en el Espanyol durante un a?o complicado en el que nos salvamos por poco del descenso. Ya entonces mostraba madera de l¨ªder desde la zaga, con ese gen competitivo propio de los argentinos y el instinto organizador que te da la experiencia como central. Su Tottenham tambi¨¦n es un equipo atrevido, porque incorporar a un pu?ado de exjugadores del Ajax a su plantilla es toda una declaraci¨®n de intenciones. A Pochettino tampoco se le debe exigir un trofeo que consagre su proyecto, porque ya tiene suficiente m¨¦rito haber dotado al Tottenham de un ADN que ha situado al club en una l¨ªnea ascendente, apostando por juventud para suplir la falta de presupuesto.
El Ajax y el Tottenham son la sorpresa positiva y agradable de esta Champions. Que el Bar?a llegue a semifinales es normal y que el Liverpool est¨¦ entre los cuatro mejores siempre es una posibilidad. Pero el Ajax y el Tottenham est¨¢n cumpliendo un sue?o, haciendo sencillo algo que parece muy complicado: ganar con una identidad muy definida.
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