Shane Larkin, un base tan temido como admirado por su juego y su esp¨ªritu de superaci¨®n
El referente del Efes, que este mi¨¦rcoles se juega el pase a la Final Four con el Bar?a, lidia con un trastorno obsesivo-compulsivo
Shane Larkin estar¨¢ en el punto de mira de compa?eros, rivales y aficionados este mi¨¦rcoles en el Sinan Erdem Dome de Estambul. Si no var¨ªa el gui¨®n, empezar¨¢ el partido en el banquillo. Pero nadie se lleva a enga?o. Si de un jugador depende la clasificaci¨®n del Anadolu Efes por primera vez? para una Final Four desde 2001, es de este base nacido en Cincinnatti hace 26 a?os. Lo saben muy bien Svetislav Pesic y los jugadores del Barcelona, enfrascados en la misi¨®n de retornar al equipo azulgrana a la cita de los cuatro mejores clubes del continente en la que no comparece desde 2014. Este a?o, con el aliciente de que se disputa en Vitoria, del 17 al 19 de mayo, con tres equipos ya clasificados: Real Madrid, Fenerbah?e y CSKA Mosc¨².
Los datos son contundentes: Larkin promedia 20 puntos y es el m¨¢ximo anotador, de largo, en el ¨²nico playoff que ha llegado al empate a dos victorias. Ya en la fase regular, Larkin le meti¨® al Barcelona 37 puntos y consolid¨® a su equipo en el cuarto puesto, el que, en definitiva, le da la ventaja de jugar el partido definitivo este mi¨¦rcoles en Estambul (19.00, Movistar +).
El n¨²mero 0 del Efes es el prototipo del jornalero a caballo entre la NBA y Europa. Su ¨²ltima apuesta por triunfar en la liga estadounidense fue en 2017. El Baskonia, su equipo entonces, deseaba que siguiera, pero prefiri¨® perder dinero, se afirma que renunci¨® a un contrato garantizado por seis millones de d¨®lares, en pos de la gloria en la NBA. Acept¨® la propuesta de los Celtics, econ¨®micamente modesta, con solo 1,4 millones de d¨®lares por una temporada, pero interesante porque pod¨ªa impulsar su carrera en la NBA despu¨¦s de haber jugado en tres equipos diferentes en sus tres primeras temporadas: Dallas, Nueva York y Brooklyn. Hab¨ªa destacado en la Universidad de Miami y fue elegido en el 18? puesto del draft de 2013 por Atlanta, que lo traspas¨® de inmediato a los Mavericks.
Su padre es Barry Larkin, una figura del b¨¦isbol. Su camiseta con el n¨²mero 11 est¨¢ retirada por los Cincinnati Reds, y en 2012 entr¨® en el Sal¨®n de la Fama. Dos t¨ªos suyos fueron tambi¨¦n destacados deportistas. Byron jug¨® en la Liga Universitaria de baloncesto con Xavier University y Stephen, en la Major League de b¨¦isbol. Cuando era un cr¨ªo, dos compa?eros de su padre le llevaron a un entrenamiento de verano. Ni le fue bien ni le atrajo el b¨¦isbol. ¡°Era un ni?o hiperactivo. Me gustaba moverme, correr, saltar y tocar cosas. Simplemente me gustaba moverme mucho¡±, le cuenta a Joe Arlauckas en The Crossover. ¡°Por eso opt¨¦ por el baloncesto, un deporte en el que siempre est¨¢s activo. No hay un momento en la cancha en el que puedas relajarte. Siempre tienes que estar activo. Debes estar atento y listo para hacer el pr¨®ximo movimiento¡±.
El baloncesto le ha servido para lidiar con el trastorno obsesivo-compulsivo que sufr¨ªa. En agosto de 2018 explic¨®, en una entrevista con la ESPN, que una de sus mayores obsesiones era lavarse las manos ocho veces seguidas simplemente por tocar una alfombra o que le rozara su perro. Lleg¨® a lav¨¢rselas tanto que le sangraban y se le hac¨ªan llagas. El baloncesto le ayud¨® a superar esa obsesi¨®n. Mientras jugaba, olvidaba que el bal¨®n lo tocaban muchas otras manos sudorosas y, centrado en el juego, no reparaba en los constantes contactos con los cuerpos de sus rivales. ¡°No pod¨ªa apretar el bot¨®n del ascensor o el grifo para abrir el agua ¡ª?eso est¨¢ tan sucio!¡¯, pensaba¡ª, pero un d¨ªa me di cuenta de que pod¨ªa correr en una cancha de baloncesto donde los chavales se agarraban por las axilas y tocaban el bal¨®n despu¨¦s de haberse hurgado la nariz. Jugu¨¦, sal¨ª de la cancha y me com¨ª una hamburguesa sin haberme lavado las manos. No ten¨ªa ning¨²n sentido¡±.
No pod¨ªa apretar el bot¨®n del ascensor ni el grifo para abrir el agua ¡ª?eso est¨¢ tan sucio!¡¯, pensaba¡ª¡±
En el draft de 2013 algunos equipos le preguntaron si se ve¨ªa capaz de seguir capeando su trastorno obsesivo-compulsivo. Tras su primera temporada en Dallas, fue enviado a Nueva York junto a Jos¨¦ Manuel Calder¨®n, entre otros, en el traspaso que llev¨® a los Mavericks a Tyson Chandler y Raymond Felton. En 2015 firm¨® por Brooklyn. ¡°Es r¨¢pido, tiene muy buena ruptura en el uno contra uno, usando cambios de ritmo y acelerando con el bote. Es un base muy jug¨®n, con un muy buen manejo del bal¨®n¡±, lo defin¨ªa Alfredo Salazar, secretario t¨¦cnico del Baskonia cuando lo fich¨® en 2016.
Un a?o despu¨¦s, el equipo de Vitoria pretend¨ªa que siguiera y el Barcelona, su rival ahora, le hizo llegar una oferta. ?l prefiri¨® intentar hacerse un hueco en la NBA con los Celtics. Ahora, quiere hacer historia con el Efes, precisamente a costa del Bar?a, al que volvi¨® a llevar por el camino de la amargura en el tercer partido con 20 puntos y una notable actuaci¨®n que le vali¨® el excepcional reconocimiento y aplauso hacia un rival de la afici¨®n que llen¨® el Palau.
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