Coutinho, redenci¨®n o condena
El brasile?o, el cuestionado fichaje m¨¢s caro en la historia del club azulgrana, tiene este mi¨¦rcoles la oportunidad de liberarse de sus fantasmas ante su exequipo
En los tiempos modernos hay pocas cosas tan descorteses como dejar un grupo de Whatsapp. Parece que no hay quien se anime a ser el primero en abandonarlo. Le pasa a la gente corriente, tambi¨¦n a las estrellas del f¨²tbol. En los tiempos del tridente, Messi, Luis Su¨¢rez y Neymar compart¨ªan goles y asados, compa?eros en el Camp Nou y amigos fuera de la Ciudad Deportiva, parlanchines en las redes sociales. El argentino, el uruguayo y el brasile?o ten¨ªan su grupo exclusivo de Whatsapp, independiente del que compart¨ªan con el resto de los jugadores del Barcelona. Ninguno de los tres lo dej¨®. Aunque menos activo, cada tanto siguen mandando mensajes. El vac¨ªo de Neymar nunca se llen¨® para Messi y Luis Su¨¢rez. Ni siquiera con los 300 millones de euros que se gast¨® el Barcelona, 160 en Coutinho y 140 en Demb¨¦l¨¦, llamados a reemplazar al actual jugador del PSG, presos de sus personalidades, uno por demasiado pasota, el otro por exageradamente t¨ªmido.
Cansado de que Neymar le rindiera pleites¨ªa, Messi lo fren¨® en seco. ¡°Deja de decir que me tienes de ¨ªdolo y haz tu juego¡±, le pidi¨®. Capaz de liderar al Barcelona cuando el rosarino andaba apagado, como en la remontada ante el PSG, el brasile?o primero se gan¨® el respeto del argentino en el campo, despu¨¦s de su amistad en Barcelona. De entrada, Coutinho, avalado por Luis Su¨¢rez con el que hab¨ªa coincidido en el Liverpool, parec¨ªa encajar con el 9 y el 10. A diferencia de Demb¨¦l¨¦, el brasile?o es m¨¢s cercano en edad, especialmente en costumbres. Hoy, sin embargo, el 7 est¨¢ m¨¢s cerca del grupo de los brasile?os (Arthur, Malcom y Rafinha) que del d¨²o del R¨ªo de la Plata.
Si Neymar brill¨® y mucho (105 goles y 76 asistencias en 186 partidos) con Messi a su lado, a Coutinho todav¨ªa le cuesta rebelarse (21 dianas y 11 pases de gol en 72 encuentros). Demasiado pendiente de los movimientos del 10, uno de sus mejores partidos fue ante el Levante. Fue el azulgrana que m¨¢s veces remat¨® (11), ninguna con ¨¦xito, aunque estrell¨® un bal¨®n en el poste. Lo reemplaz¨® justamente Messi en el descanso. Entonces no se pudo conocer la reacci¨®n del Camp Nou. Coutinho, desafiante, se hab¨ªa tapado los o¨ªdos despu¨¦s de su golazo en los cuartos de final ante el Manchester United. En el siguiente partido del Bar?a en su estadio, la hinchada se dividi¨® entre pitos y aplausos ante la figura del 7.
Gesto de rabia
¡°Fue un gesto de rabia por las cr¨ªticas que hab¨ªa recibido. El club y el cuerpo t¨¦cnico dieron el tema por cerrado¡±, aseguran desde el entorno de Coutinho. ¡°Me sorprende que se hable m¨¢s del gesto de Coutinho que de su golazo. No me pareci¨® nada especial, no fue una falta de respeto hacia nadie¡±, lo defendi¨® Valverde ante los micr¨®fonos. El Txingurri tambi¨¦n lo cuid¨® en el campo. El t¨¦cnico le dio una y otra oportunidad al brasile?o para que se ganara un lugar en el once. El d¨ªscolo Demb¨¦l¨¦ tambi¨¦n le ha echado una mano, a veces afectado por las lesiones, en otras por su comportamiento, como la semana pasada cuando falt¨® a un entrenamiento. Una tonter¨ªa m¨¢s del franc¨¦s, cada vez peor sobrellevadas en el vestuario.
Si todav¨ªa se habla de Neymar en Barcelona, a Coutinho no parece que se le extra?e demasiado en Liverpool. El traspaso m¨¢s caro de la historia de los reds (y el segundo m¨¢s caro de la historia del f¨²tbol) dej¨® Anfield y el equipo de Klopp fue finalista de la Champions la temporada pasada, mientras que esta campa?a est¨¢ enzarzado en un mano a mano con el Manchester City por la Premier, tambi¨¦n en la b¨²squeda de un lugar en el Metropolitano. ¡°En Liverpool pas¨¦ cinco a?os muy felices¡±, dice Coutinho. En cambio, no parece que disfrute de sus d¨ªas en Barcelona. Sufrido como un personaje shakesperiano, este mi¨¦rcoles tiene la posibilidad de redimirse con el p¨²blico, con sus compa?eros, sobre todo con sus propios fantasmas. Estar¨¢ Demb¨¦l¨¦ al acecho, a la espera de recuperar lo que en alg¨²n momento fue suyo. Redenci¨®n o condena para Coutinho ante el Liverpool.
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