El Tottenham, un gallo distinguido y con buen gusto
A lo largo de su historia el conjunto ingl¨¦s siempre se diferenci¨® por acoger y celebrar a jugadores creativos en White Hart Lane
A finales de marzo el Tottenham inauguraba su nuevo y lujoso estadio con un gui?o al pasado: un partido entre los veteranos de los Spurs y los del Inter de Mil¨¢n. El p¨²blico asist¨ªa al espect¨¢culo con orgullo nost¨¢lgico mientras por la inmaculada pradera trotaban glorias como Ginola, Berbatov, Robbie Kean o Klinsmann. Tambi¨¦n el idolatrado Paul Gascoigne. A sus 52 a?os, hab¨ªa aguantado apenas unos minutos sosteni¨¦ndose de mala manera sobre el c¨¦sped. Las rodillas peligrosamente r¨ªgidas, un tal¨®n de Aquiles a punto del desgarro y un cuerpo castigado por a?os de excesos et¨ªlicos no daban para m¨¢s. Pero en el momento de su sustituci¨®n se llev¨® la ovaci¨®n de la tarde. La memoria popular lo mantiene como un icono de talento, irreverencia y clase. El gran Gazza todav¨ªa ama tanto el f¨²tbol como cuando jugaba queriendo devolver a los hinchas el precio de la entrada con un repertorio de sutilezas t¨¦cnicas, pases majestuosos y quiebros fulminantes con los que parec¨ªa regatear al mundo y a sus propios fantasmas. Se march¨® del terreno de juego entre l¨¢grimas, con las gradas patas arriba en un homenaje espont¨¢neo que denota la tradicional predilecci¨®n de la hinchada londinense por los jugadores creativos y distintos. Siempre los tuvo en sus mejores ¨¦pocas.
El gallo dorado es el emblema del club que ahora corona orgulloso la cubierta de su nuevo estadio. Es una r¨¦plica en fibra de vidrio del que repos¨® durante muchas d¨¦cadas sobre el techo del antiguo White Hart Lane. Aquel era met¨¢lico. La nueva escultura reproduce fielmente el original, incluso sus imperfecciones. Dice la leyenda que las abolladuras del gallo son la secuela de los bombardeos alemanes sobre Londres en la Segunda Guerra Mundial. Pero un historiador del Tottenham desvel¨® recientemente una versi¨®n m¨¢s prosaica. Los desperfectos eran fruto de una gamberrada de Gascoigne, que sol¨ªa practicar el tiro al blanco desde el c¨¦sped con una escopeta de aire comprimido.
Por esas cosas tambi¨¦n adoran a Gazza igual que a otros esp¨ªritus libres como Glenn Hoddle. Su relaci¨®n con el gallo del estadio en los a?os 80 tambi¨¦n fue singular: Alg¨²n t¨¦cnico le conden¨® alguna vez a trepar hasta el tejado del estadio para limpiarlo como castigo para domar sus ¨ªnfulas juveniles. Centrocampista grandull¨®n, lento, imaginativo, sutil, era due?o de una zurda prodigiosa. Un bicho raro en tiempos en los que en Inglaterra se valoraba m¨¢s el vigor f¨ªsico. Un incomprendido que salud¨® como el man¨¢ ca¨ªdo del cielo la llegada al Tottenham en 1978 de los argentinos Osvaldo Ardiles y Ricardo Villa: ¡°Por fin ten¨ªa a alguien con quien jugar al f¨²tbol¡±, dijo. El endog¨¢mico f¨²tbol ingl¨¦s de la ¨¦poca descubri¨® con ellos que la t¨¦cnica y el f¨²tbol asociativo tambi¨¦n eran un camino a la gloria. Hoddle har¨ªa carrera tambi¨¦n en Francia, en el M¨®naco de Ars¨¦ne Wenger. A ese pa¨ªs tambi¨¦n emigrar¨ªa Chris Waddle, que antes firm¨® exquisitas temporadas en el Tottenham con su aire desgarbado y su clase infusa. White Hart Lane celebr¨® a los jugadores de clase diferencial en cualquier ¨¦poca.
Como Jimmy Greaves, m¨¢ximo goleador en la historia del club. Un delantero tan prol¨ªfico como pendenciero que en los sesenta combat¨ªa con alcohol la presi¨®n competitiva. Manten¨ªa una actitud relajada que entraba en ebullici¨®n en el ¨¢rea con imaginativas soluciones para definir. Un genio cuyos goles defini¨® como nadie el formidable periodista Geoffrey Green: ¡°Greaves deja el bal¨®n en las redes con la misma suavidad con la que se cierra la puerta de un Rolls Royce¡±. La relaci¨®n de amor de los Spurs en el deprimido norte londinense con sus mejores iconos siempre fue algo singular y emparentado con la grandeza. As¨ª lo plasm¨® a caballo entre los a?os 50 y 60 el exquisito y creativo centrocampista irland¨¦s Danny Blanchflower: ¡°La gran falacia es que en el juego lo primero y lo ¨²ltimo sea ganar. No es nada de eso. El f¨²tbol trata sobre la gloria, sobre hacer las cosas con estilo y con entusiasmo, sobre ganar sin matar a la gente de aburrimiento¡±.
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