El Racing vuelve a Segunda cuatro a?os despu¨¦s

El Racing de Santander vuelve al f¨²tbol profesional cuatro temporadas despu¨¦s tras empatar este domingo (1-1) con el Atl¨¦tico Baleares en el partido de vuelta del playoff de ascenso a la Liga 1 2 3 disputado en el estadio Son Malferit de la capital balear.

Aitor Bu?uel, con un golazo en la segunda parte, en el minuto 65, ha firmado un ascenso hist¨®rico, consumado por el valor doble de los goles en campo contrario tras el 0-0 de la ida, y celebrado por todo lo alto en el terreno de juego y en los vestuarios por jugadores, t¨¦cnicos, directivos y aficionados del conjunto c¨¢ntabro.

El Racing asciende por el valor doble de los goles en campo contrario tras el 0-0 de la ida y el 1-1 de la vuelta, mientras que el Atl¨¦tico Baleares deber¨¢ afrontar otras dos eliminatorias para subir. Los racinguistas han pasado cuatro temporadas seguidas en la Segunda Divisi¨®n B.

En el minuto 40, Francesc Fullana de penalti hab¨ªa adelantado al equipo balear en la primera parte y durante muchos minutos los blanquiazules fueron equipo de Segunda A. Pero el conjunto c¨¢ntabro supo imponerse al intenso calor, a las estrechas dimensiones del campo, de c¨¦sped sint¨¦tico, al ambiente de fiesta en las gradas y al f¨²tbol intenso que le propuso su rival para lograr su objetivo.

El partido tuvo muy poco de f¨²tbol y mucho de esfuerzo f¨ªsico. Hasta el penalti transformado por Francesc Fullana, la ¨²nica ocasi¨®n clara de gol la hab¨ªa tenido David Barral, cuyo disparo potente y angulado lo desvi¨® Karl Klaus al c¨®rner en una intervenci¨®n magistral. El bal¨®n circul¨® m¨¢s por arriba que por el c¨¦sped artificial. Los dos equipos se jugaban mucho y se impuso el contacto, el bal¨®n a¨¦reo y el patad¨®n, antes que el juego acad¨¦mico.

M¨¢s acostumbrado a un campo de reducidas dimensiones, el Baleares supo explotar las virtudes que le llevaron a conquistar el t¨ªtulo del Grupo II de Segunda B. Sus jugadores trabajaron a destajo en todas las zonas. A ratos, el espigado delantero centro Nuha echaba una mano en defensa, como en la jugada siguiente, estaba arriba atento a cualquier error visitante. Y como ¨¦l, todos sus compa?eros.

Los blanquiazules fueron un bloque ante un conjunto racinguista algo perdido, entre el calor, el c¨¦sped artificial y unos aficionados separados por muy pocos metros de la cancha y que no pararon de animar a los suyos. El Racing se vio obligado a arriesgar en busca del empate. El 1-1 le clasificaba y lo busc¨® con ah¨ªnco ante un adversario rocoso y que no mostraba signos de debilidad, pero el golazo de Bu?uel cambi¨® la historia del partido.

En una jugada ensayada, el defensa racinguista enganch¨® un ob¨²s desde fuera del a¨¦rea que se col¨® entre las piernas de varios jugadores y en la porter¨ªa de un Klaus que, abatido, se qued¨® varios segundos arrodillado al lado su palo derecho. Bu?uel apag¨® el fuego de las gradas y oblig¨® al Baleares a olvidarse de sus precauciones defensivas y a proponer algo m¨¢s que derroche f¨ªsico.

Los blanquiazules se fueron arriba con decisi¨®n en los minutos finales, que jugaron con superioridad num¨¦rica en la pr¨®rroga tras la expulsi¨®n de ?lvaro Cejudo, pero el Racing se defendi¨® con orden hasta celebrar un ascenso hist¨®rico. La euforia c¨¢ntabra se desbord¨® sobre el mismo terreno de juego, ante la enorme tristeza y desolaci¨®n en las filas de un rival que volver¨¢ a intentar el ascenso en las pr¨®ximas eliminatorias.