La misi¨®n de Marc Gasol
Trece a?os despu¨¦s del oro de Espa?a en Jap¨®n, el que fue jugador n¨²mero 12 en aquel torneo ejerce el liderazgo de la selecci¨®n con lealtad a la llamada que le cambi¨® la vida
La semana pasada se cumpl¨ªan 13 a?os del oro de Espa?a en el Mundial de Jap¨®n. La cota m¨¢s alta de un equipo legendario que ya ven¨ªa coqueteando con las medallas y que, desde entonces, ha estado presente en 10 de los 12 podios posibles en las grandes citas. Un aniversario trascendental en la historia del baloncesto espa?ol y crucial para la vida de Marc Gasol. ¡°En 2006 era un chico muy joven. Llegu¨¦ al grupo sin saber muy bien a d¨®nde iba pero, gracias a la selecci¨®n, entend¨ª lo que era el baloncesto profesional. A partir de ah¨ª, todo ha ido para arriba¡±, cont¨® el campe¨®n de la NBA antes de partir a China con el cartel de l¨ªder plenipotenciario del equipo de Scariolo. Espa?a llega a la semifinal mundialista frente a Australia (este viernes, 10.00, Cuatro) iluminada por Ricky y abrazada como nunca a Marc para chocar contra la roca oce¨¢nica.
En Jap¨®n parti¨® como jugador n¨²mero 12 y le dio tiempo a ser decisivo en la final en la que falt¨® su hermano por lesi¨®n; en China, en su primera gran misi¨®n como n¨²mero uno, de nuevo en ausencia de Pau, busca la consagraci¨®n nacional. ¡°Estoy disfrutando y eso hace que todo valga la pena¡±, cuenta el p¨ªvot de los Raptors, con la clasificaci¨®n certificada para los Juegos en los que se despedir¨¢ Pau, el ¨²ltimo de los j¨²niors de oro. Las cifras de Marc son todav¨ªa discretas (11,3 puntos, 5,2 rebotes y 3,7 asistencias de media), pero su influencia es determinante como se demostr¨® ante Polonia (+22 con ¨¦l en pista en apenas 23 minutos). ¡°A veces est¨¢s m¨¢s acertado en la anotaci¨®n y otras tienes que liderar juego, atrayendo al rival o con bloqueos y siempre marcando desde la defensa. Hay que mirar por el equipo¡±, proclama. Con el mismo aplomo y presencia dentro y fuera del parquet, su gesti¨®n avanza anestesi¨¢ndose los achaques con ambici¨®n. ¡°No s¨¦ cu¨¢nto me queda en el dep¨®sito, pero dar¨¦ lo que tenga¡±.
Despu¨¦s de una maratoniana temporada con 103 partidos, una mudanza de Memphis a Toronto y unos playoffs trepidantes que desembocaron en la conquista del anillo, Marc no dud¨® en subirse al barco de la selecci¨®n con apenas un mes de descanso y desconexi¨®n, menos que cualquiera de sus compa?eros. ¡°F¨ªsicamente termin¨® exhausto tras el sexto partido de la final. Pero nos dijo que le quedaba baloncesto en las manos, en la cabeza y en el coraz¨®n¡±, explic¨® Scariolo para elogiar su compromiso en una convocatoria marcada por las ausencias. Conforme se acercaba la cita mundialista, se acumulaban las lesiones y se intu¨ªan las renuncias, la Federaci¨®n se dirigi¨® a Marc con comprensi¨®n, mimo y hasta cierto apuro por la sobreexigencia a la que le abocaban, pero siempre encontraron la lealtad como respuesta. ¡°Voy a estar. Hay que estar¡±, fue el lema que repiti¨® al presidente, Jorge Garbajosa, cuando le visit¨® en marzo en plena vor¨¢gine de viajes y encuentros.
Con 34 a?os, suma 180 internacionales y ocho medallas con Espa?a. La fidelidad de Marc a la selecci¨®n, a la que solo ha faltado en dos campeonatos (2015 y 2016) en 13 a?os, por prohibici¨®n de Memphis uno y por una lesi¨®n en un pie el otro, le viene heredada por la pasi¨®n de su hermano Pau y por la llamada que le cambi¨® la vida. Aquella que le hizo Pepu Hern¨¢ndez, en verano de 2006 y con la concentraci¨®n ya en marcha, para completar la lista del Mundial tras la lesi¨®n de Fran V¨¢zquez. ¡°Le pregunt¨¦ a Pau: ?Qu¨¦ hace tu hermano? Nada, ah¨ª est¨¢ tirado en el sof¨¢¡¯, me dijo. Y, efectivamente, Marc estaba de sof¨¢, coca-cola y pizza, sin hacer nada. Estaba deprimido porque hab¨ªa tenido una muy mala temporada en el Bar?a, con lesiones y sin contar nada para el entrenador [Ivanovic]. Estaba tocado¡±, rememora el exseleccionador.
En la concentraci¨®n estaban Hern¨¢ndez Sonseca y Jordi Tr¨ªas como invitados pero, ante la contingencia, Pepu apost¨® por Marc a pesar de los riesgos por su estado de forma y las reticencias a su apellido. ¡°No era sencillo porque el equipo estaba ya medio lanzado y ¨¦l part¨ªa de cero. Pero se puso a currar como una bestia en la cancha y sobre todo fuera de la cancha. La convocatoria le recuper¨® no solo para el Mundial , sino para su vida deportiva. Fue un antes y un despu¨¦s. Fue su lanzamiento¡±, prosigue Pepu, que recuerda aquellos d¨ªas del p¨ªvot de Sant Boi ¡°a lechuga y tomate¡± en los que el hambre desataba a la bestia en los entrenamientos. ¡°Hubo un momento que nos empezamos a preocupar. Hab¨ªa mucha confianza entre los dos hermanos en los entrenamientos y se cascaban de lo lindo, legal e ilegalmente. A Rafa Vecina le ten¨ªamos m¨¢s que de t¨¦cnico, de pacificador, para que se metiera en medio y no se pasaran de revoluciones. Se picaban much¨ªsimo¡±, repasa el t¨¦cnico. ¡°En China est¨¢ ante un reto tremendo despu¨¦s de su gran viaje¡±, completa Pepu.
¡°En ese verano de 2006 comenz¨® a construir una personalidad que a d¨ªa de hoy est¨¢ en su m¨¢ximo esplendor. Estaba en un periodo de indefinici¨®n vital y con aquel punto de partida se ha convertido en un deportista hist¨®rico en nuestro pa¨ªs. Todos necesitamos un momento en nuestras carreras en el que alguien apueste por nosotros. Ahora estamos ante un Marc muy en paz consigo mismo, con su familia, con su entorno, con su profesi¨®n. Es una pasada¡±, repasa Garbajosa, entonces uno de los veteranos que recibi¨® a aquel ¡°ni?o grande¡± de 21 a?os en el equipo del Mundial. Ese Marc maduro y sereno es el que puso calma ante las dudas de la primera fase, el que alecciona a sus compa?eros en la pista y hasta en las ruedas de prensa, el que cincela la ambici¨®n del grupo y el que lleva a un tiempo el sello Gasol y la bandera de la selecci¨®n en China.
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