Ellas abrieron el camino de La Roja
La Federaci¨®n Espa?ola re¨²ne a las mujeres que disputaron el primer partido de la selecci¨®n femenina, en 1971
Mar¨ªa del Carmen ?lvarez Matey (Madrid, 64 a?os) fue una de las pioneras que jugaron el 21 de febrero de 1971 el primer partido de una selecci¨®n espa?ola femenina que todav¨ªa tardar¨ªa casi una d¨¦cada, hasta 1980, en ser reconocida como oficial. Empataron a tres contra Portugal en La Condomina de Murcia, en un encuentro que se retras¨® por las protestas de la gente en el exterior del estadio y en el que el ¨¢rbitro no pudo vestir su habitual equipaci¨®n negra ante el intento de boicot. Salt¨® al campo con un ch¨¢ndal propio. Ah¨ª jug¨® esta extremo izquierda, socia tambi¨¦n de primera generaci¨®n del Real Madrid. N¨²mero 3.443. ¡°Mi madre me llevaba al Bernab¨¦u de peque?a¡±, recuerda ahora con nostalgia. A principios de siglo, con el f¨²tbol femenino a¨²n en pa?ales pero con algunos clubes importantes llamando ya a la puerta, Mar¨ªa del Carmen aprovech¨® la llegada de Florentino P¨¦rez a la presidencia blanca para enviarle una carta. ¡°Pens¨¦ que era menos carca que lo que hab¨ªa antes y le mand¨¦ un texto muy largo explic¨¢ndole la evoluci¨®n del f¨²tbol femenino. Le ped¨ª que creara un equipo¡±. La respuesta no fue la esperada.
Mar¨ªa del Carmen y otras 19 futbolistas de aquel equipo rompedor recibieron este mi¨¦rcoles un homenaje de la Federaci¨®n Espa?ola en la Ciudad del F¨²tbol de Las Rozas, un tributo a todas las que han ayudado a llegar hasta este particular big bang. No falt¨® nadie, tampoco Rafa Muga, el hombre que tuvo la osad¨ªa en diciembre de 1970 de organizar el primer partido de clubes entre mujeres. Fue en el campo de Boetticher, de Madrid, entre el Mercacredit y el Sizam, a 25 pesetas la entrada y con grandes colas en las taquillas. El ¨¦xito no fue menor y, al terminar, el comandante de la Guardia Civil se lo llev¨® al cuartelillo para que rindiera explicaciones.
Mucho de lo bueno que hoy le ocurre al f¨²tbol femenino se lo debe a Muga. ¡°Yo siempre he sido un organizador¡±, dice. Incluso a punto estuvo en 1980 de mandar una carta a la FIFA para crear la selecci¨®n espa?ola oficial ante la pasividad de la Federaci¨®n. ¡°En Europa occidental, pr¨¢cticamente solo qued¨¢bamos nosotros. Cada a?o, una organizaci¨®n montaba un Mundial y en 1973 quisieron traerlo a Espa?a. Sin embargo, los poderes del franquismo lo rechazaron¡±, lamenta.
En aquel partido fundador de 1970 destac¨® por encima de todas una ni?a de 13 a?os, Concepci¨®n S¨¢nchez Freire, bautizada luego como Conchi Amancio, por el futbolista del Madrid. Muga y Conchi, los dos nombres imprescindibles para entender el principio de todo. Ella meti¨® esa jornada de diciembre los cinco goles del Sizam ante el Mercacredit (luego Ol¨ªmpico de Villaverde). Apenas jug¨® dos temporadas en Espa?a y, con 15, se march¨® sola a Italia. Los ojeadores del Gamma 3 de P¨¢dova la vieron en un encuentro con aquella selecci¨®n todav¨ªa no oficial y le echaron el lazo. Luego se quiso llevar all¨ª a Mar¨ªa del Carmen ?lvarez Matey, pero esta rechaz¨® la oferta. ¡°No me apetec¨ªa dejar Madrid y mis cosas. Tampoco era una s¨²per estrella¡±, se justifica.
La estrella era Amancio. ¡°Aqu¨ª jugaba de delantera, pero los italianos me pusieron de mediapunta. Era la m¨¢xima asistente, una jugadora genial¡±, afirma contundente. Jug¨® hasta los 40 e hizo casi toda la carrera en Italia, donde levant¨® ocho Ligas y siete Copas, y anot¨® casi 600 tantos. Fue la primera espa?ola profesional. ¡°A m¨ª siempre me han pagado, nunca he jugado gratis. Eso solo lo he hecho con los ni?os en el parque¡±, advierte orgullosa.
Sin embargo, todas las historias de ¨¦xito tienen una esquina oscura. La suya, la carrera internacional, que no la tuvo. Nunca jug¨® con la selecci¨®n oficial, que disput¨® su primer duelo en 1983 (ella se retir¨® en 1996, en el Arsenal). ¡°Eso me ha perseguido toda la vida. No s¨¦ por qu¨¦ ocurri¨®. En Espa?a siempre ha habido mucha envidia y tambi¨¦n bastante desinformaci¨®n. Llegaron a decir que me hab¨ªa nacionalizado italiana. Ser¨ªa bonito que me hicieran un homenaje. Fui la mejor¡±, explica. ¡°Yo ahora apoyo a las chicas en sus reivindicaciones, pero tambi¨¦n fui directora deportiva y entiendo los problemas de los clubes. Deber¨ªan invitarme a las mesas redondas. Tengo mucha experiencia internacional y visi¨®n del f¨²tbol femenino¡±, concluye la gran referente de este universo.
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