El escoc¨¦s que cuida Mendizorroza y toc¨® la gaita en el funeral de Severiano Ballesteros
El c¨¦sped del estadio del Alav¨¦s, el mejor de Primera, no motiv¨® a Bale, que se limit¨® a pasearse por la banda
Jos¨¦ Manuel Esnal, Man¨¦, h¨¦roe alavesista desde los banquillos, paseaba tranquilo, hecho un pincel, en direcci¨®n contraria a Mendizorroza, con un mazo de peri¨®dicos debajo del brazo, como si el partido que se iba a jugar hora y media despu¨¦s no fuera con ¨¦l. Se cruz¨® con el autocar del Real Madrid, escoltado por cuatro veh¨ªculos de la Ertzaintza en la calle Portal de Lasarte, sin problemas en el acceso, salvo por las obras en el aparcamiento adyacente al estadio. Casi nadie esperaba la llegada del Madrid cuando no se atisbaba a¨²n la tormenta de agua que iba a caer sobre Vitoria, y que no alter¨® el c¨¦sped, el mejor de LaLiga, seg¨²n los expertos, como el green de un campo de golf, aunque no fuera esa una motivaci¨®n para Gareth Bale, que cumpli¨® estrictamente las ¨®rdenes de Zidane: pegarse a la banda derecha. Ni se movi¨® de all¨ª. Las medidas del campo, 105 metros de largo por 64 de ancho, ¨Cpeque?o, seg¨²n Zidane, aunque el Bernab¨¦u solo es un metro m¨¢s ancho¨C, no le motivaron a moverse demasiado, ni siquiera a bajar a defender cuando apretaba el Alav¨¦s.
El c¨¦sped de Mendizorroza, galardonado por los cuidadores de todos los campos de LaLiga, lo mima un escoc¨¦s al que no le gusta que le llamen jardinero. Se llama John Stewart y lleg¨® a Vitoria desde Pedre?a para mantener los terrenos de la ciudad deportiva de Ibaia. En el campo de golf c¨¢ntabro conoci¨® a Seve Ballesteros. En el funeral del campe¨®n, vestido con su kilt, toc¨® la gaita en su honor. Es un experto: ya en 1999 fue gaitero en el Abierto de Estados Unidos, contratado por sus organizadores.
A Bale, que fue sustituido en el minuto 67 por Rodrygo, no se le recuerda ninguna acci¨®n interesante en el partido frente al Alav¨¦s, y por lo que se ve, las referencias golf¨ªsticas no le inspiraron demasiado, tal vez porque en el golf la bola espera y en el f¨²tbol no; tampoco la lluvia tan galesa que oblig¨® al ¨¢rbitro a cambiar el pinganillo por el de uno de sus auxiliares. Al parecer no resisten el agua. En los ¨²ltimos minutos no le funcionaba y pidi¨® a los jueces de l¨ªnea que estuvieran atentos.
Ninguno de ellos se percat¨® del corte de mangas de Aleix Vidal despu¨¦s del gol de penalti de Lucas P¨¦rez. Lo vio Sergio Ramos, h¨¦roe y villano, que se lo coment¨® a Cuadra Fern¨¢ndez. El futbolista del Alav¨¦s pidi¨® perd¨®n por su gesto extempor¨¢neo y Carvajal le quit¨® importancia, no como su capit¨¢n, que fue, como siempre, perejil en todas las ¨¢reas, la propia y la ajena, atento al saque de falta de Toni Kroos para adelantarse a toda la defensa del Alav¨¦s para marcar un gol marca de la casa.
A Ramos, Mendizorroza le abuche¨® durante toda la primera parte despu¨¦s de que en la jugada en la que Vidal vio tarjeta amarilla por simular, seg¨²n el ¨¢rbitro, un penalti, se enred¨® en una pelea banal con Wakaso que se qued¨® en nada, aunque la grada le tom¨® la matr¨ªcula al capit¨¢n del Real Madrid. Luego, en la misma porter¨ªa, tras anotar de cabeza, Sergio Ramos adopt¨® una postura zen para celebrar el gol junto a la grada de los seguidores madridistas.
Sin embargo, unos minutos m¨¢s tarde se convirti¨® en el villano del partido, al golpear con la mano en el rostro de Joselu. El ¨¢rbitro, al que no le funcionaba el pinganillo, no le fallaba la vista. Amonest¨® al jugador y se?al¨® los 11 metros. Luego, Carvajal le sac¨® del apuro.
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