Valencia, ciudad de maratones

Las carreras de fondo tienen mucho de ¨¦pica y la alicantina Esther Blat, una entusiasta del running, lo demostr¨® este domingo en el marat¨®n de Valencia. Despu¨¦s de cuatro meses de duro entrenamiento casi se queda sin correrla porque perdi¨® el ¨²nico autob¨²s que pod¨ªa llevarla en hora a la salida de la 39? edici¨®n del Marat¨®n Trinidad Alfonso-EDP.? Deseperada, se puso a hacer dedo mientras repet¨ªa apurada: ¡°Cuatro meses, cuatro meses llevo entrenando..., tengo que llegar, tengo que llegar¡±. Un conductor madrugador la acerc¨® in extremis hasta la l¨ªnea de salida y la mujer, con el coraz¨®n sali¨¦ndose del pecho de los nervios, no solo corri¨® la m¨ªtica distancia sino que mejor¨® su marca personal.

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Es una de las muchas historias humanas de los casi 22.000 atletas que llegaron a meta en Valencia, una ciudad que logr¨® salirse con la suya y firm¨® su mejor tiempo hasta la fecha gracias a los fichajes de ¨¦lite. Las piernas de los et¨ªopes Kinde Atanw Alayew (2:03:52), en hombres, y Roza Dereje (2:18:30), en mujeres, catapultaron a la marat¨®n valenciana a la sexta posici¨®n de la lista de maratones m¨¢s r¨¢pidas del mundo, por detr¨¢s de Berl¨ªn, Londres, Dubai, Frankfurt y Chicago. Y el ugand¨¦s Joshua Cheptegei anot¨® en la 10k un r¨¦cord del mundo, con una marca de 26:38 minutos,

¡°La capital valenciana est¨¢ hecha para correr¡±, explica Marc Roig, director deportivo de la marat¨®n valenciana desde mayo. Cuando este atleta, fisioterapeuta de profesi¨®n, afincado en Kenia y parte del equipo de Eliud Kipchoge, cuenta a los mejores corredores del mundo que en Valencia hab¨ªa un r¨ªo que desviaron de la ciudad y ahora sirve para pasear y correr, ¡°les choca mucho¡±.? Es una ciudad muy llana y r¨¢pida, de clima suave y con gran tradici¨®n en la organizaci¨®n de carreras populares. Miles de aficionados al running bajan todos los d¨ªas al Jard¨ªn del Turia, un cauce seco convertido en parque urbano que recorre la ciudad de este a oeste, a entrenar para competir o simplemente trotar para mantenerse en forma.

La progresi¨®n de la prueba ha sido exponencial. Cuentan que en 2011 el presidente de la SD Correcaminos, el veterano club de atletismo que organiza la carrera, invit¨® al empresario y mecenas valenciano Juan Roig a la salida del circuito y le asegur¨® que ese deporte pod¨ªa convertirse en algo grande para Valencia si habia apoyo econ¨®mico. Y se forj¨® la alianza. Antes de buscar las plusmarcas, la Fundaci¨®n Trinidad Alfonso se volc¨® en conseguir el favor popular, que la carrera fuera un factor reputacional positivo para la ciudad y promoviera un turismo deportivo alejado del de?low cost. Incit¨® a correr -el empresario ha corrido varias veces la 10k para dar ejemplo- y don¨® a la ciudad la construcci¨®n de circuito exclusivo para correr de cinco kil¨®metros de longitud en un cauce convertido en parque, por el que corren cientos de aficionados a diario sin tener que sortear bicicletas ni mascotas.

Despu¨¦s de aunar complicidades, la fundaci¨®n comenz¨® a tantear el fichaje de los maratonianos de ¨¦lite. Con todos estos ingredientes en el cesto, este marat¨®n popular ha pasado de unos 3.000 corredores de media en sus primeros 30 a?os de vida a los 25.000 de esta edici¨®n. Es una carrera con una de las inscripciones m¨¢s econ¨®micas del circuito mundial pese a que organizarla cuesta 5,6 millones de euros.

El escenario de la salida y meta, en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Santiago Calatrava, es otra de las fortalezas de la prueba. Las vistas a¨¦reas de la salida por el puente de Monteolivete, se ven espectaculares por televisi¨®n. Tienen gancho. Y la meta, un largo pasillo montado sobre los estanques de agua del complejo, impresionan.?

En los d¨ªas previos, la ciudad respira ambiente de marat¨®n. A lo largo del recorrido mucha gente daba ¨¢nimos a pleno pulm¨®n: ¡°?Vamoooooos, ¨¢nimo!¡±, coreaban. La ciudad se ha volcado con ellos, los restaurantes han llenado sus men¨²s de pasta y muchos escaparates de comercios estaban decorados para la ocasi¨®n.