Monterrey se erige como la meca del f¨²tbol femenino en M¨¦xico?
El frenes¨ª por Rayadas y Tigres envuelve a la ciudad del norte de M¨¦xico pese a la sombra del machismo ??
A Marcela Villegas le han dicho que como futbolista no llegar¨¢ lejos. Se lo han mencionado varias personas, pero no lo esperaba de su padre. ¡°La desigualdad est¨¢ muy cabrona, que me dejen vivir: si yo me la creo, yo puedo¡±, dice mientras se quita los botines. Ha ido a ver la final de la Liga femenina de M¨¦xico entre Rayadas y Tigres, los dos clubes de Monterrey. La ciudad, al norte de este pa¨ªs, est¨¢ marcada por la violencia machista. La misma urbe que, parad¨®jicamente, ha cobijado el f¨²tbol profesional de las mujeres como ninguna otra.
Monterrey, capital del Estado de Nuevo Le¨®n, es la metr¨®poli m¨¢s violenta para las mujeres en todo M¨¦xico en lo que va del a?o, de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad P¨²blica. Ocurren 2,82 feminicidios por cada 100.000 mujeres, la mayor tasa a nivel nacional. En todo M¨¦xico, la violencia de g¨¦nero se cobra m¨¢s de 10 v¨ªctimas diarias. Uno de los ¨²ltimos casos que cimbr¨® a este pa¨ªs fue el de Abril P¨¦rez Saga¨®n, quien hab¨ªa denunciado a su marido por intento de homicidio en enero, pero un juez le dej¨® en libertad. El pasado 25 de noviembre fue asesinada a tiros.
¡°Ver a las futbolistas en el campo me hace tener m¨¢s ganas de ser profesional, de que todos me vean¡±, cuenta Villegas. La chica de 17 a?os, a¨²n con un uniforme de juego, gan¨® unos boletos para ver a las Rayadas conquistar su primera Liga. Ambos clubes registran las mejores entradas en todo el campeonato mexicano e incluso han establecido r¨¦cords de asistencia mundialmente. En la final de este s¨¢bado, acudieron 41.615 hinchas a la ida y 38.281 en la vuelta, una entrada envidiable en toda Am¨¦rica. A la hora de levantar t¨ªtulos, las de Tigres lo han hecho en dos ocasiones. Son los clubes ejemplares que intentan escabullirse del machismo.
Claudia Pedraza, doctora en Ciencias Pol¨ªticas y especialista en perspectiva de g¨¦nero en el deporte, atisba algunas de las claves del ¨¦xito de Rayadas y Tigres. ¡°Es fundamental que a las futbolistas les permitan jugar en los estadios para que en el imaginario social se tenga claro que es f¨²tbol profesional porque si juegan en canchas de entrenamiento la gente piensa que no son profesionales¡±, explica. Otra de las claves es que los clubes matriz, es decir, los masculinos, invirtieron para edificar una identidad propia: no m¨¢s Rayados, solo Rayadas. Hay clubes en M¨¦xico que enfrentan penurias como las jugadoras de Veracruz que no ten¨ªan agua caliente para ducharse o como las de Necaxa que quedaron varadas en la carretera por los bloqueos.
La cultura empresarial de Monterrey, considerado el n¨²cleo industrial de M¨¦xico, tambi¨¦n ha contribuido al ¨¦xito. "A cualquier tipo de iniciativa a la que se le vea potencial se le apuesta. As¨ª han visto al f¨²tbol femenino. Ellos est¨¢n influenciados por toda la cultura estadounidense, por eso tambi¨¦n apoyan las Ligas escolares y universitarias", comenta en referencia al esquema que han ayudado a EE UU a ser tetracampeonas del mundo.
"Cuando yo era chica jugaba f¨²tbol en el llano. Esta oportunidad que le dieron a las chicas en M¨¦xico es fant¨¢stica porque ellas pueden cumplir el sue?o que nuestro tiempo no hab¨ªa", menciona Perla Ruiz, hincha de Rayadas. "Nuestra sociedad ya no es tan cerrada. La gente que viene a ver a las chicas es joven, ni?os, y ellos van a hacer a un lado la forma de pensar de los viejos", agrega.
La sociedad regiomontana ha peleado por zafarse del conservadurismo. En marzo de este a?o una resoluci¨®n de la Suprema Corte de Justicia de M¨¦xico permiti¨® el matrimonio igualitario pese a la resistencia del Congreso de Nuevo Le¨®n. Este mismo a?o, los congresistas locales alejaron la posibilidad de legalizar el aborto. "La apuesta del f¨²tbol femenino en M¨¦xico no solo es permitir la participaci¨®n de mujeres en las canchas, sino en cambiarle la cara al f¨²tbol: quitar la misoginia y permitir que sea un espacio para que se reinvindiquen otras causas sociales", opina Pedraza. Como a Marcela Villegas, a muchas chicas han intentado tumbar sus aspiraciones de ser futbolistas, de atreverse. Triunfos como los de Rayadas son un b¨¢lsamo. El f¨²tbol quiere acorralar al machismo.
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