El m¨¦rito de M¨¦xico en el Mundial femenino sub 17
El equipo de M¨¦xico lanza un llamado a su Federaci¨®n para fortalecer el f¨²tbol femenino en su pa¨ªs tras caer frente a Espa?a
Una de las frases trilladas en el deporte reza: "nadie se acuerda de los segundos lugares". En M¨¦xico, por este ocasi¨®n, esto no tiene ning¨²n sentido. Sus futbolistas menores de 17 a?os alcanzaron, por primera vez en toda la historia del f¨²tbol femenino de su pa¨ªs, una final. Un logro sin corona que enaltece a una generaci¨®n de chicas que lanzan otro llamado para que recibir el impulso de los dirigentes de su pa¨ªs. A partir de este subcampeonato inicia un nuevo punto de partida.
La selecci¨®n mexicana cay¨® en la disputa del t¨ªtulo mundial frente a Espa?a (2-1). Las espa?olas, con su preciso toque de bal¨®n, sacaron el mayor ¨ªmpetu de las mexicanas que, aun con con sus propios l¨ªmites t¨¦cnicos, agriaron la noche para las espa?olas con la perseverancia de Natalia Maule¨®n, Nicole P¨¦rez y de la intr¨¦pida Aylin Avil¨¦z. Desde las oficinas de la Federaci¨®n Mexicana de F¨²tbol pronosticaban terminar, en el mejor de los casos, entre los primeros cuatro lugares. Estas chicas sorprendieron a las aguerridas ghanesas y a las canadienses.
El segundo lugar del mundo es tambi¨¦n el inicio de una prol¨ªfica trayectoria como entrenadora por parte de M¨®nica Vergara, una exfutbolista que sabe muy bien el camino de su pa¨ªs para aterrizar en el f¨²tbol femenino.
La Liga, que naci¨® hace m¨¢s de un a?o, ha sido una de las decisiones m¨¢s acertadas de la Federaci¨®n Mexicana de F¨²tbol. Y ese torneo dom¨¦stico se convirti¨® en el mejor lugar para seleccionar a sus jugadoras ya con carrete en su pa¨ªs.? Las futbolistas han aprovechado su propio torneo para crecer. Un esfuerzo al que le queda un gran trecho. Ha significado una sacudida para las oficinas de los federativos que a¨²n miran con recelo la divisi¨®n de las mujeres. Poco a poco, el f¨²tbol femenino en M¨¦xico ha dado golpes a la mesa para mostrar su potencial. El mayor rev¨¦s a superar ser¨¢ la eliminaci¨®n del Mundial absoluto femenino del pr¨®ximo a?o, donde el plantel mexicano pereci¨® en la primera fase.
Algo sucede con los mexicanos a los 17 a?os. Es la franja de edad en la que no hay un tope, donde se entierran los complejos de los mayores no existen. Es la edad de oro para jugar al f¨²tbol en M¨¦xico. La divisi¨®n masculina, en 2005 y 2011, conquistaron la Copa del Mundo de esa categor¨ªa. Sin embargo, esas dos generaciones han quedado en la deriva sin llevar a su pa¨ªs a romper el list¨®n de sus l¨ªmites. El Tri femenino, con un subcampeonato m¨¢s dulce que amargo, tiene frente a s¨ª el desaf¨ªo de superar el ciclo de incertidumbre de las divisiones juveniles mexicanas.
Ellas, sin bonos exuberantes, con escasos contratos de patrocinio y con una escueta exposici¨®n medi¨¢tica, han anotado un gol al ¨¢ngulo. A esta generaci¨®n le falta mucho por contar.
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